Teoría política
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El otro eje del mal
Enviado por el día 5 de Marzo de 2004 a las 13:52
EL OTRO EJE DEL MAL.
No se trata de una frase. No es tampoco una posibilidad remota, más o menos probable. Es una seria y trágica advertencia real a corto plazo: “El futuro del mundo, compromiso de todos”.
Evidentemente, el compromiso es de todos, la responsabilidad es solo de algunos, los causante el Neoliberalismo y su globalización económica y financiera...
Aunque no es fácil dar una definición exacta de esa globalización, nos quedamos con la explicación de Giulio Girardi, cuando afirma:
“La Globalización neoliberal se caracteriza por la concentración del poder político, económico, militar y cultural en los países del capitalismo central (democracias occidentales y Japón), que asumen la libertad del mercado como instrumento y como máscara de la dominación mundial, ella representa, por tanto, la expresión más universal, más violenta y más oculta del imperialismo”.
Según esa definición lo que se viene globalizando realmente es la pobreza que, en mayor o menor grado, afecta ya a cerca de 5.000 millones de seres humanos.
Esta globalización, cada vez más excluyente y totalitaria, promovida por las grandes multinacionales e inspirada en la Trilateral a través de sus órganos interdependientes como son el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) en el terreno económico y financiero, junto a su bastión militar e imperialista encabezado por Estados Unidos y “su” OTAN, provoca de manera real y cruel que una quinta parte más rica de la humanidad, alrededor de 1.200 millones de personas, poseamos el 80% de los recursos mundiales, mientras que otra quinta parte, la más pobre, solo dispone del 0,5%.
Una Globalización así descrita produce que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres, provoca y aumenta la desigualdad de la riqueza y no se queda en eso, ya de por sí trágico e inhumano.
Cada día más parados, más precariedad, más despidos, peor trato a los inmigrantes, mayor número de marginados y excluidos...
No importan las personas, ni los valores morales y éticos. Lo que realmente importa es el dinero, el beneficio obtenido del petróleo, las armas, la droga y la prostitución...
Esta Globalización, además de incrementar la desigualdad y la más injusta distribución de la riqueza mundial, de aumentar las diferencias Norte-Sur y marginar en la pobreza y en la miseria estructural al Tercer Mundo (fundamentalmente Äfrica, Latinoamérica, sur y sudeste de Ýsia), trae consigo también otras consecuencias más generales pero terriblemente concretas, algunas de las cuales enumeramos a continuación:
-Todos los días mueren solo de hambre 70.000 seres humanos.
-Las guerras actualmente en curso (más de 40 en todo el mundo) producen miles y miles de muertos inocentes y cientos de miles de millones de dólares en armamentismo.
-Explotación laboral de más de 300 millones de niños y niñas.
-Mayor paro como consecuencia de las reducciones de plantillas para conseguir las empresas mayores beneficios.
-La Europa del Capital y de las democracias expulsa a miles de inmigrantes que no pueden vivir en sus países de origen.
-El destrozo de la Naturaleza se agiganta día a día: ozono, deforestación, matanza de miles de especies animales...
Podríamos continuar; podríamos seguir presentando hechos, cifras, porcentajes que solo servirían para corroborar todo lo afirmado anteriormente y demostrar que “el futuro del planeta, es compromiso de todos”...
Pero si bien ya hemos intentado indicar quienes son los responsables y causantes de esta trágica situación, ello no impide que los ciudadanos, los miles de millones de ciudadanos y ciudadanas del mundo, tomemos conciencia y adoptemos una postura decidida y activa frente a la amenaza que la Globalización neoliberal supone para el futuro de todos a corto plazo.
Ese compromiso de todos, según nuestro entender, pasa por la puesta en práctica de las siguientes actitudes:
-Frente al individualismo que el sistema trata de imponer política y culturalmente, la sociedad tiene que “armarse” de estructuras colectivas que luchen por la justicia, la igualdad y la verdadera democracia.
