26 de Noviembre de 2004

El asunto ucraniano no es baladí. Si miramos en el mapa veremos que esta republica hace frontera con la UE y con la OTAN a través de Polonia. La rapidez con que la Rusia de Putin ha reconocido al candidato oficial Viktor Yanukovitch como vencedor de las elecciones, ha sido un golpe de puño en la mesa para demostrar dos cosas, la primera que aún manda en la región que una vez fue la URSS. La segunda, ir a la cumbre Rusia - UE como un líder fuerte.

Tanto la OSCE como los enviados de la UE y Estados Unidos han pedido que se haga un nuevo recuento o incluso que se repitan las comicios dada las manifiestas irregularidades habidas. La oposición de Viktor Yushchenko se ha apresurado a aceptar incluso esta nueva situación y entramos en una tensa espera. Sin embargo, como en Yugoslavia, la actitud de la UE me preocupa. Británicos, alemanes y holandeses, que ostentan la presidencia semestral, han sido claros pero ¿alguien sabe lo que piensa oficialmente Francia?. Históricamente, Francia ha sido aliada de los pueblos eslavos y de Rusia en especial. Sólo hay que recordar la ayuda, rozando cuando no sobrepasando la traición, en las guerras balcánicas a favor de los serbios de Milosevic. Que no haya dicho nada hasta ahora, dada su tendencia a protagonizar todas las películas, da mucho que pensar.

Pero ni la UE, si fuera lista, ni los Estados Unidos ni la OTAN, se pueden permitir que Rusia ponga y quite presidentes por muy ex repúblicas soviéticas que sean. Los aires imperiales de Rusia soplan con fuerza y esto no es bueno para los intereses de Europa ni de los Estados Unidos en la zona. No es bueno porque ello puede llevar a una nueva política de confrontación, puede llevar a que el autoritarismo eslavo no se vea sustituido por la democracia liberal, puede llevar a que un país como Ucrania no se desarrolle ni social ni económicamente con problemas de refugiados y/o inmigración hacia los más prósperos países de Europa Central, puede llevar a una pérdida de comercio beneficioso para todas las partes, puede llevar a una zona inestable muchísimo más peligrosa que la antigua Yugoslavia, donde las acciones militares supondrían un enfrentamiento directo con Rusia.

Estamos en un momento donde la diplomacia es esencial y no me refiero a esta diplomacia de talante, diálogo y rendición que propone ZP. Me refiero a que si Rusia reconoce un ganador, los EEUU y la UE no deben reconocerlo. Deben hacer todo lo posible, legalmente hablando, para que todo sea limpio e inmaculado pero, en la medida de sus posibiliadades, imponer sus principios. ¿Aguantaría estable la inestable UE en caso contario?. Pero Chirac calla, ¿qué tramará Francia?