31 de Enero de 2006

En la "Caza del Octubre Rojo", el comandante Marko Ramius, interpretado por el casi siempre genial Sean Conery, decide desertar de la Unión Soviética en su submarino atómico de última generación e idea un arriesgado plan de fuga que sólo unos pocos oficiales conocen. Para engañar a la marinería y dirigirse hacia territorio americano y después de matar al comisario del PCUS, la arenga con un discurso en el que asegura que va a lanzar unos misiles desde su silencioso submarino sobre las principales ciudades americanas y acabar con la "decadente sociedad estadounidense" y su "decadente Rock & Roll". El ficticio Marko Ramius tenía algo de razón pero no tanto por la sociedad americana sino por la europea y más concretamente la española.

Hace unos días hemos tenido que soportar a unos cuantos cientos de miles de musulmanes insultando y vilipendiando a todo nórdico que se atreva a pisar los países bendecidos por la religión del alfanje solamente porque un dibujante danés ha tenido la idea de hacer unas cuantas caricaturas del profeta Mahoma. ¿Cómo es posible que este decadente caricaturista se ría de la cultura de millones de personas?, pues porque le sale ahí, porque le sobra testosterona y es posible que este hasta los mismísimos de tanta cultura a la que hay que respetar sólo porque la conforman unos cuantos millones de intolerantes. Desde cuándo hay que pedir permiso a nadie para expresarse, si no les gusta que no compren la revista de marras. Pero como no todos tienen tanta determinación, el mismísimo primer ministro danés ha salido en los medios audiovisuales pidiendo perdón y asegurando que no controla los medios pero que él no lo hubiera hecho. A este le falta testosterona y le sobra talante, si él no lo ha hecho porque se disculpa y si quiere aclarar algo, acaso no está los canales diplomáticos. Y es que se supone que tenemos una cosa que se llama libertad de expresión cosa que falta por esos lugares y que visto lo visto, les jode.

Pero, ¿existe reciprocidad?. En pleno viaje programado de José Luis Rodríguez Zapatero a las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, el gobierno marroquí ha deplorado la visita y ha reivindicado la "marroquinidad" de las dos Ciudades Autónomas. ¿Dónde están las manifestaciones contra semejante barbaridad?, la continuidad territorial, que es la única excusa para reivindicar las dos ciudades y nunca la Historia, es un insulto para muchos, sobre todo para los ceutíes y los melillenses. Por qué ellos pueden quemar banderas israelís o americanas y nosotros envainárnosla. Por qué Occidente no puede criticar y ellos sí pueden insultar o reivindicar dos ciudades basándose en una mentira. A Zapatero le sobra talante y le falta testosterona, como al danés pero en dosis amazónicas.

La habitual política del presidente de Gobierno español de aparentemente contentar a todos, siempre y cuando volvamos a la España del 36, ha creado un viaje sin reivindicaciones ni discursos patrióticos, todo muy técnico y económico no vaya a ser que el Guía de los Fieles se moleste y mande una andanada de subsaharianos, esclavos de sus mafias, hacia las fronteras. Si se supone que está en un cargo público que pretende defender los intereses de los ciudadanos, lo mínimo que debe hacer es defender la legalidad vigente que pasa por la españolidad de Ceuta y Melilla y por defender a los españoles de estas dos ciudades de cualquier ataque, externo e interno. La verdad es que no sé si Occidente está en decadencia pero sí sé que España, con ZP a la cabeza, decae a marchas forzadas.