3 de Diciembre de 2004
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Bitácora de Alberto Illán Oviedo
¿Es España una Democracia?
No es una pregunta a la ligera. Ya sé que nominalmente España es una Democracia, así aparece en su Constitución y así lo reconocen instituciones como la UE o la ONU. Tiene su Parlamento, su Senado, elegimos cada cuatro años una lista con un cabeza de lista que será la que se encargue de crear Gobierno y así cíclicamente pero vuelvo a preguntarme ¿es esto una Democracia?. Yo creo que no, esto es algo que hacemos pasar por tal y que admitimos por convenio.
Aceptando que simplifico quizá en demasía, una Democracia tiene ciertos pilares básicos sin los cuales no es que se quede coja sino que realmente ni existe. El primero es la separación de poderes, es decir Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Uno se contrapone a los otros dos y así evitamos que ninguno se convierta en fuerza autoritaria. El segundo pilar fundamental es el Imperio de la Ley, entendido por tal que todos somos iguales ante la Ley, desde el más ínfimo personaje que nuestras enfermas mentes puedan imaginar hasta el Jefe del Estado con sus privilegios inadmisibles. El tercero es que determinados cargos se eligen por un tiempo determinado a través del voto de cada uno de los ciudadanos que la Ley faculta para votar. Con el tiempo este colectivo ha ido cambiando: sólo hombres, sólo propietarios, sólo ciudadanos del país, sólo mayores de edad. Podíamos entrar en más aspectos pero no quiero profundizar demasiado porque no necesito hacerlo, porque España no cumple al menos los dos primeros y el mal uso del tercero, inhabilita el sistema. Es decir, no acepto pulpo como animal de compañía.
También entiendo que ningún sistema es perfecto y que la corrupción es inevitable, también se generan injusticias algunas inadmisibles pero una Democracia tiende a ir corrigiéndolas precisamente como consecuencia de los dos primeros pilares, perfeccionándose con el tiempo.
La separación de poderes en España es una entelequia que ni siquiera muchos ciudadanos entienden incluso conocen. La misma Constitución impide esta separación. Los ciudadanos eligen una lista que dará lugar al Legislativo y el más votado o el que obtenga una mayoría parlamentaria suficientemente amplia, forma un Gobierno. Se elige todo y todo está mezclado. El Ejecutivo tiende a controlar al Legislativo ya que este último hace exactamente lo que quiere el Presidente que curiosamente suele ser el líder del partido gobernante. Si un ciudadano quisiera asistir al lugar donde se hornea una ley no debería asistir al Congreso, sino que debería dirigir sus pasos a la sede, bien del principal partido que forme gobierno, bien del partido que aún en minoría controla la mayoría parlamentaria. Hoy por hoy, debería abonarse al Puente Aéreo entre Barcelona y Madrid.
Lo del Judicial es aún peor. La poca independencia que de por sí le otorgaba la Constitución, ha ido reduciéndose con diferentes Leyes Orgánicas hasta el punto de que hoy admitimos sin rubor que los jueces que forman parte del CGPJ son de uno u otro partido, no militantes, pero si cercanos en ideología. El reciente guirigay al que hemos asistido en el Congreso, con cierta vergüenza por mi parte, es quizá el ejemplo más claro de que la Democracia en España es una utopía más lejana que el marxismo.
La igualdad ante la ley tampoco se cumple pero es que además, muchos ciudadanos no son propicios a ella. No estoy hablando únicamente de que personajes con el suficiente poder económico o político o social o todos permanezcan en la calle cuando deberían estar, bien procesados, bien encarcelados como los "Albertos", Barrionuevo, Vera o el mismo Farruquito. Me refiero a que muchos aceptan mecanismo como la discriminación positiva para corregir, desde el Estado, desequilibrios que en muchos casos ha provocado el propio Estado. Estoy hablando de personas que ven lógico incluso aceptable que determinados cargos tengan determinados privilegios. Estoy hablando de gente que consideran que el grupo al que dicen pertenecer o con el que se sienten identificados, tenga privilegios legales, fiscales o sociales. La igualdad ante la Ley es tan utópica como lo es la separación de poderes.
