4 de Abril de 2005
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Bitácora de Alberto Illán Oviedo
Es la investigación privada, idiota
La Asociación de Jóvenes investigadores de Valencia está que no duerme desde que la Generalitat anunció que iba a reducir las becas de investigación a la mitad. Desde 2001, el número ha pasado de 85 a 31 y bien visto, desde su personal lógica, tienen toda la razón del mundo. Verán, a mi que me gustan mucho los pájaros, los de pluma y pico me refiero, siempre me ha preocupado mucho más mi ombligo que lo que le pueda pasar el cormorán de las Galápagos o al pingüino emperador. Sé que es un ejercicio de egoísmo quizá pueril pero es que ese oscuro agujero, innecesario a todas luces e inevitable para todos, forma parte de mí y, sin narcisismos innecesarios, tengo cierto aprecio por mi persona.
Algo de esto pasa con los Jóvenes Investigadores, tantos años transcurridos en clases, entre apuntes, pipetas, espectrógrafos, placas de Petri, mecheros Bunsen y vete tu a saber cuántos aparatejos del demonio más, necesitan ser útiles a la sociedad, darles eso que merecerá en el mejor de los casos un premio Nobel o ya que andamos por Valencia un Premio Jaime I y claro, otras necesidades resultan superfluas casi exageradas. Dicen que en España se investiga y desarrolla poco y se implanta mucho menos, por lo que la labor de estos chavales y chavalas es propia de un trabajo de Hércules en su mejor momento. Ellos quieren trabajar en lo suyo y les importa un comino de dónde, o mejor dicho, de quién viene los fondos que les sustenten sus ingresos. Pero si tan inteligentes son, y no soy yo nadie para dudar de semejante virtud, ¿por qué no exploran otros caminos?.
El problema de los Jóvenes Investigadores es el de muchos españoles, que sólo ven la salida pública para su actividad, ya que ésta pretende el Bien Público, así con mayúsculas. No deja de ser lógico, nacen, crecen y se educan (lo de reproducirse de momento lo dejamos aparte) y sólo escuchan que la investigación debe ser pública, que es un bien para la humanidad y que las empresas, horribles farmacéuticas, contaminantes energéticas, sólo buscan beneficios a costa de las necesidades humanas. Como si la gente trabajara gratis. Y sin embargo, la investigación privada tiene una serie de ventajas sobre la pública que a todas luces, permanece invisible para los Jóvenes Investigadores y para los más maduritos.
Piense el lector que el dinero que se dedica para investigación privada entra en un laberinto burocrático que impide que todo él, o al menos un porcentaje adecuado se dedique al proyectos en sí. Otro problema que veo yo es que al tener un presupuesto limitado, se debe escoger entre los aspirantes y ese proceso puede responder a intereses políticos y no necesariamente a los intereses del mercado. Sí, palabra maldita, intereses del mercado ya que este marca lo que necesita la gente. Sólo habría que preguntar cuántos proyectos con dinero público están investigando el cambio climático y con resultados, en muchísimos casos, positivos. ¿Por qué será?. Deberían darse cuenta nuestros políticos que los bolsillos de los ciudadanos tienen fondo y no se puede rascar mucho, que por el agujero se nos van los céntimos. Cierto es que una vez conseguida la beca, no se suele tener al jefe coñazo o un consejo de administración demandando resultados en un tiempo casi imposible, pero esto es la vida real, no el paraíso funcionarial. ¿o sí?.
La investigación privada te permite mucha más capacidad de elección. Si tienes un proyecto en concreto, puedes buscar en diferentes empresas hasta que una confíe en ti. También es cierto que eso supone un esfuerzo considerable, vender tu idea y tener muy claro qué es lo que tienes y para que puede servir, que no todas las empresas necesitan lo que tú ofreces e incluso que tienes que hacer otras cosas que poco te agradan, pero esto es la vida real, no el paraíso funcionarial ¿o sí?.
El mecenazgo privado no es muy habitual en España. Ahora empiezan las empresas a meter fondos como hace por ejemplo el Santander en el ámbito universitario. Estamos a años luz de los americanos, donde el I+D+i privado es inmenso. Pero es que aquí en España hay sectores donde esta investigación es esencial, somos un país con un sector primario subvencionado y poco rentable, pues investíguese: transgénicos, nuevos abonos, fitosanitarios. La industria farmacéutica española no tiene que envidiar a nadie y nuestras empresas energéticas, como cualquier otra, necesitan nuevos productos y servicios que reduzcan su dependencia de zonas conflictivas o de elevados precios del crudo. Campo hay, ¿hay voluntad?.
