Teoría política
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Invitación a los liberales:foro sobre Chomsky
Enviado por el día 17 de Octubre de 2003 a las 06:40
Tomado de agoraya.com:
"Noam Chomsky, democracia y libre pensamiento
Noam Chomsky, democracia y libre pensamiento. Oscar Colombo Noam Chomsky, un célebre escritor norteamericano graduado en lingüística en la Universidad de Pennsylvania, es profesor del Massachusetts Institute of Technology y autor de importantísimos escritos lingüísticos como "Estructuras sintácticas", "Pensamientos y lenguaje" y "The logical structure of linguistic theory" entre otros. Al lado de su vocación lingüística, tenemos a alguien que dedicó mucho tiempo y estudio a sus ensayos que abarcan grandes áreas de carácter económico, social, cultural y sobre todo político como por ejemplo "El poder americano y sus nuevos mandarines", "Prefabricando el consenso", "Lucha de clases" y otros.
Dentro de los grandes intelectuales norteamericanos, es considerado el más radical en los Estados Unidos de hoy. Él es el principal crítico del sistema y de la política exterior estadounidense, los problemas de libertad y derechos humanos. Fue uno de los más importantes críticos de la guerra de Vietnam y del Golfo.
Muchos de sus estudios se concentraron en hacer públicos los hechos y decisiones políticas no morales que, tanto el gobierno de Estados Unidos como la CIA y otros de los servicios gubernamentales, intentaron encubrir.
Él siempre trabajó por sus preocupaciones en el ámbito social y las injusticias. Se puede decir que él le brinda un servicio a la comunidad, el servicio de despertarla y hacerle darse cuenta de lo que realmente está pasando detrás de las banderas de libertad e igualdad de oportunidades que el modelo proclama.
Nuestra hipótesis se basa en algo que Chomsky siempre cuestiona: la verosimilitud de la democracia. Nuestro modelo de vida tiene en parte su origen en el paradigma norteamericano y es por eso que nos cuestionamos si los ideales en los cuales nuestros proyectos se apoyan tienen un basamento tan sólido como el que proclaman. La imagen de libertad, legalidad, moral y ética que los Estados Unidos quiere imponer a la opinión pública mundial tiene varios puntos que le juegan en contra, aunque no los notemos o los ignoremos diariamente.
Debajo de la máscara de justicia nos encontramos con toda una red de manipulación ideológica y una "censura legal de estado". Chomsky afirma que día a día la democracia se va deteriorando cada vez más. Noam Chomsky afirma que "hablar de un mundo cada vez más democrático es de poca seriedad intelectual". También comenta que en los Estados Unidos "se gastan aproximadamente mil millones de dólares anuales en controlarle las ideas a la gente, lamentablemente con éxito". Esto nos muestra que vivimos bajo un estricto régimen de control ejercido por los sectores más poderosos. Es decir los grandes capitales que manejan al gobierno más poderoso del mundo para sus propios intereses económicos. En uno de los libros de Chomsky, se destaca que no se puede forzar el consenso porque su obviedad lo haría inadmisible a los ojos de los norteamericanos y es por eso que recurren a un sofisticado sistema de adoctrinamiento popular y control del pensamiento. Alex Carey dice que a medida que crece la libertad, la necesidad de coaccionar y de controlar la opinión también aumenta para evitar que el pueblo haga uso de esa libertad. Evidentemente encontramos una contradicción en esta frase porque a medida que crece la libertad, debería cesar el control, pero sucede inversamente. Un concreto ejemplo de las acciones propagandísticas ocurrió durante la primera guerra mundial. La plataforma norteamericana era de "Paz sin victoria", de permanecer a un lado en la guerra. Pero la política debía cambiar y para eso era necesario cambiar la opinión pública. Esto se logró gracias a una comisión del gobierno, llamada Comisión Creel, que logró, en seis meses, convertir a una población pacifista en una histérica y belicosa masa que ansiaba destruir Alemania. Otras manipulaciones ocurrieron a través de la historia, como por ejemplo el Miedo a los Rojos. Esto tuvo repercusión imperativa. En la época del "Macarthismo" se destruyeron los sindicatos y se eliminaron los peligrosos problemas de la libertad de prensa y libertad de pensamiento político. A lo largo de la historia de Estados Unidos, sucedieron muchos eventos que nos dan indicios de la falta de libertad de todo tipo, controlado por las mafias