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8 de Septiembre de 2005

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Areopagítica
Bitácora de Alberto Illán Oviedo

No me protejáis tanto, por favor

Estamos de enhorabuena. El Gobierno, en una línea propia del grado de responsabilidad que le caracteriza, ha aprobado en Consejo de Ministros el Anteproyecto de Ley de Mejora de la Protección de los Consumidores y la cosa suena rica, rica que diría el cocinero. Como el consumidor, proletario él, es incapaz de luchar contra el capitalismo atroz que surge de las entrañas de la injusticia global, papá Estado vela por él y nos regala una serie de medidas que se unen a otras mes tras mes, año tras año, década tras década, permitiendo que aún tengamos algo de esa dignidad perdida en la noche de los tiempos.

Pero por favor, ZP, De la Vega no me protejáis tanto que me duele. Que si no llega a ser por vosotros y por otros que os han precedido estas medidas, que serán tan inútiles como las anteriores, no hubieran tenido que promulgarse. Sale esto a cuento, creo yo, de la decisión de Telefónica Móviles de tarifar por medios minutos en vez de por segundos, como por otra parte ya hacían Vodafone y Amena en algunas de sus ofertas. El barullo que se ha creado y a pesar de que la operadora ha dado marcha atrás, ha sido suficiente para que este tocado Gobierno decida tomar las riendas de la intervención.

Debe resultar curioso para un progre que decida pensar sobre el asunto que la intervención conduzca inevitablemente a más intervención. El mercado de la telefonía móvil, como el de la telefonía fija (que controla el ADSL) así como las concesiones de los parking públicos, el gas, la electricidad, el agua y tantos otros servicios están controlados por el Estado, por sus diferentes Administraciones y ellas dicen cuántas operadoras deben existir, cuáles van a ser su precios (generalmente en forma de precios máximos), cuáles van a ser las tarifas, cuál va a ser la velocidad de transmisión de datos y así una montón de variables más cuyos límites tienen como fin la defensa del consumidor. Es decir, la intervención genera problemas y la única medida del lesgislador es volver a intervenir y la defensa del consumidor siempre es excusa moral y suficiente para perder un poco de nuestra cada vez más escasa libertad.

Si hubiera suficientes operadoras y empresas de servicios , las que los usuarios pudieran mantener, los clientes que se sintieran robados, estafados, toreados o sufrieran otros malos tragos cambiarían sin más a otra que les diera mejor servicio o que fuera más barata o ambas cosas a la vez y en el peor de los casos acude a la justicia o al arbitraje. Un ciudadano libre en una sociedad libre no necesitaría ninguna medida como las tomadas por el Gobierno. También es preocupante que las organizaciones de consumidores se terminen convirtiendo en lobbies de poder defensores del intervencionismo más que en grupos que luchan por los 'derechos' del usuario y su libertad.

Comentarios

 
Más que una ley de la protección del consumidor algunos quisiéramos una ley que nos protegiera del gran explotador, el Estado. De los malos empresarios, al menos, como consumidor se defenderme. Del Estado, no me queda más remedio que joderme y soportarlo. Haga lo que haga, tengo que soportar sus ineficiencias. Pero claro, decir esto es pecado mortal, es venderse al diablo del capital. Por supuesto, hay que recordar el personaje favorito de los progres, la bruja avería: muera el mal, muera el capital. Esta ley, como explica Alberto, procura encaminar a la sociedad por ese derrotero...Genial!
Enviado por el día 9 de Septiembre de 2005 a las 04:04 (1)
Mencionas 'recurrir a la justicia o al arbitraje'. Esto me recuerda la existencia de la administración en 'promover' medidas de arbitraje en los contratos de aquellas empresas que quieran recibir bendición administrativa (p. ej. el distintivo 'confianza online')

¿Por qué insisten tanto en esos tribunales de juguete que son los organismos de arbitraje (qué garantías hay de su imparcialidad, más allá de la propia insignificancia de los casos de los consumidores) en lugar de reformar los tribunales de verdad para que la justicia de verdad sea rápida, eficiente y justa?
Enviado por el día 9 de Septiembre de 2005 a las 13:07 (2)
existencia no, insistencia.
Enviado por el día 9 de Septiembre de 2005 a las 13:09 (3)
Y tienes razón, el problema está, una vez más, en la tremenda politización de todos los ámbitos de la sociedad. Si el poder ejecutivo y su aliado el legislativo dirigen y controlan el judicial público, por decirlo de alguna forma, ¿por qué no van a controlar los acuerdos entre partes y los arbitrajes si los temas que se dirimen son de "interés publico"?
Enviado por el día 9 de Septiembre de 2005 a las 18:41 (4)
Una pregunta: ¿el mercado de la telefonía móvil no estaba ya liberalizado? ¿Y no es un oligopolio de facto lo que existe actualmente? Porque que las tres compañías de telefonía móvil se pongan de acuerdo en la forma de facturar, como que huele...
Enviado por el día 18 de Septiembre de 2005 a las 14:27 (5)
En nuestra Andalucía del alma, ya no nos protegen, nos llevan a la caman, con tanto PER, educación gratuíta y la madre que los pario a todos, lo siento, hay que seguir viviendo aquí después de 25 años de gobierno Chavista
Enviado por el día 7 de Octubre de 2005 a las 17:56 (6)

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