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Hacia una democracia libertaria
Enviado por el día 9 de Diciembre de 2003 a las 06:28
Los siguientes protocolos pretenden ser íntimamente congruentes y, asumidos conjuntamente, representan un intento con pretensión de coherencia de ubicar al ciudadano contemporáneo en un mundo que pueda controlar más de lo que hoy se le permite. En concreto, se propone la reflexión sobre la base de los siguiente ocho protocolos de una radicalización de la democracia.

1.El ejercicio directo creciente de los derechos de ciudadanía

Las tecnologías de la información y de la comunicación actualmente existentes permiten establecer un ágora y una ecclesia virtuales en los cuales todos los ciudadanos puedan obtener información, transmitir opiniones y expresar directamente votos (6). En un horizonte próximo, la próxima década, se pueden crear las condiciones para que todos los ciudadanos europeos puedan tener acceso a los instrumentos de una red democrática que permita un ejercicio directo creciente de los derechos de ciudadanía, integrando mecanismos propios de la democracia directa en los actuales modelos políticos

Mediante un sistema desterritorial, coordinado y computerizado puede crearse la red democrática virtual que permita disponer de toda la información, opinar y, finalmente, decidir mediante un voto ejercido electrónicamente. Mientras se crea esa nueva red, podrían combinarse métodos tradicionales de voto y las redes existentes para avanzar en el mismo sentido de ejercicio directo de derechos democráticos.

En concreto, este protocolo sugiere:

-Un voto directo ciudadano respecto a las leyes más importantes que se pretenda aprobar por los órganos legislativos.

-Posibilidad de censura popular de cargos políticos mediante un voto directo.

-Posibilidad de una iniciativa popular legislativa.

-Posibilidad de votar no sólo por sistema de referéndum (que es de suma-cero al permitir únicamente el si o el no) sino por ordenación de las preferencias.

Las críticas básicas al ejercicio directo de los derechos de ciudadanía fueron en el pasado básicamente los problemas de practicabilidad, es decir que el tamaño de las sociedad modernas no lo permitía. Actualmente eso es completamente falso. Existe la tecnología que permite, si se quiere desarrollar en ese sentido, la participación directa: ¿qué justifica entonces negar a los ciudadanos la posibilidad de votar las leyes, proponerlas o poder censurar a cargos políticos?

La introducción de mecanismos de una democracia directa virtual significaría una transformación política sustantiva de los actuales sistemas pues limitaría el poder y la endogamia de las élites burocráticas que no podrían adoptar decisiones de gran importancia sin apelar a la ciudadanía. El papel de los representantes políticos sería la preparación de las normas en condiciones que permitan la libre decisión popular, así como el control del gobierno y la aprobación de todas las leyes de segundo nivel.

Los motivos de oposición básica a este protocolo de ejercicio directo de los derechos de ciudadanía son de orden elitista. Se argumentará en contra del ejercicio directo el carácter técnico de las normas y que la mayoría de las ciudadanos no tienen la información, los conocimientos o la preparación para decidir. Precisamente para evitar el dominio de una tecnocracia se hace necesario que el contenido fundamental de las normas sea aquello sobre lo que se opine. Elaborar leyes es una labor técnica, aprobarlas no. Además, queremos una ciudadanía activa, capaz de informarse y de opinar y el mecanismo para ello es tener el derecho de hacerlo. Una segunda crítica situará el énfasis en la apatía y desinterés de la gente. Eso es una mera extrapolación de la situación actual. Una ciudadanía responsable posiblemente consideraría parte de su responsabilidad decidir las leyes.

Realmente la oposición elitista a la introducción de fórmulas de democracia directa expresan el miedo a la libertad de quienes piensan que los ciudadanos votarían mal. Es inevitable que el voto directo produzca leyes que no nos gusten, pero eso también ocurre a través de los mecanismos partitocráticos y seudoparlamentarios. Lo que no tiene ninguna base racional es pensar que necesariamente serán leyes peores.

Indudablemente, un régimen democrático con mecanismos de democracia directa virtual sería más complejo que el actual, es decir, más adaptado a la propia complejidad de la sociedad contemporánea. Permitiría un control muy superior de los gobiernos y de los representantes políticos. Sobre todo, podría ser un modelo útil para la recuperación de la ciudadanía responsable, informada y activa.

2.Una reforma del modelo electoral y representativo

Muchas de las ideas de quienes desean reformar las instituciones políticas giran en torno a dos ejes: garantizar la separación de poderes y evitar la concentración de la capacidad de decisión en los aparatos de los partidos políticos.