u otras organizaciones. Los asesinatos de figuras revolucionarias como Martin Luther King, Malcom X, los hermanos John y Robert Kennedy, y otros nos dan una sensación de que no te permitirán hacer nada que los perjudique. Actas secretas del Ministerio de Propaganda Británico mencionan que el compromiso central era "controlar el pensamiento de todo el mundo", cosa que funcionó y es por ello que estas tendencias siguen en vigencia. Fraudes electorales ocurren constantemente. Los medios y el gobierno dan más importancia a las cosas irrelevantes para eludir información informalmente clasificada, así el pueblo no piensa en lo que debería y se distrae con periferias, las cuales podrían llegar a ser una guerra. El mismísimo Chomsky asegura que sus libros son más conocidos fuera de Estados Unidos que dentro de él. Nuestro amigo Noam menciona que esto se debe a que sufrió varios sabotajes. Por ejemplo, las editoriales donde sus libros serían publicados, sufrieron presiones económicas, fueron obligadas a cambiar a sus dirigentes o simplemente fueron compradas por empresas mayores que tomaron el control. Así es como sus libros fueron de cierta manera censurados por métodos legales.
Estados Unidos suele mencionarse como el país seguidor de las enseñanzas de Adam Smith, H. Hazlit y otros, defensores de la libertad y el libre mercado, pero la política de los norteamericanos denuncia su propia contradicción al adoptar una política proteccionista, que tiende a demoler al librecambio clásico para así proteger y asegurar los intereses de las transnacionales. También se suele hablar de la democracia, la cual supuestamente tiene su mayor resplandor en los Estados Unidos. Pero ésta es la nación que tuvo esclavos hasta 1860, la que no aceptó legalmente la igualdad de derechos entre blancos y negros hasta 1960 y la que actualmente se abstiene a firmar muchos pactos defensores de las declaraciones universales de derechos humanos. Acerca de la democracia en el área política, Chomsky comenta, en la nota citada previamente, que "Las elites occidentales aceptan los mecanismos formales de la democracia, pero consideran que las manifestaciones concretas de libertad individual o comunitaria son un peligro que hay que combatir, como lo demuestra la campaña terrorista impulsada por los Estados Unidos durante la década del ·80 en América Central para "aplacar" un posible brote democrático en la región. Se podría trazar una correlación entre la influencia norteamericana y el deterioro de la democracia real en la misma". Un ejemplo de este fenómeno se dio en Honduras donde durante la difundida "década de la democracia" aumentó la pobreza y el abuso a los derechos humanos. Estos fenómenos no son sólo ideologías de exportación imperialista de EE.UU., sino que ocurren asimismo dentro de su propio sistema. Se educa al pueblo de manera que se limite a mirar desde afuera las decisiones políticas del país, las cuales van a marcar directamente el rumbo de su vida, buscando luego que el ciudadano obedezca fielmente votando al candidato correcto cada nuevo período electoral. Se considera al pueblo ignorante, entrometido, y sin derecho a tener acceso al poder político. Un ejemplo de estas restricciones se ve en los años 60 cuando grupos minoritarios se organizaron para presentar diferentes demandas a las autoridades. Estas actitudes fueron catalogadas como una "crisis de la democracia que debía ser corregida y reprimida".
Las multinacionales, como siempre apoyadas por el gobierno de Estados Unidos, han estado expandiéndose hacia el Tercer Mundo. La gran internacionalización de los capitales está en marcha para poder evadir el cumplimiento de gran parte del contrato social y laboral con los trabajadores. Las multinacionales, ahora pueden contratar trabajadores del ex bloque soviético donde continúan las mismas estrategias de antidesarrollo neoliberales. Es decir que tendrán mano de obra barata que no pedirá por sus derechos y serán fácilmente reprimidos. En las ciudades tercermundistas el reflejo de esta política es la polarización de la riqueza, eliminando la clase media. Esto es mencionado para demostrar que realmente no se promueve una corriente de democracia, sino que se aprovechan de los sistemas que no alcanzan un carácter democrático para explotarlo a su propio beneficio. Chomsky denuncia que EE.UU. pretende gobernar indirectamente, a través de gobiernos débiles que acuerden con los intereses de las multinacionales norteamericanas; destruyendo todo intento de democracia.