Y luego llega la estrella democrática. No creo que me aparte mucho de la realidad si digo que el ciudadano medio piensa que la Democracia se limita a votar cada cierto tiempo y que se haga lo que la mayoría legitima simplemente con su condición de mayoría. Esta peligrosa simplificación supone un traslado de la responsabilidad personal hacia los organismos estatales a cambio de que nos den una serie de "derechos". En España hemos pasado toda nuestra responsabilidad hacia determinados grupos que ejercen esa "acción civil": partidos políticos, sindicatos y organizaciones que si bien pertenecen a diferentes sectores siempre están cerca de alguno de estos poderes fácticos. El sector económico pide permiso al Gobierno o al Partido o a la Administración que sea para poder hacer determinadas operaciones como ha demostrado la reunión de los principales directivos de Sacyr con altas personalidades del entorno del Presidente para obtener el visto bueno en su desembarco en BBVA. Estos organismos tiran de mayorías, es decir de los votos que en su momento les concedieron los ciudadanos para legitimar cualquier actuación, cualquier ley, cualquier idiotez que pase por sus cabezas. El político inepto echa mano de su mayoría ciudadana para justificar sus errores, dicen estar al servicio de sus votantes pero realmente utiliza estos votantes como coartada de su propia incapacidad.
La Democracia no existe en España, no puedo hablar del resto de países pero me temo que gran parte de los europeos, al menos los continentales, tienen el mismo problema. Lo peor es que percibo que el ciudadano tampoco sabe exactamente lo qué es o mejor dicho, no sabe lo qué supone una Democracia. No son solo derechos, son deberes y el español, hace mucho que dejó de hacer los deberes. Debe ser cosa del sistema educativo.
Aceptando que simplifico quizá en demasía, una Democracia tiene ciertos pilares básicos sin los cuales no es que se quede coja sino que realmente ni existe. El primero es la separación de poderes, es decir Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Uno se contrapone a los otros dos y así evitamos que ninguno se convierta en fuerza autoritaria. El segundo pilar fundamental es el Imperio de la Ley, entendido por tal que todos somos iguales ante la Ley, desde el más ínfimo personaje que nuestras enfermas mentes puedan imaginar hasta el Jefe del Estado con sus privilegios inadmisibles. El tercero es que determinados cargos se eligen por un tiempo determinado a través del voto de cada uno de los ciudadanos que la Ley faculta para votar. Con el tiempo este colectivo ha ido cambiando: sólo hombres, sólo propietarios, sólo ciudadanos del país, sólo mayores de edad. Podíamos entrar en más aspectos pero no quiero profundizar demasiado porque no necesito hacerlo, porque España no cumple al menos los dos primeros y el mal uso del tercero, inhabilita el sistema. Es decir, no acepto pulpo como animal de compañía.
También entiendo que ningún sistema es perfecto y que la corrupción es inevitable, también se generan injusticias algunas inadmisibles pero una Democracia tiende a ir corrigiéndolas precisamente como consecuencia de los dos primeros pilares, perfeccionándose con el tiempo.
La separación de poderes en España es una entelequia que ni siquiera muchos ciudadanos entienden incluso conocen. La misma Constitución impide esta separación. Los ciudadanos eligen una lista que dará lugar al Legislativo y el más votado o el que obtenga una mayoría parlamentaria suficientemente amplia, forma un Gobierno. Se elige todo y todo está mezclado. El Ejecutivo tiende a controlar al Legislativo ya que este último hace exactamente lo que quiere el Presidente que curiosamente suele ser el líder del partido gobernante. Si un ciudadano quisiera asistir al lugar donde se hornea una ley no debería asistir al Congreso, sino que debería dirigir sus pasos a la sede, bien del principal partido que forme gobierno, bien del partido que aún en minoría controla la mayoría parlamentaria. Hoy por hoy, debería abonarse al Puente Aéreo entre Barcelona y Madrid.