-Frente a la consigna “imperial” de “Lucha duradera contra el eje del mal”, lucha por la PAZ, NO a la guerra, Sí a la justicia, que los gastos militares se apliquen a gastos sociales y la justa distribución de la riqueza a nivel mundial.
-Frente a la democracia formal de partidos –“partitocracia”- la democracia directa de los ciudadanos.
-Frente al hambre y la carencia de medicinas que afecta a cerca de 5.000 millones de seres humanos, el desarme, no al militarismo, exigencia a los gobiernos para que realmente gobiernen y no se conviertan en acólitos subordinados de las directrices de las multinacionales, el FMI, el BM, la OMC y su “gendarme” político-militar: Estados Unidos.
-Frente a la destrucción progresiva de la Naturaleza, como patrimonio de la Humanidad, fomento de la educación ecologista, independencia real de las ONG, lucha activa contra la explotación de un mundo que es de todos, pero que se utiliza para el beneficio de unos pocos.
En resumen: Si la Globalización económica y financiera, su mercado y sus oscuras y clandestinas organizaciones (FMI, BM, OMC, CE, OTAN, etc.) son las causantes de la globalización de la pobreza, el deber y el derecho de todos los ciudadanos del mundo debe ser luchar contra eso, enfrentarse a esa realidad, unirse en la denuncia y en la protesta, exigir democracia real y directa, constituir o fortalecer un movimiento mundial frente al Neoliberalismo y su globalización.
Por ética, por nuestra condición humanista, si se quiere también por nuestra Utopía, ese es, debe ser el objetivo para que otro mundo sea posible.
Ignacio Simó Garrido – 1-2-04.
No se trata de una frase. No es tampoco una posibilidad remota, más o menos probable. Es una seria y trágica advertencia real a corto plazo: “El futuro del mundo, compromiso de todos”.
Evidentemente, el compromiso es de todos, la responsabilidad es solo de algunos, los causante el Neoliberalismo y su globalización económica y financiera...
Aunque no es fácil dar una definición exacta de esa globalización, nos quedamos con la explicación de Giulio Girardi, cuando afirma:
“La Globalización neoliberal se caracteriza por la concentración del poder político, económico, militar y cultural en los países del capitalismo central (democracias occidentales y Japón), que asumen la libertad del mercado como instrumento y como máscara de la dominación mundial, ella representa, por tanto, la expresión más universal, más violenta y más oculta del imperialismo”.
Según esa definición lo que se viene globalizando realmente es la pobreza que, en mayor o menor grado, afecta ya a cerca de 5.000 millones de seres humanos.
Esta globalización, cada vez más excluyente y totalitaria, promovida por las grandes multinacionales e inspirada en la Trilateral a través de sus órganos interdependientes como son el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) en el terreno económico y financiero, junto a su bastión militar e imperialista encabezado por Estados Unidos y “su” OTAN, provoca de manera real y cruel que una quinta parte más rica de la humanidad, alrededor de 1.200 millones de personas, poseamos el 80% de los recursos mundiales, mientras que otra quinta parte, la más pobre, solo dispone del 0,5%.
Una Globalización así descrita produce que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres, provoca y aumenta la desigualdad de la riqueza y no se queda en eso, ya de por sí trágico e inhumano.
Cada día más parados, más precariedad, más despidos, peor trato a los inmigrantes, mayor número de marginados y excluidos...
No importan las personas, ni los valores morales y éticos. Lo que realmente importa es el dinero, el beneficio obtenido del petróleo, las armas, la droga y la prostitución...
Esta Globalización, además de incrementar la desigualdad y la más injusta distribución de la riqueza mundial, de aumentar las diferencias Norte-Sur y marginar en la pobreza y en la miseria estructural al Tercer Mundo (fundamentalmente Äfrica, Latinoamérica, sur y sudeste de Ýsia), trae consigo también otras consecuencias más generales pero terriblemente concretas, algunas de las cuales enumeramos a continuación:
-Todos los días mueren solo de hambre 70.000 seres humanos.
