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Igualdad y mérito
Enviado por el día 30 de Agosto de 2006 a las 14:57
Aunque la propia naturaleza, mediante la reproducción sexuada y la herencia genética, busca la variedad y la desigualdad de los seres humanos, muchos creen que la igualdad es la meta que debemos perseguir. El biólogo Ernst Mayr escribió: “Hay muy pocas características humanas que no presenten una enorme variación (poliformismo) en cada población. Esta diversidad es, precisamente, la base de una sociedad saludable. Permite la división del trabajo, pero también exige un sistema social que haga posible que cada persona encuentre el nicho concreto de la sociedad para el que está mejor adaptada”. “Casi todo el mundo está a favor de la igualdad y está de acuerdo en que igualdad significa igualdad ante la ley e igualdad de oportunidades. Pero no significa identidad total. La igualdad es un concepto social y ético, no un concepto biológico. Olvidar la diversidad biológica humana en nombre de la igualdad sólo puede provocar daños; ha constituido un impedimento en la educación, en la medicina y en muchas otras actividades humanas” (De “Así es la biología” – Editorial Debate SA).

Desde las épocas de Adam Smith se reconocen las ventajas de la división (o especialización) del trabajo. Para el establecimiento de una productividad aceptable, es imprescindible una gran diversidad en las características y en las preferencias laborales de los distintos seres humanos. Rudoph Emerson expresó: “Todos los hombres que conozco son superiores a mí en algún sentido, y en ese sentido puedo aprender de todos”.

Esta superioridad parcial, existente y necesaria, no es admitida por todos, ya que, respecto de quienes nos superan, se pueden adoptar dos actitudes extremas: una consiste en admirarlos e imitarlos, mientras que la otra actitud implica envidiarlos o bien negar los valores y habilidades que posean. Gonzalo Fernández de la Mora escribió: “El envidioso estima los valores, pero le duele que los posea otro y le hagan más feliz. En cambio, el resentido llega a negar los valores y aun a considerarlos contravalores” (De “La envidia igualitaria” – Editorial Sudamericana-Planeta).

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Re: Igualdad y mérito
Enviado por el día 30 de Agosto de 2006 a las 15:00
El símbolo de la justicia es la balanza en equilibrio, de ahí que la igualdad se considera como una condición de justicia. Cuando se habla de justicia social, se acepta tácitamente una igualitaria distribución de la cosecha, pero no una previa e igualitaria distribución de la siembra. De ahí que muchos tienden a ser generosos con los medios económicos ajenos. Gonzalo Fernández de la Mora escribió: “Los demagogos apelan a la envidia porque su universalidad hace que todos los hombres sean víctimas potenciales y porque la invencible desigualdad de las capacidades personales y la irremediable limitación de muchos bienes sociales hacen que, necesariamente, la mayoría sea inferior a ciertas minorías. El cultivo de ese sentimiento de inferioridad envidiosa es la táctica política dominante, por lo menos, en la edad contemporánea. El demagógico fomento de la envidia, como cuanto se refiere a ese sentimiento inconfesable, no se realiza de modo franco, sino encubierto. Un enmascaramiento muy actual de la envidia colectiva es la llamada «justicia social»”.

El capitalismo privado tiende a producir diferencias económicas y sociales, pero con grandes rendimientos productivos. Las economías dirigidas, por el contrario, buscan la igualdad económica a costa de una baja productividad. En un caso tenemos la desigualdad en la riqueza y en el otro caso la igualdad en la pobreza. Respecto de la actitud del que prefiere una u otra opción, podemos ejemplificarla suponiendo el caso de alguien que tiene que elegir a sus vecinos. Si se trata de una persona no envidiosa, preferirá que sus vecinos tengan mucho dinero. De esa manera, en caso de que le falten los medios económicos básicos, es posible que reciba alguna ayuda de quienes más tienen. Por el contrario, la persona envidiosa preferirá tener vecinos tanto o más pobres que él. Cuando le falte algo, casi nadie podrá ayudarlo. Como siempre, la búsqueda de la felicidad y la del éxito competitivo son excluyentes. (Se ha ignorado, en el ejemplo mencionado, la tendencia de la gente pobre a ser solidaria, algo que muchas veces no sucede con los que más tienen. La analogía tiene validez para la sociedad en general, antes que para el vecino inmediato).