Lo del Judicial es aún peor. La poca independencia que de por sí le otorgaba la Constitución, ha ido reduciéndose con diferentes Leyes Orgánicas hasta el punto de que hoy admitimos sin rubor que los jueces que forman parte del CGPJ son de uno u otro partido, no militantes, pero si cercanos en ideología. El reciente guirigay al que hemos asistido en el Congreso, con cierta vergüenza por mi parte, es quizá el ejemplo más claro de que la Democracia en España es una utopía más lejana que el marxismo.
La igualdad ante la ley tampoco se cumple pero es que además, muchos ciudadanos no son propicios a ella. No estoy hablando únicamente de que personajes con el suficiente poder económico o político o social o todos permanezcan en la calle cuando deberían estar, bien procesados, bien encarcelados como los "Albertos", Barrionuevo, Vera o el mismo Farruquito. Me refiero a que muchos aceptan mecanismo como la discriminación positiva para corregir, desde el Estado, desequilibrios que en muchos casos ha provocado el propio Estado. Estoy hablando de personas que ven lógico incluso aceptable que determinados cargos tengan determinados privilegios. Estoy hablando de gente que consideran que el grupo al que dicen pertenecer o con el que se sienten identificados, tenga privilegios legales, fiscales o sociales. La igualdad ante la Ley es tan utópica como lo es la separación de poderes.
Y luego llega la estrella democrática. No creo que me aparte mucho de la realidad si digo que el ciudadano medio piensa que la Democracia se limita a votar cada cierto tiempo y que se haga lo que la mayoría legitima simplemente con su condición de mayoría. Esta peligrosa simplificación supone un traslado de la responsabilidad personal hacia los organismos estatales a cambio de que nos den una serie de "derechos". En España hemos pasado toda nuestra responsabilidad hacia determinados grupos que ejercen esa "acción civil": partidos políticos, sindicatos y organizaciones que si bien pertenecen a diferentes sectores siempre están cerca de alguno de estos poderes fácticos. El sector económico pide permiso al Gobierno o al Partido o a la Administración que sea para poder hacer determinadas operaciones como ha demostrado la reunión de los principales directivos de Sacyr con altas personalidades del entorno del Presidente para obtener el visto bueno en su desembarco en BBVA. Estos organismos tiran de mayorías, es decir de los votos que en su momento les concedieron los ciudadanos para legitimar cualquier actuación, cualquier ley, cualquier idiotez que pase por sus cabezas. El político inepto echa mano de su mayoría ciudadana para justificar sus errores, dicen estar al servicio de sus votantes pero realmente utiliza estos votantes como coartada de su propia incapacidad.
La Democracia no existe en España, no puedo hablar del resto de países pero me temo que gran parte de los europeos, al menos los continentales, tienen el mismo problema. Lo peor es que percibo que el ciudadano tampoco sabe exactamente lo qué es o mejor dicho, no sabe lo qué supone una Democracia. No son solo derechos, son deberes y el español, hace mucho que dejó de hacer los deberes. Debe ser cosa del sistema educativo.
Comentarios
Tal vez la pregunta debería ser "¿Es España una república?"; no debemos confundir democracia con república, o con lo que en inglés se conoce como "the rule of law", y en castellano se le dice "estado de derecho".
Al desconocimiento del sistema politico que rije nuestras vidas en España yo lo llamo: Ignorancia pura y dura.
Mas de la mitad de la poblacion no es solo ignorante, sino que es feliz y esta encantada de serlo.
Estos estupidos e incultos americanos que tanto disgustan a los pobres, saben una cosa que no saben los cultos progres Españoles... Conocen sus derechos, conocen su constitucion, y saben que la justicia tiene que ser independiente.
Mas de la mitad de la poblacion no es solo ignorante, sino que es feliz y esta encantada de serlo.
Estos estupidos e incultos americanos que tanto disgustan a los pobres, saben una cosa que no saben los cultos progres Españoles... Conocen sus derechos, conocen su constitucion, y saben que la justicia tiene que ser independiente.
Y dicho sea de paso España era una democracia disfuncional y distorsionada, pero va camino de convertirse en republica bananera.