Pero es que existe otra razón para optar por lo privado frente a lo público, fundamentalmente el respeto por el dinero del ciudadano, dinero que es suyo aunque la administración se le sise con solidaria voluntad y que no dudo en que a lo mejor lo cediera para la investigación. Así que jóvenes investigadores, no sean cortos de entendederas en el ámbito económico. El futuro está en la investigación privada y no me hagan repetir el título.
Algo de esto pasa con los Jóvenes Investigadores, tantos años transcurridos en clases, entre apuntes, pipetas, espectrógrafos, placas de Petri, mecheros Bunsen y vete tu a saber cuántos aparatejos del demonio más, necesitan ser útiles a la sociedad, darles eso que merecerá en el mejor de los casos un premio Nobel o ya que andamos por Valencia un Premio Jaime I y claro, otras necesidades resultan superfluas casi exageradas. Dicen que en España se investiga y desarrolla poco y se implanta mucho menos, por lo que la labor de estos chavales y chavalas es propia de un trabajo de Hércules en su mejor momento. Ellos quieren trabajar en lo suyo y les importa un comino de dónde, o mejor dicho, de quién viene los fondos que les sustenten sus ingresos. Pero si tan inteligentes son, y no soy yo nadie para dudar de semejante virtud, ¿por qué no exploran otros caminos?.
El problema de los Jóvenes Investigadores es el de muchos españoles, que sólo ven la salida pública para su actividad, ya que ésta pretende el Bien Público, así con mayúsculas. No deja de ser lógico, nacen, crecen y se educan (lo de reproducirse de momento lo dejamos aparte) y sólo escuchan que la investigación debe ser pública, que es un bien para la humanidad y que las empresas, horribles farmacéuticas, contaminantes energéticas, sólo buscan beneficios a costa de las necesidades humanas. Como si la gente trabajara gratis. Y sin embargo, la investigación privada tiene una serie de ventajas sobre la pública que a todas luces, permanece invisible para los Jóvenes Investigadores y para los más maduritos.
Piense el lector que el dinero que se dedica para investigación privada entra en un laberinto burocrático que impide que todo él, o al menos un porcentaje adecuado se dedique al proyectos en sí. Otro problema que veo yo es que al tener un presupuesto limitado, se debe escoger entre los aspirantes y ese proceso puede responder a intereses políticos y no necesariamente a los intereses del mercado. Sí, palabra maldita, intereses del mercado ya que este marca lo que necesita la gente. Sólo habría que preguntar cuántos proyectos con dinero público están investigando el cambio climático y con resultados, en muchísimos casos, positivos. ¿Por qué será?. Deberían darse cuenta nuestros políticos que los bolsillos de los ciudadanos tienen fondo y no se puede rascar mucho, que por el agujero se nos van los céntimos. Cierto es que una vez conseguida la beca, no se suele tener al jefe coñazo o un consejo de administración demandando resultados en un tiempo casi imposible, pero esto es la vida real, no el paraíso funcionarial. ¿o sí?.
La investigación privada te permite mucha más capacidad de elección. Si tienes un proyecto en concreto, puedes buscar en diferentes empresas hasta que una confíe en ti. También es cierto que eso supone un esfuerzo considerable, vender tu idea y tener muy claro qué es lo que tienes y para que puede servir, que no todas las empresas necesitan lo que tú ofreces e incluso que tienes que hacer otras cosas que poco te agradan, pero esto es la vida real, no el paraíso funcionarial ¿o sí?.
El mecenazgo privado no es muy habitual en España. Ahora empiezan las empresas a meter fondos como hace por ejemplo el Santander en el ámbito universitario. Estamos a años luz de los americanos, donde el I+D+i privado es inmenso. Pero es que aquí en España hay sectores donde esta investigación es esencial, somos un país con un sector primario subvencionado y poco rentable, pues investíguese: transgénicos, nuevos abonos, fitosanitarios. La industria farmacéutica española no tiene que envidiar a nadie y nuestras empresas energéticas, como cualquier otra, necesitan nuevos productos y servicios que reduzcan su dependencia de zonas conflictivas o de elevados precios del crudo. Campo hay, ¿hay voluntad?.
Pero es que existe otra razón para optar por lo privado frente a lo público, fundamentalmente el respeto por el dinero del ciudadano, dinero que es suyo aunque la administración se le sise con solidaria voluntad y que no dudo en que a lo mejor lo cediera para la investigación. Así que jóvenes investigadores, no sean cortos de entendederas en el ámbito económico. El futuro está en la investigación privada y no me hagan repetir el título.
Comentarios
Los que valen de verdad se suelen ir a los USA, donde la oferta o los campos de investigación son casi tal y como quieren ellos.
En este país el retraso en el campo de la investigación privada es bastante más grande de lo que debería dado el desarrollo tecnológico y económico.
Veo difícil la propuesta, aunque confío en la gran inventiva de los españoles en general.
saludos.
