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8 de Enero de 2006

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La Hora de Todos
Bitácora de José Carlos Rodríguez

Libertad de expresión como poder

Dice Enrique Gómez en su última anotación, CAC, COPE y "Libertad de expresión" que

Hablar de libertad de expresión supone un ejercicio muy delicado y complicado. Los principales implicados en la refriega que se ha organizado en torno a esta cuestión (partidos y medios de comunicación de masas) no son los más indicados para solicitar libertad de expresión, porque esa libertad no existirá hasta que la tecnología permita a cualquier persona o grupo llegar a la misma audiencia, sin filtros, que estos medios de masas.

No sé si Enrique Gómez quería que se le entendiera o que no se le entendiera. Yo no le he entendido. He de reconocer que no me gustan las expresiones del tipo Los principales implicados... partidos y medios de comunicación de masas... sin dar nombres. Porque no sé a quiénes se refiere. Haré el esfuerzo, siempre con el riesgo de malinterpretarle.

El Sujeto. Hay partidos y medios de comunicación de masas que se ha organizado en torno a la cuestión del CAC y la COPE. Imagino que será la COPE, el tripartito y el PSOE. ¿Se han organizado, Enrique? ¿Cómo se organizaban el régimen franquista y los que no se podían expresar libremente? Yo, lo que pensaba (y sigo pensando, no me has convencido) es que unos mandan porque tienen el poder y los otros ven coartadas sus libertades. ¿Se organizan? A mí me ha sonado a que es tan culpable la COPE de ser víctima como el tripartito de querer coartar su libertad de expresión. ¿Se organizan, Enrique?

La COPE (dejemos a un lado los partidos) no es la más indicada para solicitar la libertad de expresión. Hombre, teniendo en cuenta que es la previsible víctima de un ataque a su libertad de expresión, yo he pensado exactamente lo contrario, que está perfectamente indicada para ello. Pero Enrique Gómez da una razón de porqué ni la COPE ni los partidos políticos con los que se ha organizado (el tripartito y el PSOE) tienen altura moral para hablar de libertad de expresión. Le cito de nuevo:

Porque esa libertad no existirá hasta que la tecnología permita a cualquier persona o grupo llegar a la misma audiencia, sin filtros, que estos medios de masas.

Yo no entiendo qué culpa tienen la COPE y los partidos políticos de que exista o no una tecnología. Pero su referencia es importante porque de este modo podemos entender qué entiende Enrique Gómez por libertad de expresión. Lo explica en la anotación enlazada, ¿Libertad de prensa o control de información? Hay dos aspectos de la libertad, viene a decir, uno teórico y otro real. Del teórico (que es el concepto liberal de libertad, como ausencia de coacción) nada dice, a excepción de la inexactitud de decir que fue reconocida a nivel teórico desde principios del siglo XIX. La libertad real, es la de las posibilidades reales de la gente. Es la libertad como poder, y ésta depende de la tecnología, que

Nos está otorgando verdaderamente esa libertad teórica, y nos concede a los ciudadanos la oportunidad permanente de expresar nuestras opiniones y de llegar a un público importante. A día de hoy cualquiera de nosotros, con una simple conexión a Internet, un servidor barato y unos pocos conocimientos técnicos, puede crear un blog de éxito, llegar a miles de lectores e influenciar a la sociedad. Ya no hay que plegarse ante los oligopolios mediáticos ni quedar a merced de los que controlan los medios.

Pues bien, volviendo a la anotación sobre la COPE, resulta, dice Gómez, que

Un ciudadano cualquiera puede expresar sus ideas, pero si no tiene la capacidad de comunicárselas a un número importante de lectores u oyentes en realidad no tiene libertad de expresión, ya que da igual lo que diga si no tiene los medios para difundirlo.

Esta es una idea problemática. Porque la libertad no es una cuestión absoluta, sino numérica, gradual. No depende del comportamiento, sino de los medios que tenga (que le otorguen la capacidad de comunicárselas a un número importante de lectores u oyentes).

Y yo me pregunto. ¿Es Milá el colmo de la libertad de expresión? Como todo editor de un telediario de TVE, es la voz del Gobierno. Pero sus medios para comunicar la visión del Gobierno a un número importante de lectores u oyentes es indudable.

Por otro lado. Si todos llegáramos a todos en nuestra comunicación, el ruido sería tan espectacular que no cabría ninguna comunicación. ¿De verdad tenemos que ser todos los presentadores de Hoy por Hoy o de Gente de Navidad para considerarnos libres?

Es cierto que las acciones de dos personas distintas tienen un alcance distinto, que parece ser lo que preocupa a Enrique Gómez. Es cierto que un ciudadano a quien solo le escuchan sus amigos y su familia tiene un alcance, en sus opiniones, que no se puede comparar con el de Ana Blanco o Carlos Herrera. Pero ¿le hace ello menos libre? Le hará menos influyente, pero la influencia no es lo mismo que la libertad.

De hecho el propio Enrique Gómez se ve forzado a trocear la libertad. Habla, en el párrafo siguiente, de la libertad de expresión mediante medios de comunicación. Pero en realidad tendría que hablar de la libertad de expresión mediante medios de comunicación de 0 a 5.000 lectores u oyentes, de la libertad de expresión mediante medios de comunicación de 5.000 a 10.000 lectores u oyentes

El resto de su anotación es irreprochable. Reconoce la libertad de expresión de la COPE, reconoce que el CAC es el peor órgano de censura desde la dictadura de Franco, y es sencillamente perfecta esta sucesión de ideas:

Como Pilar Rahola, yo también detesto a la COPE y creo que las ideas que irradian desde sus micrófonos algunos de sus locutores generan odio y crispación, pero no puedo impedirles que se expresen. Lo primero que debemos hacer los que no nos gusta la COPE es no escucharla. Si alguna vez atacan al honor de alguien, que vaya al juzgado y presente una denuncia. Celebraría que un juez impusiera una sanción a un medio de comunicación que se ha pasado de la raya, pero por el contrario me parece atroz que un político pueda sancionar a un periodista y decidir si lo que este último dice es veraz o no.

