21 de Octubre de 2004
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Bitácora de José Carlos Rodríguez
El ejemplo de Estonia
He hablado de la competencia fiscal en alguna ocasión. En una anotación escribí sobre los casos de Irlanda, Islandia y Austria. Sobre Islandia comenté un excelente artículo de la hacendista Veronique de Rugy, de la AEI. El caso de Irlanda merecería a su vez un artículo. Lo escribí en su momento para el Informe Mensual de Bankinter, pero lo he perdido lamentablemente.
La competencia en el robo a los ciudadanos daña a los Estados más ladrones y más gastadores. Los que más han desarrollado la política de compra de votos con el dinero ajeno. Francia y Alemania, unidos en contra de la libertad de los europeos, no están dispuestos a permitir tal competencia. Así que han llamado a la armonización fiscal, lo que se traduce en la prohibición de una imposición por debajo de unos mínimos. La baja fiscalidad es la clave, aunque no el único factor, detrás del descollante éxito económico de Irlanda, y será el camino para los países excomunistas, entre ellos Estonia, el sexto país económicamente más libre del mundo.
Hans Labohm explica en TCS en qué consistieron las reformas de Estonia, lideradas por el joven Mart Laar, historiador (y creo que lector de Murray Rothbard). Impusieron un tipo marginal único del 26% que ha sido un éxito sin precedentes, porque la medida tampoco los tenía. Como explica Labohm, en Estonia, el tipo único ha favorecido la formación de capital, ha llevado a mayores niveles de productividad, mayores salarios, y la creación de empleo. Además el tipo marginal único es un sistema fácil de colectar y controlar. Hoy Estonia está incluso considerando una nueva reduccuión del tipo impositivo al 20%. Además han introducido otras reformas liberales, como la eliminación de todas las tarifas a la importación, la estabilidad presupuestaria por ley, o una desregulación que Labohm llama masiva. El ejemplo de Estonia ha servido de acicate para reformas parecidas en otros países europeos que han recuperado su libertad hace poco más de una década. La que Francia y Alemania, nuestros queridos aliados, les quieren quitar.
Palabras de Mart Laar: Especialmente en un país en transición, donde la economía tiene que moverse de un sistema totalmente controlado a otro basado en el mercado, es muy importante liberar la iniciativa privada y dar libertad de acción para crear valor económico. El gobierno no debe penalizar a las personas (con iniciativa); tiene que favorecerlas, también por medio del sistema de impuestos. El gobierno solo tiene que asegurarse del buen juego.
Veremos en qué queda esta revuelta fiscal europea.
La competencia en el robo a los ciudadanos daña a los Estados más ladrones y más gastadores. Los que más han desarrollado la política de compra de votos con el dinero ajeno. Francia y Alemania, unidos en contra de la libertad de los europeos, no están dispuestos a permitir tal competencia. Así que han llamado a la armonización fiscal, lo que se traduce en la prohibición de una imposición por debajo de unos mínimos. La baja fiscalidad es la clave, aunque no el único factor, detrás del descollante éxito económico de Irlanda, y será el camino para los países excomunistas, entre ellos Estonia, el sexto país económicamente más libre del mundo.
Hans Labohm explica en TCS en qué consistieron las reformas de Estonia, lideradas por el joven Mart Laar, historiador (y creo que lector de Murray Rothbard). Impusieron un tipo marginal único del 26% que ha sido un éxito sin precedentes, porque la medida tampoco los tenía. Como explica Labohm, en Estonia, el tipo único ha favorecido la formación de capital, ha llevado a mayores niveles de productividad, mayores salarios, y la creación de empleo. Además el tipo marginal único es un sistema fácil de colectar y controlar. Hoy Estonia está incluso considerando una nueva reduccuión del tipo impositivo al 20%. Además han introducido otras reformas liberales, como la eliminación de todas las tarifas a la importación, la estabilidad presupuestaria por ley, o una desregulación que Labohm llama masiva. El ejemplo de Estonia ha servido de acicate para reformas parecidas en otros países europeos que han recuperado su libertad hace poco más de una década. La que Francia y Alemania, nuestros queridos aliados, les quieren quitar.
Palabras de Mart Laar: Especialmente en un país en transición, donde la economía tiene que moverse de un sistema totalmente controlado a otro basado en el mercado, es muy importante liberar la iniciativa privada y dar libertad de acción para crear valor económico. El gobierno no debe penalizar a las personas (con iniciativa); tiene que favorecerlas, también por medio del sistema de impuestos. El gobierno solo tiene que asegurarse del buen juego.
Veremos en qué queda esta revuelta fiscal europea.
Comentarios
Excelente anotación.
Francia es la madre de casi todo el mal que nos ha causado el estatismo en estos 150 años últimos. Directa o indirectamente. Y no tengo nada personal, pero si así llueve, que por favor escampe.
Francia es la madre de casi todo el mal que nos ha causado el estatismo en estos 150 años últimos. Directa o indirectamente. Y no tengo nada personal, pero si así llueve, que por favor escampe.
Jose Carlos, el tema de Estonia lo conozco bien y no solo por la cercanía geográfica.
La transformación del pais y el crecimiento a lo largo de los años ha sido impresionante. Todavía le queda muchísimo por mejorar pues quedó destrozada tras el comunismo. Saliendo del centro de Tallinn y de las otras ciudades importantes, los efectos y pobreza del comunismo todavía se ven.