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Re: Re: Igualdad y mérito
Enviado por el día 30 de Agosto de 2006 a las 15:02
Las tendencias políticas denominadas izquierda y derecha pueden asociarse, respectivamente, a la búsqueda prioritaria de la igualdad y a la búsqueda de la libertad, según lo propone el escritor Norberto Bobbio. La igualdad económica, liberadora de la envidia, fue la meta de la sociedad comunista, aunque para ello se debió restringir totalmente la libertad. La sociedad liberal tiende a producir desigualdades notorias, de ahí que deban buscarse soluciones intermedias, ya que la falta de libertad hace desdichada la vida del hombre, mientras que las desigualdades sociales notorias crean tensiones que tarde o temprano llevarán a conflictos insuperables. C. Bouglé escribió: “La igualdad de oportunidades no está hecha para borrar, sino para poner de relieve la desigualdad de capacidades”.

Si tratamos de establecer un orden social que satisfaga al envidioso, estaremos favoreciendo la existencia de la envidia, y también de la desigualdad, aunque se predique lo contrario. El envidioso verá justificado su accionar y no tratará de evitar su actitud negativa. En el ámbito educativo, en algunas escuelas, se llegó al extremo de que el abanderado del establecimiento surgió de la elección de sus propios compañeros. Al desconocer sus méritos, y al no otorgarle la distinción que los reconoce, el establecimiento permitió igualar al que hizo méritos con el que no realizó esfuerzo alguno.

El lema igualitario del marxismo sugiere “De cada uno según su capacidad, para cada uno según sus necesidades”, lo que implica que se debe sembrar según su capacidad (desigual) y cosechar según su necesidad (igualitariamente). Este “igualitarismo” se opone a la “meritocracia” que contempla el esfuerzo y las capacidades individuales. La sociedad comunista ha sido, y sigue siendo, el ideal del envidioso y del que tiene poca aptitudes para el trabajo.

La mentalidad que favorece el predominio de la actitud envidiosa puede ejemplificarse en el caso de una reunión de aficionados a la filosofía. En tal caso, se considera tan valiosa la opinión del que leyó bastante, y del que se dedica al tema desde mucho tiempo atrás, que la del adolescente que piensa por primera vez una respuesta o emite una rápida opinión. En un ámbito como el descrito, predominará la mediocridad. La excesiva “igualdad” impedirá la enseñanza y el aprendizaje, ya que se considera que nadie sabe más que otro. La desigualdad del nivel de conocimientos podrá herir al envidioso, de ahí que es un concepto que se lo trata de suprimir.

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Re: Re: Re: Igualdad y mérito
Enviado por el día 30 de Agosto de 2006 a las 15:04
Así como los procesos térmicos requieren de un desequilibrio térmico y los procesos eléctricos requieren de un desequilibrio eléctrico, los procesos sociales también han de ser impulsados por ciertas desigualdades previas. Un concepto similar es sustentado por el economista John Rawls. Al respecto, Raymond Boudon escribe: “Consciente de que esta elevación del nivel de base sea obtenida mediante un aumento de las desigualdades, poco importa que el rico se torne más rico si se puede demostrar que ello permite al pobre volverse menos pobre: ése es el mensaje de las curvas rawlsianas. Tal es el contenido del célebre principio de diferencia: la diferencia entre el mejor y el peor dotados debe justificarse por el hecho de que contribuye a mejorar la condición del segundo” (Citado en “Los profetas de la felicidad” de Alain Minc – Editorial Paidós SAICF).

Tanto el envidioso como el resentido observan la realidad ampliamente influenciados por sus sentimientos negativos, distorsionándola casi totalmente. Respecto de la envidia, Gonzalo Fernández de la Mora escribió: “Este hábito negativo llega a ocasionar daltonismo y miopía mentales”.

La violencia social tiene dos estímulos principales: el lujo y la posterior ostentación, por una parte, y, en segundo lugar, la demagogia izquierdista que culpa de todos los males, con exclusividad, a la clase productiva y empresarial. Se le informa, al menos pudiente, instante a instante, día a día, que toda la culpa de sus males y de su sufrimiento la tiene el que posee una aceptable situación económica. Tanto el terrorismo de izquierda como la violencia urbana son impulsados por los ideólogos marxistas.

Luego del asesinato de la mujer de un empresario, víctima de un simple robo, alguien justificaba tal acción diciendo que el que tiene dinero suficiente “lo robó antes o lo robó ahora”. El ciudadano corriente impulsa la violencia urbana de la cual podrá ser una futura víctima.