Pues eso. Es una pena que para decir esto haya tenido que comenzar su anotación de una forma tan poco afortunada, en mi opinión.

Comentarios

 
Estoy leyendo mucho últimamente eso de "yo estoy a favor de la libertad de expresión, pero es que la COPE crispa, y esto y lo otro", me recuerda a la gente que dice "yo no es que sea racista, peeeero...".

Un saludo y feliz año nuevo.
Enviado por el día 8 de Enero de 2006 a las 22:45 (1)
>'Pues eso. Es una pena que para decir esto haya tenido que comenzar su anotación de una forma tan poco afortunada, en mi opinión.'

Cierto; y en la mía.

Y que, además, con su 'yo también detesto a la COPE y creo que las ideas que irradian desde sus micrófonos algunos de sus locutores generan odio y crispación, pero no puedo impedirles que se expresen' haya tenido que expresar él, como también Pilar Rahola en su momento y algún otro, esa 'profesión de fe' que parece ser un certificado de credibilidad o salvoconducto imprescindible para estas personas a la hora de enjuiciar objetivamente ese derecho cuando se le niega a quien no es de su cuerda ideológica.

A mí me habría gustado mucho más esa defensa de la libertad de expresión ajena, si lo hubiesen omitido.
Enviado por el día 8 de Enero de 2006 a las 22:51 (2)
Completamente de acuerdo Belaborda...

A mí me llama mucho la atención como en cualquier caso, venga a cuento o no, si se intenta defender en algo a la COPE, seas de derechas o de izquierdas, tienes primero que decir lo poco que te gusta la emisora.

Es increíble como se consiguen crear ciertos complejos. Pasa lo mismo con Católicos hablando de la Iglesia (típico... yo no estoy de acuerdo con la jerarquía de la Iglesia...), o cuando se intenta realizar cualquier juicio contra grupos minoritarios desfavorecidos (aunque sea lo justo, no puedes en ningún momento hacer un juicio contra un extranjero, una mujer o un homosexual, sobre todo cuando en el juicio influye el que sea extranjero, mujer u homosexual). Viene a ser como dice Elías, aunque yo creo que en mi caso creo que con un matiz distinto. El debatir así la paridad, el matrimonio homosexual o la regularización de inmigrantes no se puede hacer sin hacer antes una exposición de tu currículum como defensor de inmigrantes, mujeres y homosexuales. En caso contrario, e incluso puede que en ese mismo caso, serás despellejado por los políticamente correctos.

¿Por qué el complejo parte siempre del mismo lado?

Puede ser porque la demagogia siempre venga del contrario. Y contra la demagogia es muy difícil luchar... ¿no?






Enviado por el día 8 de Enero de 2006 a las 23:13 (3)
«Un ciudadano cualquiera puede expresar sus ideas, pero si no tiene la capacidad de comunicárselas a un número importante de lectores u oyentes en realidad no tiene libertad de expresión, ya que da igual lo que diga si no tiene los medios para difundirlo.»

La eterna confusión de los progres: creen que el tener un derecho implica que terceras personas, empresas o instituciones deben facilitar que lo ejercite. Si no me falla la memoria, Hayek señalaba en "Camino hacia la servidumbre" que la gente de izquierdas confunde libertad con poder económico.
Enviado por el día 8 de Enero de 2006 a las 23:45 (4)
De irreprochable nada. Coincido con los otros comentaristas en decir que ya cansa el condenar con el "pero" a continuación.

Este tío está en la consigna del gobierno. Porque no es otra cosa el latiguillo de la crispación.

"...creo que las ideas que irradian desde sus micrófonos algunos de sus locutores generan odio y crispación,..."

Analiza eso de las ideas irradiadas y su capacidad de generar crispación y verás el fondo totalitario. Es bastante reprochable ¿no?

Las ideas no son ni respetables ni dejan de serlo. Lo mismo se aplica a la capacidad de crispar, ni crispan ni dejan de crispar. Se las ha de juzgar bien por su acierto o desacierto, bien por su verdad o falsedad, bien incluso por su moralidad o inmoralidad. Sin embargo ese tío pasa por encima de esto y apunta directamente a su efecto sobre cierta gente.

La ventaja de ese payaso es que es muy torpe y transmite la consigna mal. La elabora un poco a su modo y deja al aire el fondo totalitario que posee (la conveniencia o no de las ideas por la atribución de efectos indeseables). La consigna original es muy breve: "la COPE crispa".

Por cierto, la crispación que produce la COPE es una realidad: a los progres los crispa a más no poder. Les crispa que cuente cosas que les destrozan la propaganda, por alcanzar a tanta gente, y cada día a más. Y por cierto, un síntoma de lo en serio que va el ataque progre al enemigo es la sencillez del latiguillo. Este de "la COPE crispa" sólo es superado por el "No a la guerra".
Enviado por el día 9 de Enero de 2006 a las 09:04 (5)
Sí, dlluis. No falta el latiguillo de "los que crispan...". Pero me refería con "irreprochable" al aspecto que estaba tratando, el de la defensa de la libertad de expresión de la COPE.

Por lo demás coincido contigo y con Elías en que no me gusta esa actitud. ¡Feliz año, por cierto!
Enviado por el día 9 de Enero de 2006 a las 09:56 (6)

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