Pasando a las relaciones con los "viejos" de la UE, han tenido todo tipo de presiones y amenazas de Alemania y Suecia entre otros para que suban los impuestos. Además dijeron que no les permitirían entrar en la UE por ello. En Estonia no cambiaron.
En resumen, están atrayendo inversión de la zona escandinava y además apuestan por la tecnología fuertemente.
La transformación del pais y el crecimiento a lo largo de los años ha sido impresionante. Todavía le queda muchísimo por mejorar pues quedó destrozada tras el comunismo. Saliendo del centro de Tallinn y de las otras ciudades importantes, los efectos y pobreza del comunismo todavía se ven.
Pasando a las relaciones con los "viejos" de la UE, han tenido todo tipo de presiones y amenazas de Alemania y Suecia entre otros para que suban los impuestos. Además dijeron que no les permitirían entrar en la UE por ello. En Estonia no cambiaron.
En resumen, están atrayendo inversión de la zona escandinava y además apuestan por la tecnología fuertemente.
Lo que queda por hacer en Estonia (sino lo están haciendo ya) es una masiva campaña que le haga entender a los ciudadanos que los beneficios del crecimiento que están disfrutando se deben a dicha liberalización, y que la suspensión de ésta sólo traería una regresión altamente perjudicial. Si no se gana la batalla publicitaria (o propagandística, como gusteís) los demagogos del intervencionismo terminarán ganando.
Gracias por darnos tu impresión desde la vecindad, Chesco. Es un asunto importante y la lucha, como dice j_f es total.
Es la primera vez que oigo mencionar este tema, que yo calificaría de "milagro económico sobre el hielo". Me parece una apuesta decidida y valiente por parte de unos dirigentes que solo buscan, así lo demuestran con estas directrices, el bien general de la salud económica de su sociedad a largo plazo. Ojalá tuviesemos en la vieja e inamovible UE (actualmente, claro) alguíen de similar perfil.
jf ha dado en el clavo, cuando acerquen su nivel a occidente pueden acomodarse y olvidar el camino, el caramelo estatalista es muy goloso y uno se acaba olvidandose de las caries. :(
Por cierto, hablando de fiscalidad en los paises del este, os dejo una entrevista a la comisaria Udre que me parece bastante interesante:
http://ultimahora.iblnews.com/inoticia.php?id=2576...
"Todos somos políticos, y hay momentos en los que se es muy popular y
hubo tiempos en los que yo era la segunda o tercera persona menos
popular de Letonia, porque hay que tomar decisiones poco populares y eso
influye en la opinión de los electores"
http://ultimahora.iblnews.com/inoticia.php?id=2576...
"Todos somos políticos, y hay momentos en los que se es muy popular y
hubo tiempos en los que yo era la segunda o tercera persona menos
popular de Letonia, porque hay que tomar decisiones poco populares y eso
influye en la opinión de los electores"
¿Una bajada de impuestos de esa magnitud en España contribuiría a paliar el previsible repunte del paro, que puede ser horripilante así que pasen 18 meses más? Ya se que ZP no lo va a hacer, pero quisiera conocer la opinion de la "calle liberal". Un saludo.
Felipón el problema es bastante parecido en las tres repúblicas bálticas.La tema no son los rusohablantes, si no los rusos que están allí.
Lo explico. La gran mayoría de ellos eran de nacionalidad rusa (Unión soviética) y fueron introducidos por Stalin para rusificar los paises bálticos y les dieron facilidades, casas y todo tipo de prevendas para establecerse. Al independizarse las repúblicas bálticas, esa gente deja de pertenecer a Rusia (ahora sí) pero es que además no tienen pasarporte estonio pues nunca lo tuvieron ni eran estonios. Es decir, mucha de esa gente es apátrida. La diferencia estriba en que los estonios perteneciendo a la URSS tenían estatus de estonios.
Por ahí pasa el tema de votar, realmente muchos no son ciudadanos estonios por que no tienen tal pasaporte a pesar de vivir allí y por tanto no tienen derecho al voto.
La situación social entre la población estonia y la rusa en Estonia es otro tema a tocar en otro post que abra Jose Carlos
Lo explico. La gran mayoría de ellos eran de nacionalidad rusa (Unión soviética) y fueron introducidos por Stalin para rusificar los paises bálticos y les dieron facilidades, casas y todo tipo de prevendas para establecerse. Al independizarse las repúblicas bálticas, esa gente deja de pertenecer a Rusia (ahora sí) pero es que además no tienen pasarporte estonio pues nunca lo tuvieron ni eran estonios. Es decir, mucha de esa gente es apátrida. La diferencia estriba en que los estonios perteneciendo a la URSS tenían estatus de estonios.
Por ahí pasa el tema de votar, realmente muchos no son ciudadanos estonios por que no tienen tal pasaporte a pesar de vivir allí y por tanto no tienen derecho al voto.
La situación social entre la población estonia y la rusa en Estonia es otro tema a tocar en otro post que abra Jose Carlos
Pues a mí no me parece muy correcto dejar a esa gente "fuera de la ley". No he querido entrar en cifras, pero creo recordar que eran la mitad de los habitantes en Estonia y un poco menos en las otras dos, pero en cualquier caso minorías inmensas. Dado que en un principio allí ganaron partidos nacionalistas y visto cómo suelen funcionar esos partidos en todo el mundo, me temo lo peor.
Hablo de oídas y de recuerdos, agradeceré cualquier puesta al día.
Hablo de oídas y de recuerdos, agradeceré cualquier puesta al día.
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