En el marco que estamos planteando, donde las decisiones más trascendentales se someten a la opinión popular directa, se dan las condiciones para una rehabilitación del papel de los representantes políticos y una mayor autonomía del legislativo respecto al gobierno, garantizando, por tanto una mayor separación de poderes. La voz de los electos no puede ser simplemente el eco de las decisiones de los dirigentes del aparato burocrático partidista que les incluyó en las listas, de los que se sienten representantes en mayor medida que del pueblo votante. Por otra parte, los representantes deberían ser cada vez más ciudadanos que no son profesionales de la política, lo que exige estrictas limitaciones a la permanencia en cargos públicos.

En un modelo de radicalización democrática los mecanismos de la democracia directa pueden coexistir con el reforzamiento de la representación. Conjuntamente ello permitiría socializar parte del poder que ahora reside en el gobierno y en las cúpulas de los aparatos de los partidos. Un gobierno menos poderoso es necesario para que la sociedad pueda ser más libre.

Se trata de pensar una reforma del modelo político institucional tendente a disminuir el profesionalismo político, mejorar las leyes electorales y reformular el papel de los representantes políticos. Para avanzar en esa dirección de reforma del modelo electoral y representativo parecen medidas a debatir las siguientes:

-Elección de representantes mediante listas completamente abiertas.

-Limitación temporal estricta del derecho de representación a una o dos legislaturas.

-Reforzamientos de los derechos de las minorías políticas en el Parlamento.

-Paridad efectiva entre hombres y mujeres en todas las instituciones políticas.

-Reforma electoral que permita la combinación de los instrumentos de representación estrictamente proporcional en el ámbito nacional, evitando la sobrerrepresentación de territorios, con la introducción en las elecciones para ámbitos territoriales inferiores (especialmente corporaciones locales) de la representación uninominal o binominal de determinadas circunscripciones.

3.La democratización de los partidos políticos (y las asociaciones cívicas)

Los partidos políticos deben transformarse progresivamente en redes democráticas, en meras asociaciones de ciudadanos que comparten ideas, proyectos y elaboran conjuntamente programas políticos, manteniendo una burocracia mínima. Actualmente, los aparatos de los partidos son cada vez en mayor medida meros instrumentos para asegurar el control y el poder de una oligarquía. Pero, al mismo tiempo, son cada vez menos funcionales, han perdido progresivamente las funciones que en su momento pudieron justificarlos y se han convertido en una de las más poderosas rémoras para el saneamiento ético y la democratización de la sociedad. Unos partidos jerárquicos y poco democráticos cooperan en la instauración de un modelo político menos democrático de lo posible y más burocrático de lo deseable.

La democratización de los partidos requiere el desarrollo de corrientes democratizadoras que luchen contra el sistemático control burocrático sobre los afiliados que ejercen prácticamente todos sus aparatos. Ese mismo objetivo puede perseguirse desde nuevos partidos virtuales organizados desde su inicio como redes democráticas.

Hablar de la democratización de los partidos políticos implica una reflexión sobre las siguientes cuestiones:

-Conversión de los partidos en redes ciudadanas virtuales y disolución progresiva de gran parte de sus actuales aparatos burocráticos.

-Libre acceso a toda la información de las organizaciones políticas para sus miembros.

-Garantía de los derechos de los miembros ejercida mediante el voto preferencial y cada vez en mayor medida por instrumentos virtuales.

-Elecciones primarias abiertas.

-Estricta limitación temporal del ejercicio de los cargos directivos.

4.La democratización de las organizaciones económicas y sociales

La extensión de los valores de libertad e igualdad al seno de las organizaciones económicas y sociales es una tarea pendiente del proceso de democratización de los últimos siglos. La vieja cuestión de la democracia industrial y de la autogestión resucita bajo nuevas formas. Ahora que muchas organizaciones pueden ser redes y entenderse como redes, el problema de la distribución del poder en su seno resurge con fuerza (7).

Nuestra sociedad es un magma de organizaciones (empresas, asociaciones, estructuras conectadas, etc.) y en cada una de ellas siempre existe el problema del poder. Reducir la democratización a las macroinstituciones es renunciar a la humanización y mejora de las microinstituciones donde vivimos, trabajamos y actuamos. Frente a la opacidad, la alternativa de los ciudadanos es más transparencia y más democracia.

