Hispanoamérica

Fuera de cualquier discrepancia política o ideológica con nuestros candidatos, resultan sumamente indignantes e intolerables las groseras declaraciones del presidente venezolano Hugo Chávez. Este insiste en entrometerse en nuestras elecciones políticas, ataca a unos y avala a otros y, encima, se atreve a lanzar amenazas intolerables para nuestra soberanía, que todo peruano decente debe rechazar frontalmente.

Luego de atacar alevosa y ramplonamente a Alan García, ha llegado a decir: "Si por obra del demonio el señor García llega a ser elegido presidente del Perú voy a retirar a mi embajador, porque con un presidente así, Venezuela no va a tener relaciones con el Perú (...) Ojalá Ollanta Humala sea el próximo presidente del Perú".

¡Chávez se pasó de la raya! Poniendo en evidencia su baja calaña autoritaria y antidemocrática --así como sus absurdos delirios de hegemonía latinoamericana y enfrentamiento con Estados Unidos--, se ha despojado de cualquier respeto por los usos diplomáticos y los principios de convivencia internacional para pretender dictar la orientación política de otro país, sin medir los riesgos presentes y futuros de su torpe accionar. Ya antes intentó chantajearnos al culparnos del fracaso de la Comunidad Andina y pretendiendo caprichosamente que abandonemos las negociaciones del TLC con Estados Unidos.

Es lamentable que una nación hermana como Venezuela haya llegado a esta situación, en que los callejoneros exabruptos de su presidente --a la sazón un ex militar golpista-- dicten la tónica de su política exterior que, por más personalista y errónea que sea, se convierte en vergonzante e impresentable política de Estado, con el agravante que afecta la imagen de toda América Latina frente al mundo.

Chávez hace tabla rasa de principios fundamentales como la no intervención, consagrados en instrumentos internacionales como los de la OEA. Ningún jefe de Estado, por más riqueza petrolera que tenga, puede interferir en las decisiones de otro, como hace Chávez, cuyo autoritarismo y borrachera de poder lo obnubilan. Como dice aquella célebre frase: "El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente".

¿Es este el modelo que los seguidores de Humala quieren para nuestro país? ¿Un chavismo autoritario y abusador y, para colmo de males, sin petróleo? Debemos anotar que en los últimos siete años Venezuela ha obtenido 150 mil millones de dólares por ingresos petrolíferos (principalmente de EE.UU.) pero, a pesar de ello, ha visto incrementarse el número de pobres que llegan a dos millones y medio de personas, lo que revela el grado de ineficiencia y corrupción del gobierno de Chávez.

A propósito, es llamativo que, a diferencia del presidente Toledo y de otros políticos peruanos que han rechazado en firme la grosera intromisión chavista, el candidato Ollanta Humala, si bien no ha avalado los términos, ha tenido una tibia y preocupante reacción ante los excesos de su mentor.

Continua