Teoría política
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¿Cuál es a postura de un liberal sobre las sectas?
Enviado por el día 21 de Julio de 2003 a las 21:23
Hola
Escribo para preguntaros la posición de un liberal frente a las sectas, si es que la tiene.
Supongo que dicha postura es como la que tenía un servidor hasta hace bien poco, es decir, ninguna. Me refiero a que si una persona adulta entra en una secta por decisión propia, venera a un líder por decisión propia, les dona el dinero voluntariamente, etc, no hay ningún problema. Si el liberalismo no hace juicios sobre la vida íntima de cada individuo y respeta la libertad individual ante todo, es de esperar que no sea de su incumbencia lo que hagan individuos adultos en su tiempo libre.
O lo que es lo mismo: ¿a mí qué me importa si hay algún loco que se cree la reencarnación de Vishnu y hay otros locos que le creen y deciden obedecerle? Sin embargo, hace poco hojeé un libro que me hizo, cuando menos, replantearme mi postura. En él se narraba cómo se engatusaba a posibles nuevos adeptos con supuesto "milagros", después se les enseñaba un ambiente atractivo, se les seducía prometiéndoles nuevos amigos y felicidad (generalmente aprovechando un momento de debilidad personal del incauto), posteriormente se les lavaba el cerebro y después llegaba lo ya sabido: entregarles todo el dinero, no comunicarse con externos, obediencia ciega, rituales, adoración al líder, amenazas a los que dudaban, etc (y cosas muchísimo peores que omito por razones de espacio).
Me pregunto si un liberal cree que debería legislarse para evitar la proliferación de este tipo de grupos (desconozco cuál es la legislación actual en España, si es que la hay). Evidentemente cuando se produzca una paliza, coerción por la fuerza, etc, ya se está cometiendo un delito, pero ¿y los lavados de cerebro, que anulan la voluntad del indivuduo? ¿y los rituales y el ambiente en que se somete al nuevo para evitarle cualquier tipo de pensamiento crítico? ¿y la coerción psicológica? ¿y el entregar el dinero a los jefes? ¿y la prohibición de practicar el sexo salvo con el líder?
Está claro que si el miembro de la secta está acatando estos hechos voluntariamente, la ley no tiene por qué entrometerse. Desde luego, el pretender perseguir estas prácticas puede parecer demasiado "intervencionista", pero...¿realmente las que las practican son libres o se les somete a tal coerción psicológica y anulación de la voluntad que no lo son? Estas y otras preguntas me hago cuando me planteo si debe legislarse en contra de dichos comportamientos. Hasta hace poco pensaba que no, pero después de leer los horrores de alguno de estos grupos, no lo tengo claro.
¿Qué opináis?
P.D. Ya sé que el tema es un poco off-topic, pero creo que subyace el concepto de libertad en el asunto y por ello pensé que estaría bien conocer la postura liberal.
Escribo para preguntaros la posición de un liberal frente a las sectas, si es que la tiene.
Supongo que dicha postura es como la que tenía un servidor hasta hace bien poco, es decir, ninguna. Me refiero a que si una persona adulta entra en una secta por decisión propia, venera a un líder por decisión propia, les dona el dinero voluntariamente, etc, no hay ningún problema. Si el liberalismo no hace juicios sobre la vida íntima de cada individuo y respeta la libertad individual ante todo, es de esperar que no sea de su incumbencia lo que hagan individuos adultos en su tiempo libre.
O lo que es lo mismo: ¿a mí qué me importa si hay algún loco que se cree la reencarnación de Vishnu y hay otros locos que le creen y deciden obedecerle? Sin embargo, hace poco hojeé un libro que me hizo, cuando menos, replantearme mi postura. En él se narraba cómo se engatusaba a posibles nuevos adeptos con supuesto "milagros", después se les enseñaba un ambiente atractivo, se les seducía prometiéndoles nuevos amigos y felicidad (generalmente aprovechando un momento de debilidad personal del incauto), posteriormente se les lavaba el cerebro y después llegaba lo ya sabido: entregarles todo el dinero, no comunicarse con externos, obediencia ciega, rituales, adoración al líder, amenazas a los que dudaban, etc (y cosas muchísimo peores que omito por razones de espacio).