Cuando se habla de extensión de la democracia siempre aparece el fantasma de la oligarquía. La supuesta ley de hierro de Robert Michels puede y debe ser combatida. Organizaciones donde el poder sea más explícito, más transparente y más controladas siempre serán menos oligárquicas que las actuales, caracterizadas en gran medida por la más completa opacidad, la ausencia de control y de mecanismos democráticos. Incluso allí donde no se pueda ir más lejos, preferimos una oligarquía sometida a controles electorales a la oligarquía que domina desde la sombra. Todas las organizaciones deben respetar el principio democrático y el principio de los intereses afectados.

¿Qué debemos entender por democratización de las organizaciones? Yo lo resumiría en cuatro reglas:

-Democratización significa voto allí donde es posible y consistente ejercerlo.

-Democratización significa formas de control de los dirigentes de las organizaciones realizada por instrumentos independientes de ellos.

-Democratización significa reconocimiento pleno de los derechos de los ciudadanos en el seno de las organizaciones.

-Democratización significa reconocimiento de los derechos de los afectados a influir sobre las decisiones que les alcanzan mediante mecanismos regulados y transparentes.

5.Defensa del pluralismo y control democrático de las redes de información y comunicación

Una ciudadanía democrática sólo es posible en el marco del acceso a una comunicación e información libre y plural que permita un debate público abierto e informado. Junto a la educación, los medios de comunicación son el factor esencial para hacer posible una ciudadanía responsable.

En lugar de considerar a los seres humanos del nuevo milenio como los prisioneros de una mercantilización impetuosa y como piezas modeladas por los nuevos instrumentos comunicativos y tecno-informativos debemos vernos a nosotros y a los demás como los portadores de las potencialidades creativas de lo emergente. La misma tecnología que hace posible una manipulación superior a cualquiera del pasado es la que tiene las máximas potencialidades liberadoras.

La democracia occidental nunca ha conseguido asimilar adecuadamente la influencia del medio televisivo, que se ha convertido en el elemento favorito de las élites políticas para controlar la opinión pública, empobreciendo los debates colectivos. Entender las estructuras de comunicación e información como una propiedad más, sometida al libre arbitrio de su propietario es una perversión pura. En una democracia es inaceptable que esos medios estén sometidos a usos patrimonialistas que desprecian sistemáticamente a la ciudadanía receptora. Ello se convierte en trascendental en el marco de la actual revolución de la información.

Una sociedad democrática tiene que asegurar la libertad por medio de controles democráticos:

-Limitación legal efectiva de la concentración de los medios de comunicación.

-Las televisiones y las redes deben estar al servicio del pluralismo y el debate público.

-Garantía pública de unos protocolos de comunicación libres en las nuevas redes.

-Fomento de nuevas publicaciones, emisoras, canales y formas de expresión.

6.La propuesta de una renta de ciudadanía

El establecimiento de un nuevo tipo de ciudadanía social a través de una renta de ciudadanía o salario universal incondicional es una de las propuestas más importantes de las últimas décadas ( .

La democracia política sólo puede ser ejercitada adecuadamente por personas que se encuentran en un estado de ciudadanía. Por eso el ciudadano político debe ser primero un ciudadano social.

El establecimiento de una renta de ciudadanía universal, que afectaría a todos los ciudadanos cualquiera que fuera su situación social o económica puede establecerse a través de diferentes formulas, entre ellas la de un impuesto negativo que asegure a todos como mínimo la renta de ciudadanía preestablecida. Para quienes tienen rentas superiores, la renta de ciudadanía podría ser renta no sometida a tributación.

La consistencia de la propuesta de una renta de ciudadanía deriva, entre otros factores, de su viabilidad presupuestaria, pues su coste sería perfectamente integrable en un escenario macroeconómico sin una mutación radical, sobre todo si se tiene en cuenta que permitiría suprimir numerosos controles de la burocracia tradicional y absorber numerosos fondos públicos ya existentes. La diferencia fundamental respecto a los actuales subsidios, pensiones, ayudas asistenciales, etc. es el carácter incondicional que le configura como un instrumento mucho más adecuado a asegurar la dignidad humana y la libertad individual.

Esta propuesta tiende a crear un tipo de ciudadano más libre y más seguro, que tiene asegurado por la sociedad no sólo el derecho a la educación y a la sanidad, sino también una renta básica de subsistencia vital y cultural. Es decir, el tipo de ciudadano capaz de actuar políticamente como un ser responsable.