-Las guerras actualmente en curso (más de 40 en todo el mundo) producen miles y miles de muertos inocentes y cientos de miles de millones de dólares en armamentismo.
-Explotación laboral de más de 300 millones de niños y niñas.
-Mayor paro como consecuencia de las reducciones de plantillas para conseguir las empresas mayores beneficios.
-La Europa del Capital y de las democracias expulsa a miles de inmigrantes que no pueden vivir en sus países de origen.
-El destrozo de la Naturaleza se agiganta día a día: ozono, deforestación, matanza de miles de especies animales...
Podríamos continuar; podríamos seguir presentando hechos, cifras, porcentajes que solo servirían para corroborar todo lo afirmado anteriormente y demostrar que “el futuro del planeta, es compromiso de todos”...
Pero si bien ya hemos intentado indicar quienes son los responsables y causantes de esta trágica situación, ello no impide que los ciudadanos, los miles de millones de ciudadanos y ciudadanas del mundo, tomemos conciencia y adoptemos una postura decidida y activa frente a la amenaza que la Globalización neoliberal supone para el futuro de todos a corto plazo.
Ese compromiso de todos, según nuestro entender, pasa por la puesta en práctica de las siguientes actitudes:
-Frente al individualismo que el sistema trata de imponer política y culturalmente, la sociedad tiene que “armarse” de estructuras colectivas que luchen por la justicia, la igualdad y la verdadera democracia.
-Frente a la consigna “imperial” de “Lucha duradera contra el eje del mal”, lucha por la PAZ, NO a la guerra, Sí a la justicia, que los gastos militares se apliquen a gastos sociales y la justa distribución de la riqueza a nivel mundial.
-Frente a la democracia formal de partidos –“partitocracia”- la democracia directa de los ciudadanos.
-Frente al hambre y la carencia de medicinas que afecta a cerca de 5.000 millones de seres humanos, el desarme, no al militarismo, exigencia a los gobiernos para que realmente gobiernen y no se conviertan en acólitos subordinados de las directrices de las multinacionales, el FMI, el BM, la OMC y su “gendarme” político-militar: Estados Unidos.
-Frente a la destrucción progresiva de la Naturaleza, como patrimonio de la Humanidad, fomento de la educación ecologista, independencia real de las ONG, lucha activa contra la explotación de un mundo que es de todos, pero que se utiliza para el beneficio de unos pocos.
En resumen: Si la Globalización económica y financiera, su mercado y sus oscuras y clandestinas organizaciones (FMI, BM, OMC, CE, OTAN, etc.) son las causantes de la globalización de la pobreza, el deber y el derecho de todos los ciudadanos del mundo debe ser luchar contra eso, enfrentarse a esa realidad, unirse en la denuncia y en la protesta, exigir democracia real y directa, constituir o fortalecer un movimiento mundial frente al Neoliberalismo y su globalización.
Por ética, por nuestra condición humanista, si se quiere también por nuestra Utopía, ese es, debe ser el objetivo para que otro mundo sea posible.
Ignacio Simó Garrido – 1-2-04.
Nada es facil en la vida
Enviado por el día 5 de Marzo de 2004 a las 14:15
Si la Globalización económica y financiera, su mercado y sus oscuras y clandestinas organizaciones (FMI, BM, OMC, CE, OTAN,etc)etcetera????!!!!!
Clandestinas???de donde???,si son entidades que representan a los Gobiernos,y siguen politicas gubernamentales.
No amigo, Ud se equivoca,Globalizaciones hubo muchas ,tuvo esa pretension la comunista ,vio lo que quedo??,tuvo esa pretension la nazifascista,vio como la dejaron??,la unica globalizacion es la del Mundo,aceptela o terminara como ellos.
