Portada » Foros » Hispanoamérica » Extracto de Uslar Pietri sobre la cultura y el cambio estructural
Hispanoamérica
Estos foros están cerrados. Podéis debatir en Red Liberal.
Extracto de Uslar Pietri sobre la cultura y el cambio estructural
Enviado por el día 22 de Septiembre de 2006 a las 20:52
Una de las más dramáticas experiencias del mundo actual arroja mucha luz sobre el complejo y todavía no bien conocido proceso de colonización española en el continente americano.
Lo que los españoles pretendieron hacer en aquellas tierras desconocidas no es, en lo fundamental, algo muy distinto de lo que , bajo otros nombres y circunstancias, se ha tratado de alcanzar en nuestros ideas para incorporar a los países del Tercer Mundo al ideal de desarrollo de las modernas sociedades industriales.
Los problemas no son diferentes, las dificultades y las frustraciones de los planificadores internacionales en los llamados “países en desarrollo” tiene su antecedente más significativo en aquélla larga experiencia histórica, todavía mal estudiada, en la que España se empeñó en instaurar su civilización y sus formas de sociabilidad a un espacio geográfico nuevo y a una comunidad humana que, en diferentes variedades, representaba una mentalidad no sólo distinta sino antagónica e incompatible.
Después de la IIGM se afirmó la idea del desarrollo como el objeto principal de las políticas nacionales y de la internacional de los Estados surgidos de la liquidación de los Imperios coloniales,
Parecía una idea nueva, no bien definida, y que significaba básicamente el propósito de lograr que las antiguas colonias pudieran sobrepasar las limitaciones y consecuencias de una economía de agricultura tradicional y artesanía para alcanzar los niveles de bienestar, riqueza, y estructura socia y económica que habían llegado a caracterizar a la sociedad industrial en los EEUU y la Europa Occidental
Era, en realidad la escogencia de sociedad y de un proyecto para el futuro basado en el desarrollo industrial y financiero y en la productividad creciente, Se esperaba poder extender al mundo atrasado los sistemas de producción y los niveles de vida, consumo y costumbres que caracterizaban a las sociedades de Occidente.
Con cierto simplismo, muy propio de especialistas, se llego a pensar que sería suficiente inyectar capitales, aportar recursos técnicos y materiales y diseñar un plan de crecimiento para lo que ocurrió en Inglaterra del s XIXI o en los EUUU o en Europa en general se repitiera en cualquier nación de Ýfrica, Asia o AL.
Lo que los españoles pretendieron hacer en aquellas tierras desconocidas no es, en lo fundamental, algo muy distinto de lo que , bajo otros nombres y circunstancias, se ha tratado de alcanzar en nuestros ideas para incorporar a los países del Tercer Mundo al ideal de desarrollo de las modernas sociedades industriales.
Los problemas no son diferentes, las dificultades y las frustraciones de los planificadores internacionales en los llamados “países en desarrollo” tiene su antecedente más significativo en aquélla larga experiencia histórica, todavía mal estudiada, en la que España se empeñó en instaurar su civilización y sus formas de sociabilidad a un espacio geográfico nuevo y a una comunidad humana que, en diferentes variedades, representaba una mentalidad no sólo distinta sino antagónica e incompatible.
Después de la IIGM se afirmó la idea del desarrollo como el objeto principal de las políticas nacionales y de la internacional de los Estados surgidos de la liquidación de los Imperios coloniales,
Parecía una idea nueva, no bien definida, y que significaba básicamente el propósito de lograr que las antiguas colonias pudieran sobrepasar las limitaciones y consecuencias de una economía de agricultura tradicional y artesanía para alcanzar los niveles de bienestar, riqueza, y estructura socia y económica que habían llegado a caracterizar a la sociedad industrial en los EEUU y la Europa Occidental
Era, en realidad la escogencia de sociedad y de un proyecto para el futuro basado en el desarrollo industrial y financiero y en la productividad creciente, Se esperaba poder extender al mundo atrasado los sistemas de producción y los niveles de vida, consumo y costumbres que caracterizaban a las sociedades de Occidente.
Con cierto simplismo, muy propio de especialistas, se llego a pensar que sería suficiente inyectar capitales, aportar recursos técnicos y materiales y diseñar un plan de crecimiento para lo que ocurrió en Inglaterra del s XIXI o en los EUUU o en Europa en general se repitiera en cualquier nación de Ýfrica, Asia o AL.