Se supone que la igualdad económica implica también una igualdad en el grado de felicidad de las personas. También la igualdad intelectual y social producirá esa felicidad igualitaria. De ahí los intentos por llegar a ese logro. En cambio, en el cristianismo, la felicidad está ligada a los aspectos afectivos y éticos del ser humano. De ahí que prescinde de los aspectos económicos, intelectuales y sociales como medios para lograr la felicidad, al menos no los considera en un lugar prioritario como los aspectos afectivos y éticos.

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Re: Re: Re: Re: Igualdad y mérito
Enviado por el día 30 de Agosto de 2006 a las 15:05
La igualdad que debemos contemplar es aquella que surge del hecho de que somos regidos por una ley natural única y universal. Sólo desde allí tiene sentido impulsar la igualdad de los hombres. Así, el cristianismo, con su “Amarás al prójimo como a ti mismo”, nos conduce hacia esa igualdad natural, apuntando a lograr la felicidad de las personas, pero no a satisfacer sus tendencias competitivas. G. Thibon escribió: “El igualitarismo cristiano, basado en el amor que eleva, implica la superación de las desigualdades naturales; el igualitarismo democrático, basado en la envidia que degrada, consiste en su negación” (Del “Diccionario del Lenguaje Filosófico” de P. Foulquie – Editorial Labor SA).

La lucha ideológica entre marxismo y cristianismo sigue vigente; el primero trata de establecer un orden social artificial pensando en liberar al individuo de la envidia que le provoca tanto sufrimiento. El cristianismo, por el contrario, trata de eliminar la envidia a través del sentimiento del amor. A partir de ahí podrá construirse un orden social natural que será beneficioso para todos.

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Re: Re: Re: Re: Re: Igualdad y mérito
Enviado por el día 7 de Septiembre de 2006 a las 00:33
Has abierto un tema muy interesante! lo que pasa que me parece que usas demasiadas palabras, intentas de impresionarnos? no somos tus profesores ni tu chica... ;-) (confieso que no fue capaz de leerlo todo).

La Igualdad y La deversidad. Este dilema esta en el origen de la naturaleza. No existe la respuesta "correcta" ni la "proporsion correcta" de estos conceptos. Para que la la sociedad funciona como un organismo hace falta igualdad, para que la sociedad evoluciona hace falta la divesidad.

Deberiamos a entender (como dice Hayek) la igualdad como igualdad ante Dios, pero la mayoria de la gente solo lo entienden como el "igualitarismo" a secas. La gente tiene miedo a las personas que se destacan por el miedo de perder su parte del "mercado" ya establecido (mercado en sentido amplio: el mas guapo te va a "robar" tu novia, el mas intelligente va a desvelar tus fallos de decision en el trabajo, el mas listo va a ganar mas dinero alla donde la oportinidad estaba delante de tus narices y tu no lo has visto ;-), etc.,etc.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Igualdad y mérito
Enviado por el día 10 de Septiembre de 2006 a las 16:28
Uso las palabras que creo convenientes para profundizar en el tema. En realidad, lo escribí para mi página web y quedó muy extenso para un foro.
Es importante saber que no debemos buscar la igualdad como meta, sino un mejoramiento ético general.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Igualdad y mérito
Enviado por el día 10 de Septiembre de 2006 a las 19:43
Lo importante es la Libertad y no la igualdad,como principio se puede llegar a decir que solamente debe existir la igualdad ante la Ley, yo no soy igual a ti y no lo quiero ser....
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Igualdad y mérito
Enviado por el día 11 de Septiembre de 2006 a las 21:21
Lo importante es maximizar la suma. Si dejamos que la gente peor posicionada no desarrolle su potencial, no contribuirán al colectivo, contribuiran menos o incluso restarán (delincuentes, parásitos, etc). Pero si el esfuerzo de los que más producen no es recompensado, dejarán de producir lo máximo.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Igualdad y mérito
Enviado por el día 12 de Septiembre de 2006 a las 02:46
No debemos buscar nada màs que nuestras metas personales, si alguno le interesa el "mejoramiento ètico general" que se ponga una fundaciòn y empiece a repartir subsidios (la forma màs comùn de alcanzar tal mejoramiento)
Justicia social
Enviado por el día 12 de Septiembre de 2006 a las 19:44
El término justicia social siempre me ha parecido en extremo antipático. Parte de muchas premisas falsas:

1) Que la única dimensión humana relevante es el dinero. Así, habría que hacer "justicia" quitándoselo al que lo tiene, pero no hay que marcar a los guapos para que sean más feos, ni cortar a los altos ni drogar a los listos.

