27 de Diciembre de 2005

La ministra Calvo debe estar dando palmadas con las orejas de la alegría. El cine español está de enhorabuena , las cifras no mienten. Un éxito más del gobierno ZP, un éxito más de la gestión del Ministerio de Cultura, junto a los Papeles de Salamanca o el futuro traslado de la Dama de Elche a su Elche natal. Bueno, de la Dama o lo que quede de ella.

Reconozco mi perplejidad. El Ministerio de la Verdad trabaja a marchas forzadas para vender como subida lo que en realidad baja. Dicen los datos que en 2005, concretamente hasta el 11 de diciembre, han asistido a los cines un total de 116.138.489 espectadores, es decir 27.793.653 menos que en 2004, cuando los espectadores fueron 143.932.142. Dicho de otra manera, la gente ha perdido interés por el cine en este año de Administración Calvo.

En 2005, 19.442.669 espectadores fueron a ver películas españolas y 96.695.820, películas extranjeras. De lo que deducimos que los españoles siguen más interesados en el cine foráneo que en el propio. Si comparamos lo ocurrido en 2004 veremos que 19.282.967 fueron los espectadores que acudieron a las salas donde se proyectaban películas nacionales y 124.649.175 a salas con películas extranjeras. Y es aquí donde la ministra se hace pipí de gusto, dicho sea de manera metafórica. Mientras que el cine extranjero pierde espectadores, el cine español los gana. Y como decían en ese concurso de TVE, "Un, dos, tres, responda otra vez", hasta aquí podemos leer.

¿Dónde está la gracia?, pues que Orlando Bloom, Jeremy Irons, Liam Neeson, Eva Green, Edward Norton y Brendan Gleeson son actores españoles y nosotros sin saberlo. Seremos ignorantes. Resulta que por ley, las coproducciones en las que hay capital español se deben considerar como cine español y curiosamente "El Reino de los Cielos" es una coproducción en la que no sale ni un español en el reparto aunque puede que entre los extras podamos ver al tío Eustaquio, ese del pueblo o a la madre del tendero de la plaza pero poca más. "El Reino de los Cielos" ha tenido 2.367.515 espectadores y por mucho que la Ley lo permita, no creo que haya sido vista en su condición de película española sino en su condición de superproducción al estilo de Hollywood, con sus estrellas rutilantes y su director, Ridley Scott, no menos famoso. Así que si se me permite y acercándonos más a realidad y no a la burocracia estatista y estatal, reduciremos el número de espectadores de cine español en esta cantidad por lo que nos quedaremos en 17.075.154 espectadores. Y que quede que soy bueno porque la película "Sahara", en la que actúa Penélope Cruz y que es ante todo una "americanada" más de esas que tanto molestan a nuestros intelectuales progres, tiene el mismo tratamiento de coproducción. Es decir que el cine español pasa de 19.442.669 a 17.075.154 espectadores, un 12,18% menos y descendemos por segundo año consecutivo. Y sobre recaudaciones se podría hacer un análisis parecido pero eso lo dejo a otros.

Este tipo de trampas legales son un clavo ardiendo muy usado cuando las cosas van de mal en peor. El cine español no gusta, los datos están ahí y por algo será ya que nadie obliga a nadie a ir a ver una película y si funciona, se mantiene en cartelera lo que tenga que mantenerse. Un poco de modestia no vendría mal a tan subvencionados personajes, un poco menos acercarse al paraguas del Poder y más acercarse a los gustos de los espectadores que aunque no se lo crean, son los consumidores finales de sus productos, sean zafios o sublimes.

Y hablando de productos zafios, "Torrente 3, el protector" ha sido la película española más vista, con 3.445.016 espectadores y esto es lo que hay, de donde no se puede sacar, no se puede sacar, que diría el filósofo. Qué, señora ministra, nos dejamos de hacer "pajillas". Pero mentales, no me sea mal pensada, le hablo de las mentales.