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21 de Octubre de 2005

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Areopagítica
Bitácora de Alberto Illán Oviedo

La histeria aviar

Lo de la gripe del pollo tiene pinta de convertirse en la principal estrella mediática de aquí a Navidad, muy por encina de Gran Hermano y otros bodrios televisivos del tipo "la vida en directo" o "salvemos al gobierno catalán". Reconozco que interés tiene, al fin y al cabo, en unos pocos años ha terminado con la vida de algo más de una sesentena de asiáticos y nos ha regalado imágenes impactantes como las de miles de pasajeros pasando por pediluvios en aeropuertos de todo el mundo, tan impresionantes como inútiles o la del primer ministro chino limpiando no sé muy bien el qué. Pero de ahí a la futura pandemia que puede acabar con la vida de millones de personas tal como lo hizo la gripe española a finales de la Primera Guerra Mundial hay un buen trecho por recorrer por que las condiciones de unas y otras muertes nada tiene que ver con la realidad.

En primer lugar, en Occidente las condiciones sanitarias, incluso las personales, son mucho más aceptables que las que se dan en Asia, al menos donde se produjeron las víctimas, y mucho más aún que en 1918 con medio mundo bajo el azote de la guerra y con la medicina y biología aún en mantillas. El problema podría plantearse en países con un nivel de desarrollo bajo pero tal como se mueve, es factible que se contenga en Europa aunque ya se hayan detectado palomas afectadas en Australia provenientes de Canadá. De cualquier manera, los conocimientos actuales ayudarían a contener una enfermedad y no sería la primera vez que médicos del CDC o de la OMS se trasladan a países subdesarrollados para atajar alguna epidemia o algún virus especialmente peligroso como el Ébola.

En segundo lugar, la mayoría de los muertos asiáticos fueron agricultores o criadores que vivían en contacto con las aves que criaban en explotaciones, si se les puede llamar así, al aire libre sin ningún tipo de control sanitario ni interno ni estatal, de forma que el contacto entre ambas especies, la humana y el ave, favorecía la interacción del virus con el humano, lo que aumentaba el riesgo de padecer la enfermedad. En España y en la mayoría de los países, este tipo de explotaciones es anecdótica y los controles veterinarios son más o menos fiables. De todas formas y periódicamente se producen episodios de gripe aviar en Europa. Hace unos años, un veterinario murió en Holanda afectado por esta enfermedad pero cepa distinta a las que ahora preocupan. No debemos preocuparnos ni más ni menos de lo necesario.

En tercer lugar, la enfermedad por lo general afecta a las aves, no a los humanos como indica su nombre. También hay gripe porcina y otras enfermedades análogas para ovinos y bovinos. Cuando se da, el virus sólo afecta al enfermo y no se contagia a otras personas que tuviera alrededor. Por lo menos, hasta ahora. El peligro radicaría en que alguna cepa que afectara a los humanos mutara y se pudiera contagiar entre ellos y no con un animal como vector.

En cuarto lugar, llegamos al indeseable y exagerado trato que se le está dando en los medios de comunicación. Las vacunas para la gripe están agotadas en las farmacias porque la gente piensa que le puede inmunizar contra una enfermedad que aún no se ha declarado. Dejando de lado el hecho de que los conocimientos generales de la población sobre asuntos médicos son casi nulos y se agarran a un clavo ardiendo aunque no haya peligro real, la irresponsabilidad de los que tienen que comunicarla, medios y autoridades, es manifiesta. La vacuna de la gripe no es efectiva porque son dos enfermedades diferentes, aunque puede "ayudar" al cuerpo a encontrar la manera de defenderse dado lo cercanos que están los dos virus. De hecho, hasta que no se hayan producido los primeros casos no se pueden crear las primeras vacunas ya que éstas sólo son virus con un virulencia baja. Hasta ese momento sólo se pueden dar antivirales que en la mayoría de los casos son de efecto limitado, (se deben aplicar en las primeras horas y con resultados satisfactorios parciales).

La prevención es el mejor arma pero las autoridades españolas, ya que se han arrogado el deber de prevenirlo, no han sabido actuar a tiempo y las medicinas necesarias se han pedido tarde, mal y parece que en un número insuficiente en caso de que todo se desmadre. Pero la prevención se debe hacer en todas los eslabones de la cadena. De poco sirve que pongamos toda la carne en el asador si nuestros colegas chinos, vietnamitas o camboyanos se dedican a tocarse en ombligo.

Finalmente creo que debemos recordar las ya pasadas enfermedades de las Vacas Locas y de la Fiebre Aftosa. Las medidas que se tomaron rozaron la histeria internacional, en el caso de la fiebre se llegó a retrasar un partido del campeonato de rugby de las Seis Naciones, para luego desaparecer de los medios que lo habían magnificado. En cuanto a las vacas, aquí en España las autoridades se vanagloriaron de no tener casos. Con el tiempo y cuando los medios ya no se preocupaban del tema, se dispararon pero la histeria colectiva estaba desactivada.

Las consecuencias de la situación son claras, cientos de noticias sobre un tema que pocos dominan, demasidas informaciones parciales o con datos insuficientes, un sector, el de los avicultores y los derivados de este tipo de productos, con ingresos a la baja y las farmacéuticas, con ingresos al alza y por supuesto los ambientalistas gritando y las anticapitalistas exigiendo medicinas gratis. En fin, la histeria aviar.

Comentarios

 
Histeria, muy buena palabra para esto. Ahora las autoridades nos van a meter vacunas. Todo les sirve para controlarnos más, para invadir hasta nuestro cuerpo, con tal de sentirse "importantes".
Enviado por el día 21 de Octubre de 2005 a las 21:52 (1)
Gracias por el artículo alberto, a veces los medios tradicionales desinforman más que informar.
Enviado por el día 21 de Octubre de 2005 a las 23:40 (2)
La cuota de catástrofes humanas relatadas por los medios de masas debería estar ocupada en la actualidad por el huracán Wilma, pero como éste afecta a países tercermundistas y sólo remotamente puede castigar a los EEUU, su interés informativo-morboso se ve muy recortado.

Su lugar lo ocupa la hipótesis arriesgada pero no por ello menos espectacular y excitante de una pandemia que afecte a toda Europa, que enfrente al viejo continente con un problema realmente grave y masivo, que ponga a prueba nuestros sistemas colectivos de todo orden.

Más emoción imposible.
Enviado por el día 23 de Octubre de 2005 a las 12:08 (3)
La cuestión siempre está en los medios, siempre costosos, que han de ponerse para prevenir el dudoso mal.

Y como este es o Pandemia, o Catástrofe Ecológica o Fin del Mundo o alguna otra hipertrofiada hipótesis, se piden medios colectivos.

La humanidad, La Unión Europea, los ciudadanos españoles, la Comunidad Internacional...etc etc....TIENEN que hacer algo.

Dejemos pues que creen comisiones, equipos de trabajo, que realicen estudios y tomen medidas....con cargo a nuestro bolsillo, que todo lo aguanta.
Enviado por el día 25 de Octubre de 2005 a las 14:06 (4)

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