Actualmente los pueblos desarrollados, principalmente en Europa, tienden a una búsqueda alternativa de la libertad. La comunidad quiere liberarse de los opresores actuales que no son monarcas, no son dictadores, sino que son las grandes multinacionales que ejercen un subliminal, pero efectivo, control en todos los gobiernos del planeta. Esta corriente está siendo canalizada con el revitalizamiento de las ideologías socialistas y democráticas, la recuperación del control popular sobre las instituciones mediante sindicatos y cooperativas económicas. Este hecho se está dando en muchos países como Francia, Gran Bretaña, Grecia, Portugal, Suecia, Luxemburgo, Alemania, Italia, Bélgica, Holanda, Austria, Dinamarca y Finlandia. Creo que el principal objetivo es combatir el poder centralizado, como el de la Unión Europea que posee en demasía. Desafortunadamente, ante el avance de la globalización y la internacionalización de los procesos económicos, el nivel popular no está reaccionando ni siquiera cuestionando ni desafiándolo".
Bibliografía
Clarín, 10 de junio de 1993. Suplemento "Cultura y Nación". Título de la nota: "Noam Chomsky. Las fronteras abiertas del Tercer Mundo". Escrito por M.G.S.
Primer Plano, 26 de abril de 1992. Título de la nota: "Los éxitos de la propaganda". No figura el autor.
El Periodista, 2-8 de diciembre de 1988. Título de la nota: "Democracia, made in USA". Escrito por Patricia Lombroso.
Lucha de Clases. Editorial Crítica. Escrito por Noam Chomsky.
"Noam Chomsky, democracia y libre pensamiento
Noam Chomsky, democracia y libre pensamiento. Oscar Colombo Noam Chomsky, un célebre escritor norteamericano graduado en lingüística en la Universidad de Pennsylvania, es profesor del Massachusetts Institute of Technology y autor de importantísimos escritos lingüísticos como "Estructuras sintácticas", "Pensamientos y lenguaje" y "The logical structure of linguistic theory" entre otros. Al lado de su vocación lingüística, tenemos a alguien que dedicó mucho tiempo y estudio a sus ensayos que abarcan grandes áreas de carácter económico, social, cultural y sobre todo político como por ejemplo "El poder americano y sus nuevos mandarines", "Prefabricando el consenso", "Lucha de clases" y otros.
Dentro de los grandes intelectuales norteamericanos, es considerado el más radical en los Estados Unidos de hoy. Él es el principal crítico del sistema y de la política exterior estadounidense, los problemas de libertad y derechos humanos. Fue uno de los más importantes críticos de la guerra de Vietnam y del Golfo.
Muchos de sus estudios se concentraron en hacer públicos los hechos y decisiones políticas no morales que, tanto el gobierno de Estados Unidos como la CIA y otros de los servicios gubernamentales, intentaron encubrir.
Él siempre trabajó por sus preocupaciones en el ámbito social y las injusticias. Se puede decir que él le brinda un servicio a la comunidad, el servicio de despertarla y hacerle darse cuenta de lo que realmente está pasando detrás de las banderas de libertad e igualdad de oportunidades que el modelo proclama.
Nuestra hipótesis se basa en algo que Chomsky siempre cuestiona: la verosimilitud de la democracia. Nuestro modelo de vida tiene en parte su origen en el paradigma norteamericano y es por eso que nos cuestionamos si los ideales en los cuales nuestros proyectos se apoyan tienen un basamento tan sólido como el que proclaman. La imagen de libertad, legalidad, moral y ética que los Estados Unidos quiere imponer a la opinión pública mundial tiene varios puntos que le juegan en contra, aunque no los notemos o los ignoremos diariamente.