2) Que es injusto que tus padres quieran o puedan hacerte la vida más fácil con el fruto de su esfuerzo o el de sus antepasados (en este punto, un semicomplejo progre casi me ha impulsado a decir que a mí no, que mis padres no tienen dinero y todas esas chorradas, como si importase).

3) Que se puede hablar de justicia en términos cósmicos, en términos de destino. No tiene ningún sentido plantearse si es justo que uno nazca sin ojos o sin comida. La vida no es así. Se pueden juzgar los actos, pero no la suerte.

En fin, para qué seguir. Es la misma agotadora y agotada cantinela progre de siempre. Ante ella, sólo queda discrepar y seguir pagando impuestos hasta que te mueras.
Re: Igualdad y mérito
Enviado por el día 12 de Septiembre de 2006 a las 23:02
el termino "justicia social" es un eufemismo para justifica la injusticia del socialismo.
Creo qeu hay que separar dos conceptos para tenerlos claros aunque invariablemente deben ir juntos:
1) la diversidad es lo que a largo plazo nos garantiza crecimiento. no es solo una frase linda (los izquierdistas estan llenos de "frases lindas") ni tampoco una simpatica analogia de la naturaleza muy traida de los pelos. Cuando Darwing postulo la "teoria de la evolución", propuso una teoria equivocada, que por cierto tuvo peso en la politica y economía posterior: la evolución la supervivencia del más fuerte. Esa teoria es falsa, precisamente fueron los "mas fuertes" los que desaparecieron tras cada extinción masiva, aunque reinaran por millones de años. El elemento fundamental es que la vida prueba cada alternativa dando más chances a enfrentarse a los imprevistos.
Eso en economía se da entre el mercado y la economía planificada, estas crecen brutalmente al principio fruto de la concentración de recursos en proyectos de desarrollo, mientras en el mercado los recursos se desparraman en una infinidad de proyectos (empresas) de dudosa rentabilidad (en EEUU creo que la "supervivencia" es 30%) pero mientras los primeros cada "metida de pata" causa estragos las economías de mercado sorprenden con desarrollos imprevistos (miremos "internet" por ejemplo, un crecimiento exponencial de servicios desde que se "comercializo" en los 90's).

2) La injusticia de la "justicia social". Al establecer una sociedad sin "premios" (riqueza) ni "castigos" (pobreza); más bien se transforma en una sociedad donde se premia el menor esfuerzo y se castiga el trabajo, generando un estancamiento ¡no me diga que no vivimos eso cada vez que en AMerica Latina vamos a una oficina publica! No debemos agarrarnosla con el empleado publico, el hace lo que cualquier empresario haria: "bajar costos", si no tiene motivos reales para trabajar, porque igual seguira recibiendo su sueldo y nadie podra despedirlo ¿porque va a trabajar? ¿"amor a la patria"? eso esta bueno para los discursos, y los rusos lo intentaron y no les funciono.
Chavez tiene un metodo mejor: extorción social. Es una estrategia del peronismo, ellos "premian" a los pobres con dádivas "sociales" en la medida en que les laman las botas y "castigan" a los ricos en la medida que no se ajusten a sus politicas, o mejor dicho, les exigen "tributos" a cambio de otros tipos de privilegios (ya que por lo general los ricos de este sistema los son gracias al estado).
Re: Re: Igualdad y mérito
Enviado por el día 13 de Septiembre de 2006 a las 00:50
Bien dicho
Re: Re: Re: Igualdad y mérito
Enviado por el día 13 de Septiembre de 2006 a las 15:37
Darwin postulò la supervivencia del "màs apto" (que no siempre es el màs fuerte)... Spencer fue quien mejor la desarrollò en lo social... todo un tema
Re: Re: Re: Re: Igualdad y mérito
Enviado por el día 16 de Septiembre de 2006 a las 17:11
De todas formas, debemos buscar la cooperación antes que la competencia, y debemos contemplar la felicidad del hombre antes que sólo los aspectos económicos.
Re: Re: Re: Re: Re: Igualdad y mérito
Enviado por el día 16 de Septiembre de 2006 a las 18:48
El orden no es de arriba para abajo, es al revés ,es de abajo para arriba, es el Orden Espontaneo...
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Igualdad y mérito
Enviado por el día 17 de Septiembre de 2006 a las 15:48
Pero ese orden se va gestando desde el nivel ético individual. De lo contrario nada funciona bien.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Igualdad y mérito
Enviado por el día 20 de Septiembre de 2006 a las 15:57
El mercado libre no genera un orden espontáneo, sino el aceptable nivel ético.