FRAGIL GLOBALIZACION
Martín Krause*
BUENOS AIRES (AIPE).- Cada día se publican artículos en revistas y en los diarios en referencia a la "globalización". Es el tema del momento, la palabra de moda. Es también el equivalente político a nivel internacional del así llamado "neoliberalismo" en las políticas económicas que distintos países aplican, particularmente en América Latina. Antes, las políticas intervencionistas también tenían un paradigma internacional, se llamaba el nuevo orden económico internacional (NOEI), a través del cual se querían trasladar a nivel global las políticas dirigistas que los gobiernos ya aplicaban a nivel local: controles del comercio de ciertos productos primarios, subsidios de países ricos a pobres, preferencias y otros.
De la misma forma como ya prácticamente no se habla de políticas intervencionistas a nivel local, ya nadie habla del NOEI, que fuera el paradigma de los organismos de las Naciones Unidas controlados por los países del Tercer Mundo.
Sin embargo, de la misma forma que la palabra "neoliberalismo" engaña a quien crea que se trata de un comprometido esfuerzo de avanzar hacia modelos más cercanos a los del liberalismo "clásico", sobre todo por estar sustentados en bases poco sólidas en cuanto a políticas fiscales y monetarias, la "globalización" también se asienta en terreno poco firme y una crisis mayor de la misma puede revertir todo el proceso de integración global que se conoce por ese nombre.
Tengamos en cuenta que el capitalismo, o la economía de mercado, tiene implícita una tendencia a "globalizar", que no es otra cosa que la fuerza de los emprendedores tratando de obtener mayores retornos y, al lograrlo, llevar a igualar los precios de los factores de producción a nivel global. De la misma forma que los precios tienden a igualarse en un mercado interno, también lo hacen en el mercado internacional si es que los gobiernos, de buena o mala gana, lo permiten aliviando las barreras que impiden su logro.
Esta tendencia, por supuesto, no es nueva. Ya hubo otras "GLOBALIZACIONes", siendo la más cercana y profunda la experimentada a fines del siglo pasado y principios de este. Podemos decir que la globalización de entonces era más profunda que la actual por varias razones: el proteccionismo era menor (particularmente en productos agrícolas), los movimientos migratorios no estaban cerrados como ahora (ni siquiera existía tal cosa como un pasaporte) y el mundo comercial y financiero se relacionaba con un patrón de moneda común: el oro.
Es precisamente este último punto el que muestra las complicaciones del actual proceso. El abandono del patrón oro a partir de la primera Guerra Mundial desató una "burbuja" alimentada por la expansión crediticia que colapsó en la crisis de los años 30. El resultado de esto fue el abandono de la "globalización", el predominio de las ideas estatizantes y la quiebra del sistema internacional por varias décadas. Después de la Segunda Guerra se reinició un proceso de apertura comercial y recién en los años 70 de apertura financiera, pero el régimen monetario y bancario nunca volvió a igualar la solidez de la anterior experiencia.
Hoy el sistema de moneda administrada por bancos centrales y sistemas bancarios que generan moneda secundaria a través de los mecanismos de reservas fraccionarias generan una burbuja tras otra. Los bancos japoneses tienen créditos impagos por 560 mil millones de dólares, una vez y media el PIB de la Argentina. En México el Fobaproa está sentado sobre una montaña de 65 mil millones de dólares de créditos incobrables.
Estos sistemas financieros son frágiles y la supuesta vigilancia de los bancos centrales ha fomentado más que controlado las riesgosas políticas crediticias que alimentan las burbujas. Si la crisis de los años 30 nos enseña algo es que de repetirse puede llevarnos a varias décadas de retraso en materia de "globalización". Quién sabe, tal vez el Nuevo Orden Económica Internacional tiene alguna esperanza todavía. ©
Clandestinas???de donde???,si son entidades que representan a los Gobiernos,y siguen politicas gubernamentales.