En este país el retraso en el campo de la investigación privada es bastante más grande de lo que debería dado el desarrollo tecnológico y económico.
Veo difícil la propuesta, aunque confío en la gran inventiva de los españoles en general.
saludos.
La gran mayoria de lumbreras que se "quedan" en la Universidad o se dedican a investigar no valen para otra cosa. Por eso se buscan una sillita al sol de lo público.
A ver. Me gustaría hacer una aclaración. Hay dos tipos de investigación: la de base y la aplicada. De la investigación aplicada se obtienen resultados prácticos que pueden ser explotados por la empresa privada, mientras que de la de base sólo se obtienen nuevos conocimientos. Es decir, no vale para nada (práctico) así que nunca hará algo así la investigación privada.
Un ejemplo: cuando en el siglo XIX se estudiaban las propiedades de los semiconductores no se les veía ninguna utilidad, eran una simple curiosidad científica, pero entonces los ordenadores no estaban ni en la imaginación de Julio Verne.
Si sólo hubiese (repetir título aquí) el resultado sería un estancamiento en el conocimiento humano.
Entiéndase, los dos aspectos de la investigación son necesarios. Pero una empresa que financie una investigación quiere, con toda la razón del mundo, un resultado práctico. El único sitio que queda para la investigación de base es la pública, y también es necesaria.
Y, otra cosa, frigolín. Los investigadores del mundo real no son como los de las películas. Son gente que trabaja como en cualquier otra ocupación. Por eso hay unos pocos genios, un número algo mayor de tontos y la mayoría, que son gente normal. Quedarse en la universidad no es consecuencia de un bajo nivel intelectual.
Un ejemplo: cuando en el siglo XIX se estudiaban las propiedades de los semiconductores no se les veía ninguna utilidad, eran una simple curiosidad científica, pero entonces los ordenadores no estaban ni en la imaginación de Julio Verne.
Si sólo hubiese (repetir título aquí) el resultado sería un estancamiento en el conocimiento humano.
Entiéndase, los dos aspectos de la investigación son necesarios. Pero una empresa que financie una investigación quiere, con toda la razón del mundo, un resultado práctico. El único sitio que queda para la investigación de base es la pública, y también es necesaria.
Y, otra cosa, frigolín. Los investigadores del mundo real no son como los de las películas. Son gente que trabaja como en cualquier otra ocupación. Por eso hay unos pocos genios, un número algo mayor de tontos y la mayoría, que son gente normal. Quedarse en la universidad no es consecuencia de un bajo nivel intelectual.
Frigolín, que no. Una afirmación tgan contundente como esa es pasarse. Hay gente tremendamente potente y muy capaz en la investigación en España en las universidades. Otra cosa que el sistema sea lamentable, pero esto es otra batalla, o mejor, esta es la batalla.
Saludillos
Saludillos
¿ Y la " investigación" en Literatura, Filosofía,... en la Universidad pública española? ¿ es equiparable a la norteamericana y a la europea?
Yo conozco a varios investigadores universitarios y la mayoría han acabado creando empresas privadas al margen (o en los bordes) de la universidad y les ha ido muy bien. Hay que atreverse, caramba.
Creo que la investigación en letras en España es algo que pagamos bien pagado en los impuestos todos. Y ahí el amiguismo es mucho peor que en ciencias.
Saludillos
Saludillos
gaal, no he pretendido hacer un ensayo sobre los tipos de investigaciones que se hacen. Sé que en esas dos opciones se puede resumir la investigación y también sé que muchas investigaciones aparentemente no sirven para nada práctico y digo aparentemente porque para mí el conocer ya es algo práctico. Fíjate los números primos, todos se empeñaban en averiguar el mayor posible hasta que alguien decidió usar tan 'estúpida' tarea para el cifrado de mensajes.
Pero lo que yo planteo es que independientemente de el uso práctico del descubrimiento, la financiación no debe ser pública sino privada. Ha habido muchos investigadores que han usado su dinero para descubrir cosas, otros que han buscado financiación privada, bien através de Fundaciones, bien de empresas, para obtener algo que aparentemente no swervía para nada. Ya llegarán otros, puede que empresarios, para descubrir aplicaciones. En fin que lo que aquí analizo es su financiación, no su uso.
Pero lo que yo planteo es que independientemente de el uso práctico del descubrimiento, la financiación no debe ser pública sino privada. Ha habido muchos investigadores que han usado su dinero para descubrir cosas, otros que han buscado financiación privada, bien através de Fundaciones, bien de empresas, para obtener algo que aparentemente no swervía para nada. Ya llegarán otros, puede que empresarios, para descubrir aplicaciones. En fin que lo que aquí analizo es su financiación, no su uso.
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