Debajo de la máscara de justicia nos encontramos con toda una red de manipulación ideológica y una "censura legal de estado". Chomsky afirma que día a día la democracia se va deteriorando cada vez más. Noam Chomsky afirma que "hablar de un mundo cada vez más democrático es de poca seriedad intelectual". También comenta que en los Estados Unidos "se gastan aproximadamente mil millones de dólares anuales en controlarle las ideas a la gente, lamentablemente con éxito". Esto nos muestra que vivimos bajo un estricto régimen de control ejercido por los sectores más poderosos. Es decir los grandes capitales que manejan al gobierno más poderoso del mundo para sus propios intereses económicos. En uno de los libros de Chomsky, se destaca que no se puede forzar el consenso porque su obviedad lo haría inadmisible a los ojos de los norteamericanos y es por eso que recurren a un sofisticado sistema de adoctrinamiento popular y control del pensamiento. Alex Carey dice que a medida que crece la libertad, la necesidad de coaccionar y de controlar la opinión también aumenta para evitar que el pueblo haga uso de esa libertad. Evidentemente encontramos una contradicción en esta frase porque a medida que crece la libertad, debería cesar el control, pero sucede inversamente. Un concreto ejemplo de las acciones propagandísticas ocurrió durante la primera guerra mundial. La plataforma norteamericana era de "Paz sin victoria", de permanecer a un lado en la guerra. Pero la política debía cambiar y para eso era necesario cambiar la opinión pública. Esto se logró gracias a una comisión del gobierno, llamada Comisión Creel, que logró, en seis meses, convertir a una población pacifista en una histérica y belicosa masa que ansiaba destruir Alemania. Otras manipulaciones ocurrieron a través de la historia, como por ejemplo el Miedo a los Rojos. Esto tuvo repercusión imperativa. En la época del "Macarthismo" se destruyeron los sindicatos y se eliminaron los peligrosos problemas de la libertad de prensa y libertad de pensamiento político. A lo largo de la historia de Estados Unidos, sucedieron muchos eventos que nos dan indicios de la falta de libertad de todo tipo, controlado por las mafias u otras organizaciones. Los asesinatos de figuras revolucionarias como Martin Luther King, Malcom X, los hermanos John y Robert Kennedy, y otros nos dan una sensación de que no te permitirán hacer nada que los perjudique. Actas secretas del Ministerio de Propaganda Británico mencionan que el compromiso central era "controlar el pensamiento de todo el mundo", cosa que funcionó y es por ello que estas tendencias siguen en vigencia. Fraudes electorales ocurren constantemente. Los medios y el gobierno dan más importancia a las cosas irrelevantes para eludir información informalmente clasificada, así el pueblo no piensa en lo que debería y se distrae con periferias, las cuales podrían llegar a ser una guerra. El mismísimo Chomsky asegura que sus libros son más conocidos fuera de Estados Unidos que dentro de él. Nuestro amigo Noam menciona que esto se debe a que sufrió varios sabotajes. Por ejemplo, las editoriales donde sus libros serían publicados, sufrieron presiones económicas, fueron obligadas a cambiar a sus dirigentes o simplemente fueron compradas por empresas mayores que tomaron el control. Así es como sus libros fueron de cierta manera censurados por métodos legales.