Re: Extracto de Uslar Pietri sobre la cultura y el cambio estructural
Enviado por el día 22 de Septiembre de 2006 a las 20:55
Se pasaba por alto de este modo, muy peligrosamente, el hecho fundamental de que el tipo de desarrollo que alcanzaron aquellos países no había sido el fruto de la adopción de un modelo, de la ayuda exterior o de la aplicación de un plan elaborado por especialistas, sino la consecuencia natural de unas circunstancias históricas y sociales que se habían dado en ellos en un momento determinado.
En la Inglaterra del s XVIII, por una serie de causas históricas, geográficas y de mentalidad se desarrolló una cierta actitud ante la vida que es visible a través de los acontecimientos de la época y que se pone de manifiesto en la Revolución de Cromwell
Cuando Adam Smith publica “El Espíritu de las Naciones” en 1776, no está inventando un modelo, está describiendo una realidad. No proyecta un porvenir sino que describe una realidad existente.
Se invirtieron capitales, se movilizó a los mejores técnicos, se elaboraron planes minuciosos, con etapas precisas, se diseñaron estructuras nuevas de crédito y gestión, se adelantaron grandes proyecto de reforma agraria para darle tierra para que el campesino de Bengala o del Congo o del altiplano andino, pudiera pudiera repetir la hazaña que lograron un siglo antes los campesinos ingleses.
No fue así.
¿Qué es lo que ha pasado?
El propio Myrdal lo señala en su libro “el desafío de la pobreza mundial”. La causa resultó inesperada: y sorprendente: la mayoría de esos planes fallaron porque no se tomó en cuenta el aspecto cultural.
El campesino del Tercer Mundo es heredero de creencias, patrones de vida y actitudes mentales totalmente diferentes a aquéllas que determinaron el fenómeno colectivo de aumento de la productividad del labriego europeo.
Pertenecen a culturas que no asocian la idea de riqueza con el trabajo, ni han tenido nunca la noción del ahorro, la concepción de riqueza es diferente, la miran como un don mágico mucho más que como instrumento de producción. La miran con los ojos de las Mil y una Noches y no con los ojos de Adam Smith.
El concepto mismo de individualidad es diferente. Inmemoriales tradiciones determinan actitudes y reacciones que rechazan la tentativa de aplicar el modelo económico.
Habría que preguntarse, y esta es una pregunta grave:
¿Hasta qué punto la idea de la riqueza está determinada con un determinado tipo de cultura que se manifestó en algunos países como fenómeno peculiar y que lo que, por comparación, llamamos pobreza es la permanencia, en abierto contraste, de otra forma de vida, de relación, y de mentalidad que ha sido predominante en la historia de la Humanidad?
En la Inglaterra del s XVIII, por una serie de causas históricas, geográficas y de mentalidad se desarrolló una cierta actitud ante la vida que es visible a través de los acontecimientos de la época y que se pone de manifiesto en la Revolución de Cromwell
Cuando Adam Smith publica “El Espíritu de las Naciones” en 1776, no está inventando un modelo, está describiendo una realidad. No proyecta un porvenir sino que describe una realidad existente.
Se invirtieron capitales, se movilizó a los mejores técnicos, se elaboraron planes minuciosos, con etapas precisas, se diseñaron estructuras nuevas de crédito y gestión, se adelantaron grandes proyecto de reforma agraria para darle tierra para que el campesino de Bengala o del Congo o del altiplano andino, pudiera pudiera repetir la hazaña que lograron un siglo antes los campesinos ingleses.
No fue así.
¿Qué es lo que ha pasado?
El propio Myrdal lo señala en su libro “el desafío de la pobreza mundial”. La causa resultó inesperada: y sorprendente: la mayoría de esos planes fallaron porque no se tomó en cuenta el aspecto cultural.
El campesino del Tercer Mundo es heredero de creencias, patrones de vida y actitudes mentales totalmente diferentes a aquéllas que determinaron el fenómeno colectivo de aumento de la productividad del labriego europeo.
Pertenecen a culturas que no asocian la idea de riqueza con el trabajo, ni han tenido nunca la noción del ahorro, la concepción de riqueza es diferente, la miran como un don mágico mucho más que como instrumento de producción. La miran con los ojos de las Mil y una Noches y no con los ojos de Adam Smith.
El concepto mismo de individualidad es diferente. Inmemoriales tradiciones determinan actitudes y reacciones que rechazan la tentativa de aplicar el modelo económico.
Habría que preguntarse, y esta es una pregunta grave:
¿Hasta qué punto la idea de la riqueza está determinada con un determinado tipo de cultura que se manifestó en algunos países como fenómeno peculiar y que lo que, por comparación, llamamos pobreza es la permanencia, en abierto contraste, de otra forma de vida, de relación, y de mentalidad que ha sido predominante en la historia de la Humanidad?
