10 de Enero de 2007
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Bitácora de José Carlos Rodríguez
Economía de guerra
Labor de recuperación de mis artículos en La Gaceta de los Negocios. En Economía de guerra hablo de Irak, cuya gesión ha sido bastante mala.
Es cierto que una parte de éxito sí tiene la intervención aliada, lo hemos visto en el último obituario de 2006, el menos nostálgico de todos. Pero el verdadero propósito, instaurar una democracia, no acaba de realizarse.
Es cierto que una parte de éxito sí tiene la intervención aliada, lo hemos visto en el último obituario de 2006, el menos nostálgico de todos. Pero el verdadero propósito, instaurar una democracia, no acaba de realizarse.
Irak no ha sido un éxito. Si ha sido o no un fracaso, dependerá de lo que considere cada uno, pero está claro que militar e institucionalmente la situación en ese país no se acerca a lo que planeaban los aliados, y especialmente el supremo arquitecto de la guerra, Donald Rumsfeld. Tampoco en el campo de la economía.(Leer más)
La justificación filosófica para invadir Irak fue la guerra preventiva, que es el principio de precaución del Protocolo de Kioto, pero llevado al terreno del enfrentamiento entre Estados. La idea es: actuemos ahora antes de que sea demasiado tarde. El problema con este planteamiento es que no podemos saber de antemano si habrá un "demasiado tarde" o si nuestro plan podrá completarse con éxito.
Comentarios
Jose Carlos una ves escuche una frase que decia la libertad es un lujo que no nos podemos dar en tiempos de guerra y de hecho siempre estamos en tiempos de guerra.
O de dicho de otra manera si no hay libertad habra una guerra perdurable.
O de dicho de otra manera si no hay libertad habra una guerra perdurable.
Obviando las evidencias de la realidad iraquí no creo que haya mejor respuesta a una agresión violenta de cariz fanático que la reacción armada, pues esa es la última razón que subyace y alimenta un discurso de enfrentamiento radical que no quiere ni acepta otra solución que su total e incondicionada hegemonía.
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