La trascendencia política de esta propuesta no ha pasado inadvertida a sus enemigos capitalistas y elitistas, que la vinculan casi siempre a la ingobernabilidad y pérdida de incentivos al trabajo. El capitalismo desrregulado necesita individuos fragmentados, atemorizados frente al mañana, pauperizados. En cambio, el modelo social de la democracia, basado en el derecho igual al ejercicio del poder requiere instrumentos que aseguren una ciudadanía efectiva.

7.Un horizonte posburocrático para las organización del estado

El estado contemporáneo administra aproximadamente entre el 35% y el 60% del Producto Interior Bruto, según los países. A pesar de sucesivas reformas administrativas y del crecimiento enorme de su estructura, ha conservado muchos de los rasgos del estado gendarme. La organización del estado mantiene unas estructuras burocráticas, jerarquizadas y poco eficientes en muchos de sus estratos. Los procedimientos de la burocracia son, en demasiadas ocasiones, rígidos y dilapidadores de tiempo y de dinero. Esas estructuras burocráticas suponen una pesada carga para el desarrollo de nuestras sociedades.

El Estado como administrador de servicios debe configurarse con estructuras de red, más flexibles, desjerarquizadas y orientadas en línea al servicio al ciudadano. El objeto de unas organizaciones posburocráticas abarca no sólo diseño de nuevas estructuras más permeables a las necesidades de los ciudadanos sino la utilización de nuevas técnicas presupuestarias anti-incrementalistas orientadas a la evaluación democrática de las políticas públicas.

8.Ampliación de los derechos y libertades individuales

La democracia es el régimen de la autonomía colectiva e individual. Una sociedad libre debe eliminar las cortapisas al desarrollo del individuo. Como afirmaba John Stuart Mill, "La única libertad que merece este nombre es la de buscar nuestro propio bien, por nuestro camino propio, en tanto no privemos a los demás del suyo o les impidamos esforzarse por conseguirlo. Cada uno es el guardián de su propia salud, sea física, mental o espiritual" (9).

La libertad implica necesariamente conceder siempre al individuo el derecho último sobre todas las decisiones que no afecten a otra esfera de derechos individuales. Eso comprende evidentemente los derechos negativos y positivos existentes, pero existe aún un largo camino pendiente para conquistar el respeto a los derechos y libertades individuales, por ejemplo, el respeto efectivo a la libre opción sexual, pero también al derecho a una muerte digna o la eliminación de la tutela del estado sobre el consumo de drogas. Reproduzco a continuación un fragmento de un editorial de la revista Iniciativa Socialista donde se detallan un conjunto de campañas de defensa de la libertad individual merecedoras de todo nuestro apoyo y que, conjuntamente consideradas, reflejan la lucha por una carta libertaria de los derechos y libertades individuales (10) que no es ninguna idea abstracta sino un conjunto de necesidades por las que luchamos:

"-Protección efectiva de los derechos individuales en el seno de las asociaciones, agrupaciones, confesiones religiosas, familias y núcleos de convivencia voluntaria.

-Defender Europa como territorio laico. (Eliminación de los privilegios de la Iglesia católica o de otras confesiones. Prohibición del adoctrinamiento religioso dentro de las escuelas. Derecho de los niñ@s a una educación para ser ciudadan@s de una sociedad plural, laica y democrática).

-Derecho a la libertad sexual y afectiva de los ciudadan@s con el único límite del respeto a la libertad de los demás. (Fin de toda discriminación para homosexuales y lesbianas. Educación para la libertad sexual y afectiva de los niñ@s).

-Derecho a la eutanasia libremente decidido por las personas en uso de su razón.

-Reconocimiento de derechos civiles y políticos a los inmigrantes.

-Derecho de las mujeres al aborto libre y gratuito.

-Contra la prohibición de las sustancias calificadas como drogas (estamos en contra del proteccionismo del estado, que sólo fomenta el mercado negro y la mafia, pero, sobre todo, negamos radicalmente la restricción de los derechos individuales que supone y la histeria policial que la acompaña)".

La libertad individual es la medida última de todo régimen político. Una democracia va adquiriendo rasgos libertarios cuanto más se fundamente en el derecho efectivo de los individuos a decidir sobre su forma de vivir. Sólo tiene sentido hablar de una sociedad más libre si los individuos son más libres, autónomos y conscientes.

