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Fidel Castro: "El Diablo en la tierra"
Enviado por el día 22 de Junio de 2004 a las 16:15
Desde sus años como estudiante, Fidel Castro, gobernante de la isla de Cuba durante 45 anos, participo en diversos actos violentos en la Universidad de La Habana, distribuyo propaganda anti-norteamericana y estuvo siempre abiertamente en oposicion de los gobiernos en el poder en esa epoca a la especie de un rebelde sin causa . Nacido de cuna y familia acomodada, desarrollo desde temprano un fuerte odio fobico contra los Estados Unidos como una extrana envidia de no poder ser, convertida en antagonismo por despecho o algo por el estilo con una forma de actuar que lo guio siempre a un apego a la violencia y a la eliminacion sin piedad y por cualquier medio de todo lo que se pusiera en su camino y evitara la consecusion de sus propositos sin importar quien ni que fuera y esto se resalta mas despues de tomar el poder politico donde usando su innegable ingenio tramposo y malvado, ha quitado del medio a numerosos de sus ex-companeros de ideales y luchas al estilo de los antiguos emperadores romanos ya que los primeros han cometido el error de intentar pensar o actuar diferente a el, han brillado, se han destacado o resaltado mas que el, han significado un peligro potencial para el, han sido mas queridos por las masas populares que el, se han "desviado" del camino que el trazo o simplemente han sido un obstaculo para sus planes y para ello no ha escatimado en mentiras, artimanas, falsos testimonios, oscuras tramas, intrigas y trampas para conseguir sus objetivos y sacarlos del juego y como computadora madre los ha borrado de su sistema como virus
¿Disparará Castro su última bala?
Enviado por el día 23 de Junio de 2004 a las 15:10
http://www.libertaddigital.com/./opiniones/opi_des..."> Se acercan las elecciones en Estados Unidos y el coma-andante entra en campaña. Este lunes ha vuelto a amenazar a su odiado vecino con una nueva y masiva oleada de balseros. Cada pocas semanas sale del letargo en el que vive y le enseña a George Bush la única bala que le queda en la cartuchera. Pero sólo se la enseña. No la gasta. El gobierno norteamericano ya le ha advertido de que no está dispuesto a consentir que en pocas horas miles de cubanos hambrientos alcancen las costas de Florida. Bush lo entendería como una declaración de guerra y nadie podría reprochárselo. Castro lo sabe. Y aunque es cierto que está más loco que las maracas de Machín, no lo está hasta el extremo de suicidarse. Al menos, todavía. No obstante, todo es posible cuando hablamos de un canalla que no puede ignorar que está muy enfermo y al que las vidas ajenas le importan menos que un centavo de dólar. Son muchos los que, como Huber Matos, creen que ya ha decidido morir matando después de provocar una invasión estadounidense que borre sus crímenes y fracasos. Sin embargo, transcurren los meses y no se decide a bombardear con sus rehenes las playas de Miami.7