Estados Unidos suele mencionarse como el país seguidor de las enseñanzas de Adam Smith, H. Hazlit y otros, defensores de la libertad y el libre mercado, pero la política de los norteamericanos denuncia su propia contradicción al adoptar una política proteccionista, que tiende a demoler al librecambio clásico para así proteger y asegurar los intereses de las transnacionales. También se suele hablar de la democracia, la cual supuestamente tiene su mayor resplandor en los Estados Unidos. Pero ésta es la nación que tuvo esclavos hasta 1860, la que no aceptó legalmente la igualdad de derechos entre blancos y negros hasta 1960 y la que actualmente se abstiene a firmar muchos pactos defensores de las declaraciones universales de derechos humanos. Acerca de la democracia en el área política, Chomsky comenta, en la nota citada previamente, que "Las elites occidentales aceptan los mecanismos formales de la democracia, pero consideran que las manifestaciones concretas de libertad individual o comunitaria son un peligro que hay que combatir, como lo demuestra la campaña terrorista impulsada por los Estados Unidos durante la década del ·80 en América Central para "aplacar" un posible brote democrático en la región. Se podría trazar una correlación entre la influencia norteamericana y el deterioro de la democracia real en la misma". Un ejemplo de este fenómeno se dio en Honduras donde durante la difundida "década de la democracia" aumentó la pobreza y el abuso a los derechos humanos. Estos fenómenos no son sólo ideologías de exportación imperialista de EE.UU., sino que ocurren asimismo dentro de su propio sistema. Se educa al pueblo de manera que se limite a mirar desde afuera las decisiones políticas del país, las cuales van a marcar directamente el rumbo de su vida, buscando luego que el ciudadano obedezca fielmente votando al candidato correcto cada nuevo período electoral. Se considera al pueblo ignorante, entrometido, y sin derecho a tener acceso al poder político. Un ejemplo de estas restricciones se ve en los años 60 cuando grupos minoritarios se organizaron para presentar diferentes demandas a las autoridades. Estas actitudes fueron catalogadas como una "crisis de la democracia que debía ser corregida y reprimida".
Las multinacionales, como siempre apoyadas por el gobierno de Estados Unidos, han estado expandiéndose hacia el Tercer Mundo. La gran internacionalización de los capitales está en marcha para poder evadir el cumplimiento de gran parte del contrato social y laboral con los trabajadores. Las multinacionales, ahora pueden contratar trabajadores del ex bloque soviético donde continúan las mismas estrategias de antidesarrollo neoliberales. Es decir que tendrán mano de obra barata que no pedirá por sus derechos y serán fácilmente reprimidos. En las ciudades tercermundistas el reflejo de esta política es la polarización de la riqueza, eliminando la clase media. Esto es mencionado para demostrar que realmente no se promueve una corriente de democracia, sino que se aprovechan de los sistemas que no alcanzan un carácter democrático para explotarlo a su propio beneficio. Chomsky denuncia que EE.UU. pretende gobernar indirectamente, a través de gobiernos débiles que acuerden con los intereses de las multinacionales norteamericanas; destruyendo todo intento de democracia.
Actualmente los pueblos desarrollados, principalmente en Europa, tienden a una búsqueda alternativa de la libertad. La comunidad quiere liberarse de los opresores actuales que no son monarcas, no son dictadores, sino que son las grandes multinacionales que ejercen un subliminal, pero efectivo, control en todos los gobiernos del planeta. Esta corriente está siendo canalizada con el revitalizamiento de las ideologías socialistas y democráticas, la recuperación del control popular sobre las instituciones mediante sindicatos y cooperativas económicas. Este hecho se está dando en muchos países como Francia, Gran Bretaña, Grecia, Portugal, Suecia, Luxemburgo, Alemania, Italia, Bélgica, Holanda, Austria, Dinamarca y Finlandia. Creo que el principal objetivo es combatir el poder centralizado, como el de la Unión Europea que posee en demasía. Desafortunadamente, ante el avance de la globalización y la internacionalización de los procesos económicos, el nivel popular no está reaccionando ni siquiera cuestionando ni desafiándolo".
Bibliografía
Clarín, 10 de junio de 1993. Suplemento "Cultura y Nación". Título de la nota: "Noam Chomsky. Las fronteras abiertas del Tercer Mundo". Escrito por M.G.S.
Primer Plano, 26 de abril de 1992. Título de la nota: "Los éxitos de la propaganda". No figura el autor.
El Periodista, 2-8 de diciembre de 1988. Título de la nota: "Democracia, made in USA". Escrito por Patricia Lombroso.
Lucha de Clases. Editorial Crítica. Escrito por Noam Chomsky.
Re: Invitación a los anti-liberales: foro sobre Chomsky
Enviado por el día 17 de Octubre de 2003 a las 14:33
Re: Re: Invitación a los anti-liberales: foro sobre Chomsky
Enviado por el día 17 de Octubre de 2003 a las 14:38
Que amplitud de miras y sobre todo racionalidad.Excelente!