VIII
Aunque el capitalismo y la democracia han tenido un amplio desarrollo en Occidente, forman parte de dos proyectos sustancialmente diferentes, como ya hemos indicado anteriormente. El capitalismo es la última expresión del sueño del crecimiento ilimitado, mientras que la democracia es la expresión del proyecto de autonomía.

La democracia puede ser perfectamente compatible con el mercado, pero más dudosamente con un capitalismo basado en enormes corporaciones de inmenso poder económico y político, acostumbradas a corromper y a comprar a los políticos y al resto de los miembros de la élite gobernante. Todo ello sin olvidar el fomento de la desigualdad social y política que conlleva.

La nueva escala de los valores imaginarios de la democracia radical se basa en el deseo de constituir una nueva ciudadanía social y democrática. El objeto de la política de la autonomía no puede ser otro que crear la instituciones que interiorizadas por los individuos, faciliten lo más posible el acceso a su autonomía individual y su posibilidad de participación efectiva en todo poder explícito existente en la sociedad (11). Queremos los instrumentos democráticos por ellos mismos pero también para poder afrontar los retos humanos de nuestro tiempo, cuya magnitud, complejidad y diversidad, exige una concentración de la imaginación democrática y la inteligencia humana superior a cualquiera que se haya conocido en el pasado.

La democracia no consiste únicamente en una mera serie de instrumentos, mecanismos y procedimientos, es fundamentalmente un régimen político capaz de transformarse y de hacer posible una sociedad de ciudadanos libres, autónomos y responsables. La democracia es una forma de organizarse para afrontar los problemas, pero efectuada por ciudadanos conscientes y no por oligarquías políticas o económicas.

IX
La democracia es el único régimen político capaz de organizar una sociedad libre y compleja. Los demócratas son, esencialmente, personas que creen que un conjunto de ciudadanos libres y responsables decidiendo colectivamente son más eficientes, menos egoístas y menos ciegos que una élite de burócratas, tecnócratas y oligarcas.

X
"¿Quienes somos, nosotros, para tomar una decisión por todo el mundo? Dejemos que el mundo tome sus propias decisiones. ¿Quiénes somos para ocultar cosas al mundo? Dejemos que el mundo conozca y decida por sí mismo"

(Alfred Bester, Las estrellas, mi destino)

Parte de un articulo de Juan M. Vera

Un saludo
Re: Hacia una democracia libertaria
Enviado por el día 15 de Diciembre de 2003 a las 21:11

Yo estoy en la misma onda

http://www.gusanodelaluz.com/www/archives.asp?act=...

y este articulo (en ingles)
http://www.democraticunderground.com/discuss/duboa...



Pero igual que yo tu has caído en el terrible error de creer que la gente busca soluciones a los problemas; nada mas lejano de la verdad

lo único que buscan es un consuelo de su estupidez
Re: Re: Hacia una democracia libertaria
Enviado por el día 27 de Diciembre de 2003 a las 21:13
Me alegro que le haya gustado a alguien,es curioso que este articulo tan "ortodoxamente" liberal suele gustar mas a la gente de izquierdas que a los autodenominados liberales.

Un saludo

Re: Re: Re: Hacia una democracia libertaria
Enviado por el día 27 de Diciembre de 2003 a las 22:47
"Ortodoxamente liberal"??Hummmm no lo creo ,el pueblo no gobierna ni delibera sino a traves de sus representantes.
Censura con el voto directo??Jesus fue condenado por una mayoria,no es tan liberal esto por vos planteado,el pueblo siempre elige a Barrabas,fui muy duro??,lo lamento.
Re: Re: Re: Re: Hacia una democracia libertaria
Enviado por el día 14 de Enero de 2004 a las 20:45
Creo que la demcracia directa, ya es algo en la frntera del liberalismo. La democracia liberal es la democracia representativa. Me parece que el aporte de las tecnologías de información puede ser en votar desde tú hogar por los representantes plíticos y algo muy importante, recibir la información objetiva sobre las leyes que votan tús representantes. Eso sí que es de vital importancia. En todo caso se puede votar directamente por temas difíciles. Chau!
Re: Re: Re: Re: Hacia una democracia libertaria
Enviado por el día 15 de Enero de 2004 a las 14:51
Con esa vision elitista no me extraña que seas un neoconservador.

