9 de Marzo de 2005

La Sociedad Española de Ornitología está preocupadísima por el futuro de la pardela balear o Puffinus mauretanicus, como se empeñan en llamarla esta gente de mal vivir que son los ornitólogos. Esta especie, propia de las Islas Baleares, es un ave planeadora de la familia Procellariidae que cría en grupos y en parajes alejados de la presencia humana. Los polluelos nacen sobre mayo y a finales de junio, quien sabe por qué extrañas razones, deciden emigrar al Cantábrico donde realizan la muda, pasan el verano como un rico cualquiera y vuelven en septiembre como el del turrón en Navidad. Resulta que toda la población mundial del pajarillo ha decidido nidificar en las Islas, no en Cerdeña o en Sicilia, sólo en las Islas Baleares y ello puede traerles algún que otro problemilla. Las malignas empresas encargadas de producir energía son las culpables.

Pero no se vayan a pensar que son las quemadoras de peligrosos combustibles fósiles, no. Se trata de las constructoras de estos maravillosos regalos de la naturaleza que son los parques eólicos. En este caso, los que se van a ubicar en pleno mar. Estos molinillos están previstos que se coloquen en la isobata de los 20 metros, es decir en aquellos puntos donde la profundidad es de 20 metros si no he entendido mal el término, justamente en frente de donde la ignorante pardela nidifica y como no está acostumbrada a esquivar semejantes armatostes en sus bajos planeos, más de una terminará como el coyote de la Warner. Sin olvidar que tanto cachivache termina por espantar a los arenques de los que la alimentan.

Mira que hay costa en Baleares y mira que seguro que corre el viento en Baleares y los técnicos de Capital Energy, empresa vinculada al Real Madrid... digo a ACS, no tienen en cuenta al pobre plumífero. Desde luego, estas energías renovables no son lo que eran antes. Dónde están esos tiempos en los que la eólica, la solar no iban a producir ningún impacto ambiental. ¡Es que nadie de Greenpeace tuvo en cuenta a la pardela!.

Una última cosa, me encantan los pájaros, les tengo cierta afición y no es extraño verme observar las actividades de cualquiera que se cruce en mi camino, hasta de los gorriones. No me gustaría que ni a la pardela ni a ningún otro, la gaviota corsa parece también afectada, les pase nada. Tampoco sé si lo que denuncia la SEO es una exageración, si hacemos caso a lo que suele ser habitual, seguramente exageran. Pero es que no puedo dejar de comentar esta noticia porque no suelen ser muchas las que sacan lo perjudicial de estos sistemas, menos eficientes, más caros pero con mejor prensa.