Porque otras visiones son posibles...
Enviado por el día 17 de Octubre de 2003 a las 15:05
"CHOMSKY, PARA PRINCIPIANTES E INICIATICOS (Contraculturantes)
Vääronik Warliehren M.
L'enfant terrible de la lingüística, demiurgo
demoníaco del M.I.T., oveja negra para la aristocracia
intelectual de Estados Unidos, Noam Chomsky no es --y
esa es nuestra tragedia-- la conciencia de su nación;
por el contrario, las autoridades de ese país con
seguridad lo consideran más que un molesto mosquito
cuyo zumbido, no obstante, no pueden acallar, porque
sería --díria Chomsky con su natural sarcasmo--
"políticamente incorrecto".
Desde su infancia, el autor de The logical structure
of linguistic theory recuerda haber estado rodeado por
genuinos representantes de la avanzada izquierda
judía; más tarde, la lectura de algunos anarquistas,
entre éstos Bakunin y Pannekoek, moldea los
fundamentos de su pensamiento. En términos generales,
éste se basa en valores como la responsabilidad
social, la integridad, y un compromiso con la verdad.
Sobra señalar que tal actitud en la segunda mitad del
siglo XX --y todavía más en lo que va del XXI-- ha
costado a Chomsky un sinnúmero de confrontaciones con
todo tipo de grupos, para los cuales, evidentemente,
la única prioridad son los intereses del poder. Por su
crítica insobornable, ha recibido todo tipo de
recriminaciones: de Estados Unidos, la de ser
antipatriota; de los socialistas, la de ser
antisoviético (en su momento) y anticomunista (en
cualquier momento); de los árabes, la de tener una
posición a favor de Israel, y de los judíos, la de ser
antisemita (o, todavía más aberrante, pro nazi).
Por fortuna, para él es más importante la congruencia
que el favor de intelectuales pertenecientes a grupos
a los que llama "los comisarios", que siempre ocultan
en forma deliberada los hechos con un lenguaje oscuro
para impedir el paso de la verdad hasta la gente
común. Como Bakunin, Chomsky está convencido de que en
una sociedad justa, los intelectuales deben ser
"trabajadores del intelecto", cuyo producto quede al
alcance de todos los demás para el mejoramiento de sus
vidas.
Chomsky rechaza de plano la suposición de que
cualquier grupo determinado sea poseedor de poder y
verdad, así como del derecho de ejercer la violencia
contra otros incluso a pesar de la propia historia.
Por esta razón ha criticado tanto al socialismo
autoritario como a los gobiernos ilustrados y
"demócratas", y a cualquier otro organismo que, con el
pretexto de "saber" qué es lo mejor para la gente,
pretenda decidir por ella lo que debe pensar, cómo
vivir o en qué creer.
De igual forma, en el mismo espíritu de Voltaire, para
Chomsky uno de los derechos intrínsecos del ser humano
es el de expresión. En su opinión, ni siquiera debe
considerarse como un favor otorgado por la autoridad
la libertad de pensar, escribir o decir según nuestra
voluntad, a pesar de que esto sea contrario a las
ideas prevalecientes o a las "verdades" de las élites
gobernantes. "Toda idea y posibilidad debe ser
ponderada, y su valor neto determinado, en el dominio
público o dentro del campo al que corresponda".
En resumen, cada individuo, afirma Chomsky, debe
disfrutar de acceso al conocimiento; así asumiría la
responsabilidad de utilizar ese conocimiento para
tomar las decisiones adecuadas sobre lo que debe
aprovechar y lo que debe descartar (de cada
propuesta). "El grupo marginal de intelectuales más o
menos honestos (fundamentará) sus decisiones morales
en relación con las consecuencias humanas que éstas
impliquen". Una lógica en principio bastante sencilla,
pero lamentablemente no grata para quienes, al sólo
importar el control social, consideran la moral --como
comentó alguna vez Woody Allen-- "un árbol que da
moras".
Y al calce, continuó:
Como en ninguna otra época de la historia, la
humanidad se encuentra en una encrucijada: Un camino
conduce al desaliento y a la desesperación absoluta;
el otro, a la extinción total.
