Hispanoamérica

En la Ciudad de México escribo para dos publicaciones, en ambas mi intervención es a favor de políticas e ideas liberales. Ejerzo la crítica como parte de la libertad que tengo de decir lo que quiera.

He aplaudido y criticado cosas de los gobiernos de la izquierda y de la derecha nacional. Cuando critico algo de la administración del presidente Fox, las actitudes de los Partidos Políticos o despotrico contra el congreso… llegan correos donde alguien dice no estar de acuerdo, estos llegan tanto a la redacción como a mis direcciones personales. Hay insultos y descalificaciones, pero nada del otro mundo… a algunos incluso les contesto.

Pero con lo que ha estado ocurriendo el ultimo año en la administración de la Ciudad de México, con un gobernante (aprendiz de dictador –sic-) que se rodea de una corrupción galopante, de endeudamiento eterno, elefantes blancos, programas asistenciales de corte populista y corporativista, todo con complots en su contra y aceptando la guerrilla urbana; así como una extraña fijación para ser presidente de la republica en el 2006 (a costa de lo que sea).

Mi columna se ha dedicado mucho a este personaje y su sequito de neocomunistas, en ella he hablado del peligro de nuestras libertades y del probable retroceso en materia económica.

Al principio había correos electrónicos que comenzaban en el insulto y la descalificación. No les di importancia. Pero hace unas dos semanas entro una llamada a mi celular de alguien que se identifico como un integrante de una red ciudadana a favor de López Obrador, comenzó con criticas y antes de colgar me sugirió textual: “cuídate, cuídate mucho ya sabemos todo de ti y si sigues escribiendo así del jefe de Gobierno, no respondemos por ti y tu familia”… Lo comente en la revista y se levanto una denuncia ante autoridades federales.

La verdad al principio creí que era una broma, hasta que ayer al llegar por la noche a casa, me encuentro con la novedad de dos llamadas a mi teléfono particular, donde amenazaron a mi familia, habían dado datos exactos de mis actividades y de las de mi familia, nos tienen vigilados. Pero lo peor es el lo que le dijeron a mi madre: “en esta ciudad hay muchos asaltos y secuestros, y siempre alguien se muere, así que mejor le para o le para”.

Bueno, hasta aquí la historia.
Voy a continuar escribiendo y diciendo lo que pienso y siento… Antes muerto antes de renunciar a mi libertad (sin ella para que vivir?) pero me preocupa mi familia.

Saludos liberales desde el México.