18 de Diciembre de 2003
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Bitácora de Alberto Illán Oviedo
Recordemos el Mar Aral
Hacia 1960, el Mar Aral tenía una superficie de 66.457 kilómetros cuadrados y era alimentado por dos ríos, Amu Daria y Syr Daria. Sostenía una importante actividad pesquera que daba trabajo a más de 60.000 personas y en sus riberas prosperaba una agricultura que era posible gracias a esas aguas.
En la última mitad de los años 50, Kruschev y sus planificadores económicos se fijaron en la zona. La razón de las medidas que se tomaron era no depender del decadente occidente, EEUU principalmente, en sus necesidades algodoneras. Así, mandaron construir un gigantesco canal de 500 kilómetros de longitud que acaparó un tercio del caudal del Amu Daria con la que se regaban los campos de algodón y arroz que se emplazaron a su alrededor. La eficiencia nunca ha sido el rasgo más característico de las planificaciones económicas soviéticas. Las necesidades de agua se hicieron mayores y los dos ríos fueron desapareciendo, el agua del mar se fue evaporando, la concentración de sal se hizo mayor y en 30 años se ha convertido en tres charcos salobres de los que ha desaparecido cualquier vestigio de la pesca que otrora alimentaba la población. El agua salada usada para el riego ha salinizado las zonas agrícolas y las cosechas son cada vez peores
La ya pobre población de la zona se ha vuelto paupérrima. Han aparecido enfermedades como la lepra y según los datos aportados por el gobierno de Kazajstán, país al que actualmente pertenece el lago, se han incrementado el número de malformaciones infantiles.
Existe un plan de recuperación para la zona consistente en ampliar el flujo de agua del Syr Daria y para 2006 el charco norte debería estabilizarse y dejar de mermar. No ha sido la primera iniciativa, ya que antes se pensó en desviar los ríos siberianos Ob e Irtish aunque fue desechada por los problemas ambientales que se podían derivar además de un coste excesivo.
También se baraja otra posibilidad, que los agricultores empiecen a pagar el agua a precios adecuados a los costes y de esta manera evitar que sea desperdiciada, cambiar los cultivos a otros con menos necesidades hídricas o reforestar la zona de forma que la vegetación retenga más agua. La recuperación de las riberas es importante en este sentido.
La planificación económica, muy propia de los gobiernos soviéticos, cierto orgullo patrio mezclado con el desprecio hacia el comercio, una indiferencia real por el medio ambiente de aquellos que financiaron a los grupos ecologistas occidentales durante décadas, la gratuidad de las aguas que ha llevado a su desperdicio, la ignorancia de los propios agricultores son los causantes de "el mayor desastre ecológico del siglo XX", aunque no haya sido de los más denunciados por nuestros solidarios grupos ecologistas. Sólo en los 80 se empezó a reconocer el desastre, aunque los satélites espias estadounidenses ya lo hubieran detectado.
La iniciativa privada debería implicarse en este costoso proyecto, oportunidades seguro que hay.
En la última mitad de los años 50, Kruschev y sus planificadores económicos se fijaron en la zona. La razón de las medidas que se tomaron era no depender del decadente occidente, EEUU principalmente, en sus necesidades algodoneras. Así, mandaron construir un gigantesco canal de 500 kilómetros de longitud que acaparó un tercio del caudal del Amu Daria con la que se regaban los campos de algodón y arroz que se emplazaron a su alrededor. La eficiencia nunca ha sido el rasgo más característico de las planificaciones económicas soviéticas. Las necesidades de agua se hicieron mayores y los dos ríos fueron desapareciendo, el agua del mar se fue evaporando, la concentración de sal se hizo mayor y en 30 años se ha convertido en tres charcos salobres de los que ha desaparecido cualquier vestigio de la pesca que otrora alimentaba la población. El agua salada usada para el riego ha salinizado las zonas agrícolas y las cosechas son cada vez peores
La ya pobre población de la zona se ha vuelto paupérrima. Han aparecido enfermedades como la lepra y según los datos aportados por el gobierno de Kazajstán, país al que actualmente pertenece el lago, se han incrementado el número de malformaciones infantiles.
Existe un plan de recuperación para la zona consistente en ampliar el flujo de agua del Syr Daria y para 2006 el charco norte debería estabilizarse y dejar de mermar. No ha sido la primera iniciativa, ya que antes se pensó en desviar los ríos siberianos Ob e Irtish aunque fue desechada por los problemas ambientales que se podían derivar además de un coste excesivo.
También se baraja otra posibilidad, que los agricultores empiecen a pagar el agua a precios adecuados a los costes y de esta manera evitar que sea desperdiciada, cambiar los cultivos a otros con menos necesidades hídricas o reforestar la zona de forma que la vegetación retenga más agua. La recuperación de las riberas es importante en este sentido.
La planificación económica, muy propia de los gobiernos soviéticos, cierto orgullo patrio mezclado con el desprecio hacia el comercio, una indiferencia real por el medio ambiente de aquellos que financiaron a los grupos ecologistas occidentales durante décadas, la gratuidad de las aguas que ha llevado a su desperdicio, la ignorancia de los propios agricultores son los causantes de "el mayor desastre ecológico del siglo XX", aunque no haya sido de los más denunciados por nuestros solidarios grupos ecologistas. Sólo en los 80 se empezó a reconocer el desastre, aunque los satélites espias estadounidenses ya lo hubieran detectado.
La iniciativa privada debería implicarse en este costoso proyecto, oportunidades seguro que hay.
Comentarios
No hablamos del mismo caso ni de lejos, pero aquí en España hemos tenino nuestro marcito de Aral en la Tablas de Daimiel. Se secaron imponiendo una gestión administrativa de sus aguas y la implantación de una agricultura de regadío, subsidiada con bajos precios del agua.
Y el ejemplo que nos llega ahora..., el disparate del PHN...., el coste (REAL, porque no sé cómo quedará si se subvenciona) del agua y la inversión será más alto que hacer unas desalinizadoras adecuadas y unas buenas centrales energéticas...
Si esa inversión fuese a desalinizadoras, centrales nucleares, solares, eólicas...
Si esa inversión fuese a desalinizadoras, centrales nucleares, solares, eólicas...
Los politicos inectos terminan con el planeta, solo se preocupan de enriquecerse a costa de lo que sea, da igual persona, animal o cosa.Gracias
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