Me pregunto si un liberal cree que debería legislarse para evitar la proliferación de este tipo de grupos (desconozco cuál es la legislación actual en España, si es que la hay). Evidentemente cuando se produzca una paliza, coerción por la fuerza, etc, ya se está cometiendo un delito, pero ¿y los lavados de cerebro, que anulan la voluntad del indivuduo? ¿y los rituales y el ambiente en que se somete al nuevo para evitarle cualquier tipo de pensamiento crítico? ¿y la coerción psicológica? ¿y el entregar el dinero a los jefes? ¿y la prohibición de practicar el sexo salvo con el líder?
Está claro que si el miembro de la secta está acatando estos hechos voluntariamente, la ley no tiene por qué entrometerse. Desde luego, el pretender perseguir estas prácticas puede parecer demasiado "intervencionista", pero...¿realmente las que las practican son libres o se les somete a tal coerción psicológica y anulación de la voluntad que no lo son? Estas y otras preguntas me hago cuando me planteo si debe legislarse en contra de dichos comportamientos. Hasta hace poco pensaba que no, pero después de leer los horrores de alguno de estos grupos, no lo tengo claro.
¿Qué opináis?
P.D. Ya sé que el tema es un poco off-topic, pero creo que subyace el concepto de libertad en el asunto y por ello pensé que estaría bien conocer la postura liberal.
Re: ¿Cuál es a postura de un liberal sobre las sectas?
Enviado por el día 21 de Julio de 2003 a las 23:43
Creo que el tema es interesante, porque se refiere en la especie al tratamiento de asociaciones que generalmente no requieren el pronunciamiento del Estado, las comunidades.
Debiera aplicarse el regimen general, o sea si son agrupaciones reconocidas y autorizadas, pueden ser disueltas cuando su objeto sea contrario a Derecho.
Si no son reconocidas el problema es mas complejo, porque requeriria de una actividad estatal cautelar y vigilante.
Pero siempre los privados (familiares del miembro, por ejemplo) pueden intentar acciones represivas de caracter civil.
Pero creo que tu pregunta va un poco antes, si apriori una organizacion de caracter cerrado que vincula intensamnete a sus miembros y que exige prestaciones debe ser rechazada.
Opino que no.
Si alguien se sujeta voluntariamente a un regimen de vida de comunidad que supone renuncia a derechos disponibles, seria absurdo impedirlo, conduciria por ejemplo, a la eliminacion de ordenes religiosas.
Pero si se trata de organizaciones dirigidas a amenazar a sus miembros para obtener beneficios pecuniarios, estariamos en presencia de actividades prohibidas, y aun punibles.
No creo que sea conveniente meter en el mismo saco a estas agrupaciones y desincentivarlas.
El Estado debe asegurar la proteccion de los derechos constitucionales, y mientras una comunidad no tenga por objetivo violar el Derecho no se puede prohibirlas o atacarlas.
Debiera aplicarse el regimen general, o sea si son agrupaciones reconocidas y autorizadas, pueden ser disueltas cuando su objeto sea contrario a Derecho.
Si no son reconocidas el problema es mas complejo, porque requeriria de una actividad estatal cautelar y vigilante.
Pero siempre los privados (familiares del miembro, por ejemplo) pueden intentar acciones represivas de caracter civil.
Pero creo que tu pregunta va un poco antes, si apriori una organizacion de caracter cerrado que vincula intensamnete a sus miembros y que exige prestaciones debe ser rechazada.
Opino que no.
Si alguien se sujeta voluntariamente a un regimen de vida de comunidad que supone renuncia a derechos disponibles, seria absurdo impedirlo, conduciria por ejemplo, a la eliminacion de ordenes religiosas.
Pero si se trata de organizaciones dirigidas a amenazar a sus miembros para obtener beneficios pecuniarios, estariamos en presencia de actividades prohibidas, y aun punibles.
No creo que sea conveniente meter en el mismo saco a estas agrupaciones y desincentivarlas.
El Estado debe asegurar la proteccion de los derechos constitucionales, y mientras una comunidad no tenga por objetivo violar el Derecho no se puede prohibirlas o atacarlas.