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Algunos datos sobre la política terrorista y expansionista de la Revolución Castrista
Enviado por el día 5 de Julio de 2004 a las 20:12
Re: Algunos datos sobre la política terrorista y expansionista de la Revolución Castrista
Enviado por el día 6 de Julio de 2004 a las 14:54
Ja, ja.

Me causo gracia leer que Castro era enemigo de EE.UU. porque ese país representa la libertad y felicidad de los pueblos.

Es el guión de una película de Arnold S..

El mundo diseñado por el gendarme norteamericano no parece un mundo de felicidad y amor, ¿no?.
Re: Re: Algunos datos sobre la política terrorista y expansionista de la Revolución Castri
Enviado por el día 6 de Julio de 2004 a las 15:06
¿Y que opinas de las intervenciones cubanas en angola y etiopia?
Re: Re: Re: Algunos datos sobre la política terrorista y expansionista de la Revolución Ca
Enviado por el día 7 de Julio de 2004 a las 10:13
Arasou, eran en nombre de la democracia

xDDD

Negro sigue viviendo en su mundo...
Re: Re: Algunos datos sobre la política terrorista y expansionista de la Revolución Castri
Enviado por el día 6 de Julio de 2004 a las 15:17
Menos lo es el diseñado por el imperio Ruso y la dictadura Castrista
Re: Algunos datos sobre la política terrorista y expansionista de la Revolución Castrista
Enviado por el día 7 de Julio de 2004 a las 03:16
Castro es un tirano stalinista, un asesino, un violador de DD.HH, todo lo que se quiera.. creo que eso nadie lo niega.. Pero.. ¿Querer destruir a USA y a los gob. democraticos? es como un poco exagerado, si apenas mantiene su propio pais.

Por otra parte, no niego que su pueblo puede vivir muy mal (no puedo afirmarlo pues nunca he estado ahi), pero si un sistema logra consolidarse.. es por algo. y no creo que solo sea represion, pues esos gob. por muy fuertes que sean, se derrumban igual. (Rusia Zarista por ejemplo)
Re: Re: Algunos datos sobre la política terrorista y expansionista de la Revolución Castri
Enviado por el día 7 de Julio de 2004 a las 14:40
"Por otra parte, no niego que su pueblo puede vivir muy mal (no puedo afirmarlo pues nunca he estado ahi), pero si un sistema logra consolidarse.. es por algo. y no creo que solo sea represion, pues esos gob. por muy fuertes que sean, se derrumban igual. (Rusia Zarista por ejemplo)"

Yo si lo puedo afirmar porque soy de ahí y viví ahí. Y el sistema imperante en Cuba no se ha consolidado, se ha impuesto por el terror y la represión y ya está a punto de derrumbarse, es cuestión de tiempo, cuando muera el verdugo de mi pueblo su sistema se vendrá abajo como un castillo de naipes, la regla que aplicas no dice cuantos años es lo máximo que debe durar un régimen así y desgraciadamente a los cubanos nos ha tocado uno bien largo, no el más largo, ese le tocó a los rusos por más de 70 años.
Re: Re: Re: Algunos datos sobre la política terrorista y expansionista de la Revolución Ca
Enviado por el día 7 de Julio de 2004 a las 15:05
Damian,
El derecho de las naciones a su autodeterminación, el principio de no injerencia en los asuntos internos de otros estados y el respeto por la soberanía nacional son principios rectores de la política mundial, aunque permanentemente violados por el imperialismo norteamericano y otros imperialismos a lo largo de la historia.

Si el pueblo cubano odia a Fidel, como engañosamente plantea anticastro, sabrá desembarazarse de él, tal como lo han hecho todos los pueblos del mundo. Pero no lo ha hecho hasta ahora, ni lo hará. La razón es simple: no odian a Fidel sino que lo aman.

Si el pueblo cubano vive en la miseria, resultaría difícil explicar sus logros en salud, educación, ciencia y deportes. La explicación es simple también en este punto: el pueblo cubano no vive en la miseria como dice anticastro.

Ninguno de los guiones filmicos de anticastro se condicen con la realidad concreta. Otra vez, la razón salta a la vista: Anticastro miente, y encima lo hace de un modo burdo e infantil.

Saludos
Re: Re: Re: Re: Algunos datos sobre la política terrorista y expansionista de la Revolució
Enviado por el día 7 de Julio de 2004 a las 15:09
La razón es simple: no odian a Fidel sino que lo aman.

el pueblo cubano no vive en la miseria como dice anticastro.