Re: Re: Extracto de Uslar Pietri sobre la cultura y el cambio estructural
Enviado por el día 22 de Septiembre de 2006 a las 20:57
Habría que considerar los sistemas de producción y estructuras sociales como un fenómeno de la cultura y concluir que toda transformación del sistema económico requiere un cambio cultural."
EN:
"Godos, Insurgentes y Visionarios", Seix Barral, 1986.
Como ven, en nuestros países sólo el Estado puede acometer la tarea de la transformación cultural y es imposible reproducir en nuestros países lo que ocurrió en Europa o los EEUU.
Es como dice el Presidente de Bolivia: "Sólo queremos vivir bien".
Nunca lograremos ser como EEUU o como Europa.
Pero podemos buscar nuestras propias vías al bienestar.
¿Y si una de esas vías es pensar el socialismo PARA NOSOTROS y desde nosotros?
EN:
"Godos, Insurgentes y Visionarios", Seix Barral, 1986.
Como ven, en nuestros países sólo el Estado puede acometer la tarea de la transformación cultural y es imposible reproducir en nuestros países lo que ocurrió en Europa o los EEUU.
Es como dice el Presidente de Bolivia: "Sólo queremos vivir bien".
Nunca lograremos ser como EEUU o como Europa.
Pero podemos buscar nuestras propias vías al bienestar.
¿Y si una de esas vías es pensar el socialismo PARA NOSOTROS y desde nosotros?
Re: Re: Re: Extracto de Uslar Pietri sobre la cultura y el cambio estructural
Enviado por el día 22 de Septiembre de 2006 a las 21:54
Es obvio que los patrones culturales son distintos pero también la riqueza y la pobreza no tienen los mismos patrones culturales en el Tibet, que en Perú o el Ýfrica. Por mas que sean tercermundistas. Quizás lo vean como algo mágico fuera de nuestras naciones pero estoy seguro que América latina la gente tiene conceptos totalmente europeos sobre la riqueza y la pobreza. La idea de “riqueza” como éxito no existía en las culturas prehispánicas pero estas han desaparecido y sus culturales actuales no son ajenos a la riqueza. Los incas asociaban la mayor posesión de bienes a la nobleza teocratita pero al desaparecer esta y ser reemplazada por europeos que no trabajaban sino “extraían” la riqueza de templos, minas y haciendas, pienso que en nuestros países la riqueza mas que como algo mágico se ve como un producto del pillaje o en ultimo caso como una especie de “pecado” como lo publicita cínicamente la iglesia.
Si bien toda transformación requiere un cambio cultural, creo que los factores culturales de América Latina no son ajenos a los del sur de Europa y a sus fenómenos como el feudalismo “atrasado” por ejemplo. Es clara la marca de la conquista y la influencia europea en todo, no veo como se puede ver la riqueza como algo mágico en América Latina…quizás las tribus perdidas en el Amazonas….
Que por un error coyuntural, la América latina vea la riqueza como producto del pillaje, es otra cosa. En nuestros países esa picardía, ese pillaje de nuestros abuelos conquistadores que instauraron la cultura dominante se ha trasladado a la política y esta encarnada precisamente en los populistas y socialistas que sumen nuestros países en la pobreza y la corrupción, hablando bonito o populacheramente como hemos visto recientemente en las NN UU
Que Evo quiera vivir “bien” en una choza mascando coca no involucra para nada a los vecinos. Creo que de verlo sus propios antepasados le darían una buena patada por sumir a su país en el desorden y por ser tan conformista.
Si bien toda transformación requiere un cambio cultural, creo que los factores culturales de América Latina no son ajenos a los del sur de Europa y a sus fenómenos como el feudalismo “atrasado” por ejemplo. Es clara la marca de la conquista y la influencia europea en todo, no veo como se puede ver la riqueza como algo mágico en América Latina…quizás las tribus perdidas en el Amazonas….
Que por un error coyuntural, la América latina vea la riqueza como producto del pillaje, es otra cosa. En nuestros países esa picardía, ese pillaje de nuestros abuelos conquistadores que instauraron la cultura dominante se ha trasladado a la política y esta encarnada precisamente en los populistas y socialistas que sumen nuestros países en la pobreza y la corrupción, hablando bonito o populacheramente como hemos visto recientemente en las NN UU
Que Evo quiera vivir “bien” en una choza mascando coca no involucra para nada a los vecinos. Creo que de verlo sus propios antepasados le darían una buena patada por sumir a su país en el desorden y por ser tan conformista.