Si democracia significa Estado de Derecho, España tiene una democracia bastante limitada. Para mí, la gran quiebra llegó con la sentencia del TC que declaró la constitucionalidad de la Ley Orgánica del Poder Judicial de 1985 realizada por el PSOE.
El Tribunal Constitucional no paró las ansias ilimitadas de poder del PSOE y el Poder Judicial y, por ende, nuestro Estado de Derecho quedaron muy tocados.
A partir de ahí vino todo lo que habeis explicado muy bien. El PSOE ya sabemos lo que hace y puede hacer y el PP consiguió una mayoría absoluta que no aprovechó para remediar los excesos del PSOE y "blindar" de una vez al Poder Judicial.
Esta claro que el sistema de representación parlamentaria tiene sus quiebras y lo triste es que en España ni los políticos ni los jueces luchan por mantenerlo de la mejor manera posible. En fín, esto es lo hay.
El Tribunal Constitucional no paró las ansias ilimitadas de poder del PSOE y el Poder Judicial y, por ende, nuestro Estado de Derecho quedaron muy tocados.
A partir de ahí vino todo lo que habeis explicado muy bien. El PSOE ya sabemos lo que hace y puede hacer y el PP consiguió una mayoría absoluta que no aprovechó para remediar los excesos del PSOE y "blindar" de una vez al Poder Judicial.
Esta claro que el sistema de representación parlamentaria tiene sus quiebras y lo triste es que en España ni los políticos ni los jueces luchan por mantenerlo de la mejor manera posible. En fín, esto es lo hay.
Comparto tu opinión de que las cosas no son como deberían ser para tener un estado democrático óptimo; pero de ahí a decir que no es una democracia...no sé, me parece un poquito radical, creo que es una democracia defectuosa pero que dentro de lo malo funciona más o menos, y dado que la tenemos hay que intentar mejorarla e impedir que se produzcan ilegalidades como la aprobación de la ley para la elección de los jueces (o la misma tropelía hace dos años pero esta vez a manos del PP).
Sanders, creo que decir que la mitad de la población española es ignorante es pasarse tres pueblos. Y no es por nada, pero no me venda la moto de que el último agricultor de tejas se ha leido la constitución de su país xq no me lo creo.
Carmen
www.fernandezaguilar.com/bitacarmen
Sanders, creo que decir que la mitad de la población española es ignorante es pasarse tres pueblos. Y no es por nada, pero no me venda la moto de que el último agricultor de tejas se ha leido la constitución de su país xq no me lo creo.
Carmen
www.fernandezaguilar.com/bitacarmen
en lo personal me parece que no es que el último agricultor de Texas leyó o no la Consttución de los EEUU, no es ese el punto. Desde mi punto de vista, el sistema de valores predominante en los EEUU es favorable al desarrollo económico y al estado de derecho. En paises como los de LA, el sistema de valores es mayoritariamente resistente a lo que conocemos como la modernidad.
¿Que el último agricultor de Tejas no...?
Me extraña porque es fácil apenderse 18 secciones en 9 artículos más 24 enmiendas, total 42. No es tan fácil la española con 169.
Y el resto de comentarios tienen razón: en cuanto a la democracia, las listas cerradas hacen un sistema sectario y ciertos lehendakaris la deslegitiman en ejercicio. En cuanto a la libertad o estado de derecho o rule of law, es imposible distinguir poderes, positivismo jurídico y poderes extralimitados de los gobiernos central y autónomos.
Carmen, esto ni es radical ni es pasarse tres pueblos, es un desastre que cada día va más. Tiene razón quien llama ignorante a la gente porque nos intentan colar leyes como aquella para que los fiscales instruyan los casos y todo dios pasando. Serrando un pilar del estado de derecho y la gente pasando.
El positivismo jurídico tuvo su debate en GB y EEUU a principios del s. XX, pero no en el continente. Se lo puso en bandeja a Hitler y nosotros, cincuenta años después, erre que erre. No es pasarse tres pueblos. Es que somos ignorantes.
