14 de Diciembre de 2005

Estos políticos de ERC tienen un aire de matón de patio de colegio que asusta y lo más llamativo es que tienen acojonado al director del centro, sin duda debido a nuestra nefasta enseñanza pública. Hoy mismo lo ha asegurado Carod-Rovira en términos coloquiales:

"Claramente, en el PSOE están acojonados, están asustados al ver cómo 26 años después del Estatut y 28 años de haber recuperado la democracia, el anticatalanismo es uno de los ingredientes de la política española y, si se mueven de aquí, es evidente que pierden. Y por tanto quien tiene que ser valiente es el señor Zapatero".

Y ya lo creo que tiene razones para acojonarse, y si no que se lo digan a la plataforma y quizá futuro partido político Ciudadanos de Cataluña, o a la cadena COPE o incluso al director de El Mundo. En cuanto que ven a alguien que les puede hacer sombra, en cuanto que ven que alguien les puede hacer daño, se hacen las víctimas, invocan su catalanismo, como si sólo ellos pudieran lucirlo, y mandan a sus perros de la guerra a entablar batalla con lo que fuere menester.

Por mucho que se disfrace de democracia, el nacionalismo, como todo colectivismo, es totalitarismo en Estado puro. Dice Francesc Carreras, de la mencionada Plataforma, que los cachorros de ERC son fascistas. Yo creo que no, llamemos a las cosas por su nombre, Izquierda Republicana de Cataluña es de Izquierdas y por tanto no puede ser fascista (al menos en términos coloquiales) pero sí socialista. ERC son comunistas o socialistas pero sobre todos nacionalistas. Sus formas violentas las han usado las derechas y las izquierdas totalitarias o incluso las no totalitarias. Es un vieja táctica que han mejorado los comunistas de Lenin o los nazis de Hitler, los cachorros de ETA y ahora los de ERC. La violencia como herramienta para conseguir objetivos, el convertir a la víctima en agresor y a los agresores en víctimas. En tergiversar la historia y la realidad y dominando a la vez la educación y la cultura, justificar todos estos desmanes.

ERC tiene acojonados a muchas personas y no sólo entre el ámbito político, también en el social. Es su forma de dominar, como la de los matones de los patios de recreo, cruzan la cara del niño y le quitan el bocadillo. Lo malo es que los profesores miran para otro lado porque les conviene para gobernar el colegio.