Es gracioso, los españoles que van de viaje alli comentan la miseria de la población, quiza sea una ilusión óptica. en cuanto se les acabaron las tranferencias corrientes de Rusia, fin del chollo. Hay un articulo de Solchaga, de cuando asesoró a Castro, comentándolo.

Y lo de amar a Castro, perdona que me ria. Franco murió de viejo, ¿crees que los españoles lo amaban?
Re: Re: Re: Re: Re: Algunos datos sobre la política terrorista y expansionista de la Revol
Enviado por el día 7 de Julio de 2004 a las 15:18
Reformas sin cambios?
Por: Carlos Solchaga *
Junio 11, 2000
Para mí ha sido muy doloroso que transcurridos unos diez años desde que, junto a otros colaboradores, asesoré al gobierno de Cuba —con cierta influencia, aunque limitada—, apenas han pasado cosas relevantes. Ni en el ámbito político ni en el económico, las reformas correspondientes, en uno u otro sector, han sido significativas.

Quienes han pasado de verdad por un proceso de transición no encuentran, en la Cuba de Castro de hoy en día, ni el más mínimo signo o aspecto de que la transición haya empezado o esté a punto de empezar.
Por otro lado, hubo de verdad una oportunidad para esa transición. No sé si la hay ahora, pero cuando algunos de nosotros estuvimos en Cuba, entre los años 1993 y 1996 —quizás más tiempo del que nuestra utilidad aconsejaba, ya que ésta fue francamente limitada al transcurso de los dos primeros años—, quienes vimos aquello, pensábamos que allí había una oportunidad importante de transformar el país.
Siempre lo planteamos con una visión muy consciente: ninguno creyó que se trataba de hacer reformas económicas salvaguardando la estructura política del país. Antes, al contrario, en discusiones con Fidel Castro y con gente de su equipo, cuando nos sacaban el tema de Vietnam y China, les decíamos que eso, sencillamente, en una isla como Cuba —con su tradición cultural— no era pensable.
No podía mantenerse una situación política, llamémosle de dictadura del proletariado, o como quieran ustedes llamarle, y al mismo tiempo una situación mercantil abierta, una economía abierta.
En realidad, todos los países que han tenido algún tipo de régimen autoritario han tendido a economías cerradas e intervenidas, porque son aquellas en las cuales la acción del gobierno se puede hacer notar más, y donde las libertades mercantiles ponen menos en peligro el monopolio de la libertad política que tiene para sí el Estado, o quienes están en el poder en el Estado. Eso es lo que había pasado en Cuba.
Del cambio económico a la libertad política
Nuestra idea era que una situación tan extremadamente mala, como la de 1993, podía permitir —en un régimen que nunca habría de reconocer sus errores y su ilegitimidad doctrinal, que no de origen— que por la vía de la evolución económica hubiera de producirse, antes o después, una cierta transformación sistémica y, por tanto, también una evolución política hacia la democracia.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Algunos datos sobre la política terrorista y expansionista de la R
Enviado por el día 7 de Julio de 2004 a las 15:19
Desde el primer día se lo dijimos a Fidel Castro. "No queremos engañarte. Si aquí se permite libertad de empresa creciente y la gente puede emplear a otros conciudadanos; si existe propiedad privada, crecientemente va a haber también una exigencia de libertades políticas y, además, es lo que naturalmente va con esas reformas económicas que te estamos proponiendo".
¿Por qué tenía sentido esa política en aquel momento? Por muchas razones. La primera de las cuales era que la Unión Soviética se había hundido y con ella todo el montaje de ayudas, subvenciones a los precios de las exportaciones cubanas, fundamentalmente del azúcar, o a los costos de las exportaciones, como el petróleo, que provenían de la URSS.
En la medida en que desaparecía este conjunto gigantesco de ayuda, aquel experimento cubano, que no había tenido éxito en la sustitución de importaciones a lo largo de tres decenios, que no había sido capaz de producir bienes exportables, excepto los tradicionales, y cada vez en menor proporción en cantidad y calidad de lo que históricamente había sido el caso —pongamos el tabaco, el ron y el azúcar—, razonablemente entraba en una crisis muy aguda.
Aquella crisis, además, estaba en La Habana, en la calle, en los ministerios, en cualquiera con quien hablaras. El país carecía de suministros, no tenía energía porque no era capaz de generar divisas suficientes para pagar el petróleo crudo a los precios del mercado. Las refinerías estaban paradas. Cuando existía energía, por casualidad, porque había llegado un buque, entonces faltaban las materias primas que tampoco se habían podido importar.