No amigo, Ud se equivoca,Globalizaciones hubo muchas ,tuvo esa pretension la comunista ,vio lo que quedo??,tuvo esa pretension la nazifascista,vio como la dejaron??,la unica globalizacion es la del Mundo,aceptela o terminara como ellos.
FRAGIL GLOBALIZACION
Martín Krause*
BUENOS AIRES (AIPE).- Cada día se publican artículos en revistas y en los diarios en referencia a la "globalización". Es el tema del momento, la palabra de moda. Es también el equivalente político a nivel internacional del así llamado "neoliberalismo" en las políticas económicas que distintos países aplican, particularmente en América Latina. Antes, las políticas intervencionistas también tenían un paradigma internacional, se llamaba el nuevo orden económico internacional (NOEI), a través del cual se querían trasladar a nivel global las políticas dirigistas que los gobiernos ya aplicaban a nivel local: controles del comercio de ciertos productos primarios, subsidios de países ricos a pobres, preferencias y otros.
De la misma forma como ya prácticamente no se habla de políticas intervencionistas a nivel local, ya nadie habla del NOEI, que fuera el paradigma de los organismos de las Naciones Unidas controlados por los países del Tercer Mundo.
Sin embargo, de la misma forma que la palabra "neoliberalismo" engaña a quien crea que se trata de un comprometido esfuerzo de avanzar hacia modelos más cercanos a los del liberalismo "clásico", sobre todo por estar sustentados en bases poco sólidas en cuanto a políticas fiscales y monetarias, la "globalización" también se asienta en terreno poco firme y una crisis mayor de la misma puede revertir todo el proceso de integración global que se conoce por ese nombre.
Tengamos en cuenta que el capitalismo, o la economía de mercado, tiene implícita una tendencia a "globalizar", que no es otra cosa que la fuerza de los emprendedores tratando de obtener mayores retornos y, al lograrlo, llevar a igualar los precios de los factores de producción a nivel global. De la misma forma que los precios tienden a igualarse en un mercado interno, también lo hacen en el mercado internacional si es que los gobiernos, de buena o mala gana, lo permiten aliviando las barreras que impiden su logro.
Esta tendencia, por supuesto, no es nueva. Ya hubo otras "GLOBALIZACIONes", siendo la más cercana y profunda la experimentada a fines del siglo pasado y principios de este. Podemos decir que la globalización de entonces era más profunda que la actual por varias razones: el proteccionismo era menor (particularmente en productos agrícolas), los movimientos migratorios no estaban cerrados como ahora (ni siquiera existía tal cosa como un pasaporte) y el mundo comercial y financiero se relacionaba con un patrón de moneda común: el oro.
Es precisamente este último punto el que muestra las complicaciones del actual proceso. El abandono del patrón oro a partir de la primera Guerra Mundial desató una "burbuja" alimentada por la expansión crediticia que colapsó en la crisis de los años 30. El resultado de esto fue el abandono de la "globalización", el predominio de las ideas estatizantes y la quiebra del sistema internacional por varias décadas. Después de la Segunda Guerra se reinició un proceso de apertura comercial y recién en los años 70 de apertura financiera, pero el régimen monetario y bancario nunca volvió a igualar la solidez de la anterior experiencia.
Hoy el sistema de moneda administrada por bancos centrales y sistemas bancarios que generan moneda secundaria a través de los mecanismos de reservas fraccionarias generan una burbuja tras otra. Los bancos japoneses tienen créditos impagos por 560 mil millones de dólares, una vez y media el PIB de la Argentina. En México el Fobaproa está sentado sobre una montaña de 65 mil millones de dólares de créditos incobrables.
Estos sistemas financieros son frágiles y la supuesta vigilancia de los bancos centrales ha fomentado más que controlado las riesgosas políticas crediticias que alimentan las burbujas. Si la crisis de los años 30 nos enseña algo es que de repetirse puede llevarnos a varias décadas de retraso en materia de "globalización". Quién sabe, tal vez el Nuevo Orden Económica Internacional tiene alguna esperanza todavía. ©