26 de Enero de 2004
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Bitácora de José Carlos Rodríguez
Miénteme, Moore (II). El banco regala armas.
Voy a seguir haciéndome eco de la página Bowlingfortruth.
Si una escena de la película ha tenido éxito, ésta es la que nos muestra al propio Michael Moore abriendo una cuenta en un banco, que le premia por su decisión con un arma larga.
Eso es lo que nos muestra, pero como debemos esperar del personaje y de su película (¿Alguien la llamó alguna vez documental?) no es lo que pasa. La campaña del banco permite, al abrir un depósito de mil dólares, recibir inmediatamente los intereses, pero en lugar de en dinero en especie; en una de las armas que podemos ver en la película.
A Moore le vemos rellenando un sencillo formulario en el que declara no estar loco ni ser un criminal. Luego vemos al protagonista observando y jugueteando con el arma, alabando sus características, mientras es atendido por una trabajadora del banco. Finalmente, Moore sale del banco arma en mano, blandiéndola orgulloso y contento.
Lo primero que hay que decir, para tranquilidad del lector, es que la veracidad de que Moore no sea un loco o un criminal no depende de su palabra, sino que al mentiroso se le exige una identificación con foto y se contacta con el FBI para la comprobación de los datos, lo que lleva al menos media hora. Quien le atiende en el banco lo hace por hora y media, explicándole al director todos los detalles; los mismos que él oculta o tergiversa. Nada de esto se le muestra al desamparado espectador.
Uno de los momentos verdaderamente graciosos de la filmación tiene lugar cuando Moore, arma en mano, pregunta a la responsable de atención al cliente "¿No cree que es un poco peligroso manejar armas en un banco?" y sin ofrecer la respuesta, para que no se desvele su manipulación, el siguiente corte muestra a Moore arma en mano saliendo del banco, en la imagen que todos recordamos.
Pero es cierto, ¿No resulta peligroso manejar armas dentro de un banco?. Tan es así que el propio Moore nunca tuvo una en la escena que hemos recordado. Lo que muestra ante la cámara es lo que había en el establecimiento, es decir, un modelo. Las 500 armas largas que menciona la película están a cuatro horas del banco.
¿Y la escena en la que él sale del establecimiento mostrando su premio? Sí, dos meses después de que hubiera cumplimentado el papeleo. Las firmas que echa el orondo director y que aparecen en su cinta son puro teatro.
Un bonito detalle de la página de la que estoy sacando información es que Moore dice en una entrevista a Oprah Winfrey "¿qué ha pasado con lo de regalar tostadoras? Nunca he oído de nadie matado por una tostadora, ¿sabes?". Desde luego el ingenio de este hombre no tiene límites. Primero, las armas tienen una naturaleza defensiva tanto como ofensiva. La gente las compra por ese motivo, lo que no llegaremos a saber por la filmación de que hablamos. Y en segundo lugar, me permito pegar este recorte de www.gunowners.com recogido por Bowlingfortruth:
The St. Louis Post-Dispatch (8/30/02) reports a woman who used a rolled-up newspaper and toaster to light a cigarette started a fire that killed her mentally ill adult daughter. The Irish Times (2/28/02) reports that in Cork, in 1997, one homeless man murdered another homeless man by hitting him in the head with a toaster. And the Philippine Daily Inquirer (8/28/01) tells of a young woman who saw her toaster on fire, threw water on it and was electrocuted instantly. A Global News Wire story (8/3/01) says a pop-up toaster is the likely cause of a fire killing a mother and son in Timaru, New Zealand. A Canadian Press report (7/28/2000) says that in Quebec a house fire started by a toaster killed an autistic young man. And the Richmond Times-Dispatch (5/10/99) says a Yorkshire, Virginia, couple filed a $4.7 million lawsuit against a Delaware business alleging that their toaster was faulty and caused a fire killing their mentally disabled son and his grandmother.
Actualización: Lo que no sabemos es las vidas que han salvado las tostadoras por el uso defensivo de las mismas, si se me permite la broma.
Otro día más. Para los retrasados, me remito al primer post.
Si una escena de la película ha tenido éxito, ésta es la que nos muestra al propio Michael Moore abriendo una cuenta en un banco, que le premia por su decisión con un arma larga.