En última instancia, Cuba es una isla cuya diversidad de recursos naturales es limitada. Cualquier país pequeño tiene una dotación de recursos limitadamente diversificada y es imposible para él llegar a un nivel de modernización de las actividades productivas, sean estas industriales o de servicios, en un mundo relativamente competitivo, si no es mediante la apertura de sus fronteras y, por tanto, del intercambio económico.
En Cuba no había suministros energéticos ni de materias primas. Como consecuencia de ello, el sector industrial, que había sido, digamos, la esperanza blanca del desarrollo en todos los países socialistas (recuerden ustedes la famosa frase de Lenin: "el comunismo es los soviet más la electricidad"), había fracasado.
Y como consecuencia de ello, también el desempleo en la Isla era brutal. La gente no trabajaba. A veces hacía como que iba a trabajar. Otras ni siquiera hacía por cumplir. La gente estaba por las calles tratando de resolver —como dicen los cubanos— su problema de cada día.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Algunos datos sobre la política terrorista y expansionista de
Enviado por el día 7 de Julio de 2004 a las 15:21
Un poder irresponsable
Era una situación que uno tenía la impresión de que no podía durar, si existía, digamos, algún sentido de la responsabilidad en la dirección de los asuntos del país por parte de la clase dirigente. Este if,este condicional, se tornó dramático, porque conforme pasó el tiempo, yo no puedo decir ni por un momento que la clase política cubana haya cumplido con esa condición de responsabilidad ante sus conciudadanos. Esto es lo más terrible.
Alguien que tenía —por la Constitución y el arreglo sistémico— el monopolio de la creación de empleo en general, no era capaz de dar puestos de trabajo a sus ciudadanos; pero no dejaba que ellos, por acuerdo y de manera libre, fueran capaces de darse empleo los unos a los otros. Era una situación muy dramática, y en la cual uno pensaba que cualquier gobierno, con buen sentido, tendría que buscar una salida como la que nosotros tratábamos de proponer, que habría de desembocar —insisto— en una transformación a la democracia.
Al mismo tiempo se producía una situación muy especial de restricción de divisas. Entonces el régimen se vio forzado a hacer algo. Unos meses antes de tomar esa decisión, era inimaginable que Fidel Castro lo hubiera aprobado: legalizar la tenencia de dólares y las remesas.
Tan pronto como ocurrió esto, era evidente que la economía estaba condenada a crear un doble circuito: el de los que estaban en la situación de racionamiento —sin ningún acceso a las divisas—, y el de aquellos que estaban próximos a la actividad exterior (los que trabajaban en el turismo, en empresas de capital extranjero y unos pocos más).
Pero, naturalmente, este doble circuito era difícil de mantener si no era mediante represiones sucesivas, que es lo que ha venido ocurriendo al cabo de diez años. Porque las oportunidades que se generaban en el circuito del dólar eran tan contradictorias con el sistema de meritocracia y de valoración en el circuito de una economía socializada, que antes o después aquello tenía que entrar en conflicto, tenía que reventar por algún sitio.
Dado este cuadro, algunos de nosotros pensamos que no le quedaba al castrismo otra apelación que ir siendo crecientemente realista por las perspectivas económicas que tenía, y tratar de conciliar una apertura económica creciente con un cambio político que vendría después, pero no mucho después, y que habría de ser coherente o consistente —por decirlo así— con esta apertura económica. Este fue el intento que hicimos.
Harakiri improbable
Nunca creímos que las reformas económicas podrían apuntalar —contra lo que solía decir la extrema derecha en España o Miami— el régimen de Castro. Al contrario, dijimos desde el primer momento que cualquier cambio en el sentido del mercado habría de debilitar el monopolio de poder del Partido Comunista.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Algunos datos sobre la política terrorista y expansionista
Enviado por el día 7 de Julio de 2004 a las 15:22
Era una oportunidad de ir haciéndolo poco a poco. Porque lo que no cabía imaginar entonces —tampoco ahora— era algún tipo de harakiri o suicidio del Partido Comunista y de Castro. Y como eso no era posible, había que darle alguna salida a aquella situación, como la que proponíamos, que tenía la ventaja de ser gradual, de empezar por la parte económica sin tener que prescindir de los principios ideológicos del régimen, de irse adaptando, de manera que pareciera a la mayor parte de la población una deriva razonable del pensamiento.