Oremos para que nos sea concedida la sabiduría que nos
permita hacer la elección correcta..."
Vääronik Warliehren M.
L'enfant terrible de la lingüística, demiurgo
demoníaco del M.I.T., oveja negra para la aristocracia
intelectual de Estados Unidos, Noam Chomsky no es --y
esa es nuestra tragedia-- la conciencia de su nación;
por el contrario, las autoridades de ese país con
seguridad lo consideran más que un molesto mosquito
cuyo zumbido, no obstante, no pueden acallar, porque
sería --díria Chomsky con su natural sarcasmo--
"políticamente incorrecto".
Desde su infancia, el autor de The logical structure
of linguistic theory recuerda haber estado rodeado por
genuinos representantes de la avanzada izquierda
judía; más tarde, la lectura de algunos anarquistas,
entre éstos Bakunin y Pannekoek, moldea los
fundamentos de su pensamiento. En términos generales,
éste se basa en valores como la responsabilidad
social, la integridad, y un compromiso con la verdad.
Sobra señalar que tal actitud en la segunda mitad del
siglo XX --y todavía más en lo que va del XXI-- ha
costado a Chomsky un sinnúmero de confrontaciones con
todo tipo de grupos, para los cuales, evidentemente,
la única prioridad son los intereses del poder. Por su
crítica insobornable, ha recibido todo tipo de
recriminaciones: de Estados Unidos, la de ser
antipatriota; de los socialistas, la de ser
antisoviético (en su momento) y anticomunista (en
cualquier momento); de los árabes, la de tener una
posición a favor de Israel, y de los judíos, la de ser
antisemita (o, todavía más aberrante, pro nazi).
Por fortuna, para él es más importante la congruencia
que el favor de intelectuales pertenecientes a grupos
a los que llama "los comisarios", que siempre ocultan
en forma deliberada los hechos con un lenguaje oscuro
para impedir el paso de la verdad hasta la gente
común. Como Bakunin, Chomsky está convencido de que en
una sociedad justa, los intelectuales deben ser
"trabajadores del intelecto", cuyo producto quede al
alcance de todos los demás para el mejoramiento de sus
vidas.
Chomsky rechaza de plano la suposición de que
cualquier grupo determinado sea poseedor de poder y
verdad, así como del derecho de ejercer la violencia
contra otros incluso a pesar de la propia historia.
Por esta razón ha criticado tanto al socialismo
autoritario como a los gobiernos ilustrados y
"demócratas", y a cualquier otro organismo que, con el
pretexto de "saber" qué es lo mejor para la gente,
pretenda decidir por ella lo que debe pensar, cómo
vivir o en qué creer.
De igual forma, en el mismo espíritu de Voltaire, para
Chomsky uno de los derechos intrínsecos del ser humano
es el de expresión. En su opinión, ni siquiera debe
considerarse como un favor otorgado por la autoridad
la libertad de pensar, escribir o decir según nuestra
voluntad, a pesar de que esto sea contrario a las
ideas prevalecientes o a las "verdades" de las élites
gobernantes. "Toda idea y posibilidad debe ser
ponderada, y su valor neto determinado, en el dominio
público o dentro del campo al que corresponda".
En resumen, cada individuo, afirma Chomsky, debe
disfrutar de acceso al conocimiento; así asumiría la
responsabilidad de utilizar ese conocimiento para
tomar las decisiones adecuadas sobre lo que debe
aprovechar y lo que debe descartar (de cada
propuesta). "El grupo marginal de intelectuales más o
menos honestos (fundamentará) sus decisiones morales
en relación con las consecuencias humanas que éstas
impliquen". Una lógica en principio bastante sencilla,
pero lamentablemente no grata para quienes, al sólo
importar el control social, consideran la moral --como
comentó alguna vez Woody Allen-- "un árbol que da
moras".
Y al calce, continuó:
Como en ninguna otra época de la historia, la
humanidad se encuentra en una encrucijada: Un camino
conduce al desaliento y a la desesperación absoluta;
el otro, a la extinción total.
Oremos para que nos sea concedida la sabiduría que nos
permita hacer la elección correcta..."