Eso es lo que nos muestra, pero como debemos esperar del personaje y de su película (¿Alguien la llamó alguna vez documental?) no es lo que pasa. La campaña del banco permite, al abrir un depósito de mil dólares, recibir inmediatamente los intereses, pero en lugar de en dinero en especie; en una de las armas que podemos ver en la película.
A Moore le vemos rellenando un sencillo formulario en el que declara no estar loco ni ser un criminal. Luego vemos al protagonista observando y jugueteando con el arma, alabando sus características, mientras es atendido por una trabajadora del banco. Finalmente, Moore sale del banco arma en mano, blandiéndola orgulloso y contento.
Lo primero que hay que decir, para tranquilidad del lector, es que la veracidad de que Moore no sea un loco o un criminal no depende de su palabra, sino que al mentiroso se le exige una identificación con foto y se contacta con el FBI para la comprobación de los datos, lo que lleva al menos media hora. Quien le atiende en el banco lo hace por hora y media, explicándole al director todos los detalles; los mismos que él oculta o tergiversa. Nada de esto se le muestra al desamparado espectador.
Uno de los momentos verdaderamente graciosos de la filmación tiene lugar cuando Moore, arma en mano, pregunta a la responsable de atención al cliente "¿No cree que es un poco peligroso manejar armas en un banco?" y sin ofrecer la respuesta, para que no se desvele su manipulación, el siguiente corte muestra a Moore arma en mano saliendo del banco, en la imagen que todos recordamos.
Pero es cierto, ¿No resulta peligroso manejar armas dentro de un banco?. Tan es así que el propio Moore nunca tuvo una en la escena que hemos recordado. Lo que muestra ante la cámara es lo que había en el establecimiento, es decir, un modelo. Las 500 armas largas que menciona la película están a cuatro horas del banco.
¿Y la escena en la que él sale del establecimiento mostrando su premio? Sí, dos meses después de que hubiera cumplimentado el papeleo. Las firmas que echa el orondo director y que aparecen en su cinta son puro teatro.
Un bonito detalle de la página de la que estoy sacando información es que Moore dice en una entrevista a Oprah Winfrey "¿qué ha pasado con lo de regalar tostadoras? Nunca he oído de nadie matado por una tostadora, ¿sabes?". Desde luego el ingenio de este hombre no tiene límites. Primero, las armas tienen una naturaleza defensiva tanto como ofensiva. La gente las compra por ese motivo, lo que no llegaremos a saber por la filmación de que hablamos. Y en segundo lugar, me permito pegar este recorte de www.gunowners.com recogido por Bowlingfortruth:
The St. Louis Post-Dispatch (8/30/02) reports a woman who used a rolled-up newspaper and toaster to light a cigarette started a fire that killed her mentally ill adult daughter. The Irish Times (2/28/02) reports that in Cork, in 1997, one homeless man murdered another homeless man by hitting him in the head with a toaster. And the Philippine Daily Inquirer (8/28/01) tells of a young woman who saw her toaster on fire, threw water on it and was electrocuted instantly. A Global News Wire story (8/3/01) says a pop-up toaster is the likely cause of a fire killing a mother and son in Timaru, New Zealand. A Canadian Press report (7/28/2000) says that in Quebec a house fire started by a toaster killed an autistic young man. And the Richmond Times-Dispatch (5/10/99) says a Yorkshire, Virginia, couple filed a $4.7 million lawsuit against a Delaware business alleging that their toaster was faulty and caused a fire killing their mentally disabled son and his grandmother.
Actualización: Lo que no sabemos es las vidas que han salvado las tostadoras por el uso defensivo de las mismas, si se me permite la broma.
Otro día más. Para los retrasados, me remito al primer post.
Comentarios
Está solitaria la defensa del derecho a defenderse, ¿eh?
Cuando el documental ficticio ese estaba aún en los cines, me molesté en buscar información sobre las trolas de Moore; la del banco no era de las menos destacables. Pero hay tantas para elegir...
Cuando el documental ficticio ese estaba aún en los cines, me molesté en buscar información sobre las trolas de Moore; la del banco no era de las menos destacables. Pero hay tantas para elegir...
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