10 de Julio de 2004
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Bitácora de José Carlos Rodríguez
Irlanda, Islandia, Austria
Tres países que, como sugiere Tyler Cowen, están minando el cártel impositivo europeo. Ya apunté el caso de Islandia. Cowen se refiere también al de Austria, citando un artículo del Financial Times, por el que
Mientras que Alemania lucha con legislaciones laborales inflexibles y con altos impuestos, Austria ha llevado a cabo reformas impositivas que llevarán las tasas a niveles cercanos a los de la Europa del Este, y acompañarán las actuales medidas laborales favorables a los negocios.
Como en cada ocasión en que se hacen reformas favorables a la libertad, o menos dañinas, los resultados son buenos:
Los resultados han sido dramáticos. Desde el pasado enero, cuando comenzó la primera de las dos fases de las reformas que han empezado a tener efecto, con grandes recortes en los impuestos sobre los ingresos y algún alivio para empresas pequeñas y medianas, el país ha disfrutado un gran aumento en inversiones de calidad.
Las rebajas de impuestos sobre sociedades han permitido pasar de un tipo del 34% al 25% (que se queda en el 22, con algunas desgravaciones).
La llamada armonización fiscal, como señala Cowen, es un cártel fiscal. Los mismos que favorecen el cártel fiscal son los que se indignan con los cárteles privados hasta que se les muda la color. Y eso que los cárteles privados no tienen un peligro duradero (y aquí). Una armonización fiscal que muestra: cómo se esconden las medidas contra el ciudadano con palabras (armonización) y cómo el fascismo está tan presente como se dice, pero no donde se dice (como ya apunté).
Actualización: Artículo excelente de Dan Mitchell. Estoy a la espera de que este hombre escriba un libro sobre impuestos.
Mientras que Alemania lucha con legislaciones laborales inflexibles y con altos impuestos, Austria ha llevado a cabo reformas impositivas que llevarán las tasas a niveles cercanos a los de la Europa del Este, y acompañarán las actuales medidas laborales favorables a los negocios.
Como en cada ocasión en que se hacen reformas favorables a la libertad, o menos dañinas, los resultados son buenos:
Los resultados han sido dramáticos. Desde el pasado enero, cuando comenzó la primera de las dos fases de las reformas que han empezado a tener efecto, con grandes recortes en los impuestos sobre los ingresos y algún alivio para empresas pequeñas y medianas, el país ha disfrutado un gran aumento en inversiones de calidad.
Las rebajas de impuestos sobre sociedades han permitido pasar de un tipo del 34% al 25% (que se queda en el 22, con algunas desgravaciones).
La llamada armonización fiscal, como señala Cowen, es un cártel fiscal. Los mismos que favorecen el cártel fiscal son los que se indignan con los cárteles privados hasta que se les muda la color. Y eso que los cárteles privados no tienen un peligro duradero (y aquí). Una armonización fiscal que muestra: cómo se esconden las medidas contra el ciudadano con palabras (armonización) y cómo el fascismo está tan presente como se dice, pero no donde se dice (como ya apunté).
Actualización: Artículo excelente de Dan Mitchell. Estoy a la espera de que este hombre escriba un libro sobre impuestos.
Comentarios
Excelente apunte. La competencia política (dos mafias, dos bancos centrales, dos Mins. de Hacienda, etc) es una carrera hacia el fondo. Y para colmo, hay menos presión (la Coca-cola no tiene un ejército que respalde en última instancia sus intentos de promover su existencia o la de su producto) para romper carteles o fiscalizar las acciones. Muy poca, mientras más lejos esté el poder del individuo.
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