Hispanoamérica

El Cristo que se ha montado a raiz de las caricaturas de Mahoma tiene un centro neurálgico muy claro. Se llama miedo. Se llama caguelo, pánico, acojone, lo que ustedes quieran. Desde luego no se llama tolerancia, no se llama respeto a las creencias ajenas ni se arregla con la coexistencia pacífica, yo he escrito Cristo ahí arriba y sé que nadie va a montar la del pollo, delante de ninguna embajada, ningún sacerdote de la conferencia episcopal va a pedir mi cabeza, como han hecho con los dibujantes daneses, ningún barbudo energúmeno va a plantarse en medio de una plaza con un cartel vistoso que diga " Europa es un cancer", el cristianismo es el remedio.
No va a hacerlo, por una sencilla razón, porque ya lo hicimos, hace unos cinco siglos, cuando pedimos las cabezas de protestantes, y viceversa, cuando quemábamos a las brujas y echábamos a los moros y judíos a patadas. A fuerza de erosión, de filosofía, de libros de ciencia, gracias a Dios ha pasado de la esfera pública a la privada, que es el sitio exclusivo de las religiones.
cuando Nietzsche extendió el certificado de defunción de Dios, no contaba con Alá, por supuesto . Cuando unos hombres inspirados por un espíritu divino, redactaron la Declaración universal de los derechos humanos, no sabían que "Universal" era una palabra de uso restringido, que no abarca a los cobardes, ni a las mujeres nacidas con velo.
Estoy más que harto de hablar de relativismo cultural, y de que nosotros tenemos nuestros dogmas, como los musulmanes los suyos. Por supuesto que los tenemos y se llama " Libertad", Derecho, Democracia, etc, Y no debemos retroceder ni un paso, ni en nombre de ese cadáver llamado Dios, ni Mahoma, ni un largo etc.
ustedes creen que por una simple caricatura que llevemos seis muertos, ya no sé cuantas embajadas quemadas, es que no tienen sentido del humor, el pueblo danés ya ha pedido disculpas, ¿ Qué necesitan más?, por favor...