Eso de "el pueblo no delibera ni gobierno sino a traves de sus representantes" fue algo destinado para cierto periodo historico, no para siempre. No fosilices la historia, sino vos te vas a convertir en un fosil.
Re: Re: Re: Re: Re: Hacia una democracia libertaria
Enviado por el día 15 de Enero de 2004 a las 19:47
ahora solo falta que todos estos predicadores moralistas que se llenan la boca con la palabra democracia acepten que la mayoria del pueblo prefiere la democaracia liberal-capitalista. Ademas ya sabemos lo que hay detras de todos esos proyectos de "democracia participativa": la colectivizacion de todos los individuos y la imposicion de una identida "republicana" que discrimina a los que quieren dedicarse a sus propios asuntos y a los que quieren pertenecer a subgrupos identitarios.
una prueba del caracter antidemocratico es el fundamentalismo laicista (disfraz del ateismo imperialista) de sus medidas:
niegan el derecho de las personas con identidad religiosa a un reconocimiento de esa identidad, al derecho de articularse como grupo autigestionario, la represion del derecho a que los individuos y comunidades religiosas cree sus propias instituciones educativas, de cualquier tipo.
en españa la mayoria de la poblacion es catolica y un 80 por ciento de los padres eligen religion catolica en el apartado educativo...estos "democratas", reconocen el derecho de la mayoria de los españoles a controlar democraticamente las escuelas que pagan con sus impuestos? como se puede pedir la expulsion de las identidades de la mayoria de las institucuiones que les pertenecen? as quien pertenecen las escuelas, a la minoria republicanista-rousseauniana esta que se exhibe en este foro o la mayoria de los ciudadanos? todos los que opinais aqui no sois mas que los rouseaunianos antireligiosos de siempre que quereis imponer una determinada identidad a la mayoria, se os ve el plumero planificador y de desprecio por la "chusma" en la cuestion educativa y en la cuestion del reconocimiento de las preferencias empiricas de la gente. no engañais a nadie
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Hacia una democracia libertaria
Enviado por el día 15 de Enero de 2004 a las 19:58
no se si os dais cuenta que el proyecto aqui defendido viola el derecho inalienable de las personas a formar grupos, asociaciones y subcolectivos con sus propias normas y estilos de vida, protegidos del resto de la sociedad y de las normas nacionales oficiales...esto, para cualquiera con un minimo de formacion en historia de las ideas, es puro jacobinismo colectivizador robespierriano. niega la autonomia de os indivudos, familias y subgrupos voluntarios a itr por libre y formar sus propias instituciones y mundos privados (tanto privado-individual como privado-club). no hay nnguna novedad...y por cierto, la pregunta-refutacion de siempre que nunca han contestado los adalides del hiperdemocratismo participativo...como soluciona este modelo que el demos este dividido en opiniones, ideologias, partidos politicos, grupos y asociaciones con diferentes preferencias tanto privadas como publicas, en conflicto entre si? con la prohibicion de la libertad de asociacion, como reconocio rousseau en "el contrato social"? respecto a lo de la eutanasia y las drogas, al menos ahi estoy de acuerdo por ser un derecho liberal...y lo del aborto libre y gratuito (es decir, pagado por todo el demos) como se concucilia con la division de opiniones de la sociedad al respecto y una posible mayoria superdemocratica en contra del aborto? pyro motralismo utopico de sociedad homogenea y unificada lo vuestro
y al tal forista, le recuerdo el sistematico ridiculo electoral del comunismo en los paises democraticos..que tienen pensado, transformar a todo el demos con un mismo patron moral-ideologico, como defendio el marxismo historicamente, para que el modelo funcione?'
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Re: Hacia una democracia libertaria
Enviado por el día 15 de Enero de 2004 a las 20:20
Si cualquier proyecto superador del capitalismo es tan ridiculo y la mayoria de los pueblos prefiera la "democracia liberal", ¿entonces para que gastas tanta energia y hostilidad en contestarme?

"Ladran, Sancho. Señal que cabalgamos."

Segui ladrando, cachorrito.
Re: Re: Re: Re: Re: Re: Hacia una democracia libertaria
Enviado por el día 16 de Enero de 2004 a las 12:42


La democracia participativa no es ninguna pseudo-colectivización de la gente, como tu pretendes afirmar. La noción de democracia participativa es, a mi entender, el camino intermedio entre las democracias representativas actuales y las ideas abstractas de lo que uno espera que sean las democracias directas.

Si quieres enterarte de propuestas concretas mira los siguientes links

http://www.liberalismo.org/foros/7/0/8187/
http://otrademocraciaesposible.net/es/index.php
http://www.gusanodelaluz.com/www/archives.asp?act=...


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