Me extraña porque es fácil apenderse 18 secciones en 9 artículos más 24 enmiendas, total 42. No es tan fácil la española con 169.
Y el resto de comentarios tienen razón: en cuanto a la democracia, las listas cerradas hacen un sistema sectario y ciertos lehendakaris la deslegitiman en ejercicio. En cuanto a la libertad o estado de derecho o rule of law, es imposible distinguir poderes, positivismo jurídico y poderes extralimitados de los gobiernos central y autónomos.
Carmen, esto ni es radical ni es pasarse tres pueblos, es un desastre que cada día va más. Tiene razón quien llama ignorante a la gente porque nos intentan colar leyes como aquella para que los fiscales instruyan los casos y todo dios pasando. Serrando un pilar del estado de derecho y la gente pasando.
El positivismo jurídico tuvo su debate en GB y EEUU a principios del s. XX, pero no en el continente. Se lo puso en bandeja a Hitler y nosotros, cincuenta años después, erre que erre. No es pasarse tres pueblos. Es que somos ignorantes.
Cualquier norteamericano conoce sus derechos basicos, para conocer los derechos basicos no hace falta saberse la constitucion de memoria ni ser abogado.
El sistema juridico/ordenamiento judicial Español es una gran incognita para la gran mayoria de los Españoles. Pregunta en la calle si la gente conoce la diferencia entre el consejo general del poder judicial, el tribunal constitucional, el tribunal supremo, el tribunal superior de justicia, y la audiencia nacional.
El sistema juridico/ordenamiento judicial Español es una gran incognita para la gran mayoria de los Españoles. Pregunta en la calle si la gente conoce la diferencia entre el consejo general del poder judicial, el tribunal constitucional, el tribunal supremo, el tribunal superior de justicia, y la audiencia nacional.
> 'Cualquier norteamericano conoce sus derechos basicos, para conocer los derechos basicos no hace falta saberse la constitucion de memoria ni ser abogado.
De acuerdo. Es más una cuestión de dignidad que de conocimiento. Cuando alguien, ante un atropello administrativo dice: ¡Oiga, un momento, que conozco mis derechos!' en el 90% de los casos, no los conoce. Pero sí sabe que los tiene. Y eso es suficiente para el común de la gente.
La pregunta que tú propones, sanders, se haga en la calle, si se hiciese en Institutos de EM e incluso en la Universidad pondría en aprietos a más de un estudiante (casi añado 'y algún profesor', pero mejor no haberlo hecho, por excesivo e injusto).
De acuerdo. Es más una cuestión de dignidad que de conocimiento. Cuando alguien, ante un atropello administrativo dice: ¡Oiga, un momento, que conozco mis derechos!' en el 90% de los casos, no los conoce. Pero sí sabe que los tiene. Y eso es suficiente para el común de la gente.
La pregunta que tú propones, sanders, se haga en la calle, si se hiciese en Institutos de EM e incluso en la Universidad pondría en aprietos a más de un estudiante (casi añado 'y algún profesor', pero mejor no haberlo hecho, por excesivo e injusto).
Donde he dicho 'Pero sí sabe que los tiene, debí decir: 'Pero sí sabe que los tiene y no renuncia a ejercerlos'.
Es que la constitución de los EEUU es muy intuitiva en lo que respecta a los derechos naturales del ser humano. Los detalles sobre el número de votos electorales, los criterios para ser presidente y esas cosas no afectan a la vida diaria, y si interesa, es un momentito buscarlo.
Sobre la pregunta de Alberto, España es claramente una democracia: el poder del "pueblo" entendido como turba que impone por la fuerza (del estado) sus deseos a las minorías. Si es un estado de derecho, de cada vez más dudoso. ¿Un régimen de libertades? Ya casi para nada.
Sobre la pregunta de Alberto, España es claramente una democracia: el poder del "pueblo" entendido como turba que impone por la fuerza (del estado) sus deseos a las minorías. Si es un estado de derecho, de cada vez más dudoso. ¿Un régimen de libertades? Ya casi para nada.
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