Tuvo una última ventaja, quizás la mayor: estaba aconsejada y asesorada por un gobierno socialdemócrata, bastante lejano del de Estados Unidos de América. Por tanto, le permitía al régimen decir que el modelo que tenían en la cabeza, o el proceso que se había puesto en marcha, no desembocaba en modo alguno en el modelo norteamericano, aunque ciertamente habría de desembocar en un sistema de mercado y democrático.
Transcurridos tres o cuatro años, lo peor de las restricciones de divisas, pasó. Aunque ahora los economistas en Cuba estén hablando de si ha habido de verdad un nuevo sistema de integración, con una reestructuración flexible del modelo económico, y estén hablando del turismo y la minería como los grandes sectores capaces del desarrollo y demás, lo cierto es que lo que ha habido en Cuba es una adaptación a la realidad, sin cambiar en absoluto ni el modelo ni las bases jurídicas o ideológicas del mismo.
En la medida en que esa adaptación funcionó bien, en la segunda mitad de los años noventa, el régimen siguió aguantando bastante bien, sin ninguna intención —esta es la verdad— de cambiar en lo fundamental.
¿La última fase del castrismo?
Yo tengo la impresión de que estamos en la última fase —ahora sí de verdad— del régimen comunista en Cuba. Con toda probabilidad, las cosas pueden cambiar tan pronto como desaparezca la figura de Fidel Castro, pues parece muy difícil que con él al frente del gobierno pueda haber cambios, a juzgar por la experiencia histórica de estas décadas. Tan pronto como desapareciera, la probabilidad de una transición rápida y ordenada (no ordenada en el sentido de que alguien pueda poner puertas al campo, pero sí en el sentido de que no produciría conflictos, choques, entre las comunidades norteamericana y la isleña) creo que es bastante elevada.
¿Han sido, pues, estos diez años, diez años perdidos? Pues supongo que muchos cubanos, cuando reflexionen dentro de un tiempo, tendrán la impresión de que sí. Desde que empezaron a caer todos los regímenes totalitarios comunistas, la no caída —por decirlo así— del régimen de Castro parecerá como un castigo de la Historia, como un retraso, como una pérdida irrecuperable.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Algunos datos sobre la política terrorista y expansion
Enviado por el día 7 de Julio de 2004 a las 15:23
Algo se ha hecho, en el sentido de que en el transcurso de estos años muchos de los sentimientos de rencor, de división, de imposibilidad de convivencia democrática de las dos comunidades, se han reducido. Y muchas nuevas aportaciones y propuestas de transición, hechas desde el centro, basadas en el consenso y en el diálogo político, como la que representa Encuentro, han ido haciéndose eco en la mayor parte del terreno de posibilidades para la próxima transición.
Quizás por consolarnos un poco podamos decir que no ha sido un tiempo totalmente perdido. Ha sido una oportunidad que no se pudo aprovechar. Pero contra lo que algunos puedan pensar, no por ninguna excepcionalidad en la historia de Cuba. Cuba no es excepcional porque se libere del yugo español muchos años después que el resto de las repúblicas de aquel continente, ni es excepcional porque haya vivido sometida a la situación de tutela —por decirlo suavemente— de Estados Unidos, ni es excepcional porque en los años 1993-1994, teniendo una oportunidad que aprovecharon otros países, no supo aprovechar.
Cuba sigue siendo una de las sociedades más vertebradas, estructuradas y capacitadas de todo el continente americano, con más conciencia de sí misma y de su historia, con una clase potencialmente política —no hablaré de la actual— y con una clase intelectual realmente notable, por el tamaño del país y por las vicisitudes por las que ha tenido que pasar en el último medio siglo.
Por tanto, creo que no hay nada de excepcional en la historia de Cuba, excepto la desgracia tremenda de estar en estos momentos bajo una revolución que nunca fue un éxito, pero que ha degenerado en uno de los regímenes —intelectual y moralmente— menos apreciables de los que les han sido dados a vivir a nuestros conciudadanos a lo largo del siglo XX.
Cuba saldrá adelante. Creo que sería un mal consuelo pensar que hay alguna excepcionalidad en la historia de la Isla que la condena siempre a las situaciones más difíciles. Estoy seguro de que lo vamos a ver, bastante más pronto de lo que algunos piensan.
* Charla ofrecida por el economista Carlos Solchaga, impulsor de las frustradas reformas de los años noventa en Cuba, durante la presentación del número 32 de la revista Encuentro de la Cultura Cubana. Entre muchos cargos en el gobierno y la industria privada en España, Solchaga ha sido Ministro de Industria y Energía (1982-85) y de Economía y Finanza (1991-3)

Este era el artículo.
Re: Re: Re: Re: Algunos datos sobre la política terrorista y expansionista de la Revolució
Enviado por el día 7 de Julio de 2004 a las 15:26
Sí, los cubanos aman a Fidel igual que los iraquies kurdos y chiitas a Hussein.