27 de Diciembre de 2004
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Bitácora de Juan Fernando Carpio
Una nueva Ilustración
That we are now deeply in the crisis period of statism is apparent from the fact that the exposers of its anomalies by no means come to their work with a prior commitment to libertarian values.
Una interesantísima discusión sobre el pensamiento para todos los de 'no-izquierda', como dice el autor. En versión html puede verse aquí. Es el gran contexto histórico de nuestra contienda actual, donde quien define los términos del debate, tiene ganada la mitad de la batalla.
Comentarios
Me ha gustado mucho.
Apunta que a Lenin se le atribuye la utilidad de etiquetar las cosas para evitarse razonarlas. Me ha llamado mucho la atención porque no lo sabía (pero me lo temía) y estos días, con la bronca de "los verdaderos liberales" que van y vienen me he hartado de ver gente extraordinariamente deseosa de poner y quitar etiquetas. A algunos no los conocía de antes. La "técnica dialéctica" esta no deja de ser chapucera en sitios como este, pero bueno, a lo mejor es síntoma de algo.
Por cierto, el autor destaca el error de las etiquetas de "derecha" e "izquierda" para asir la realidad. Sin embargo, ya están perdidas para siempre en un debate amplio. Yo me preocuparía de que los colectivistas no nos robaran la de "liberal". Lo están intentando denodadamente.
Apunta que a Lenin se le atribuye la utilidad de etiquetar las cosas para evitarse razonarlas. Me ha llamado mucho la atención porque no lo sabía (pero me lo temía) y estos días, con la bronca de "los verdaderos liberales" que van y vienen me he hartado de ver gente extraordinariamente deseosa de poner y quitar etiquetas. A algunos no los conocía de antes. La "técnica dialéctica" esta no deja de ser chapucera en sitios como este, pero bueno, a lo mejor es síntoma de algo.
Por cierto, el autor destaca el error de las etiquetas de "derecha" e "izquierda" para asir la realidad. Sin embargo, ya están perdidas para siempre en un debate amplio. Yo me preocuparía de que los colectivistas no nos robaran la de "liberal". Lo están intentando denodadamente.
Es cierto, estoy cansado de ver conservadores paternalistas tildándose de liberales.
El liberalismo es un gran desconocido en España.
El liberalismo es un gran desconocido en España.
Bueno y también abundan los progres liberales de esos de "liberal en todo menos en lo económico". Y si ya encima sueltan lo de el deficit público es incompatible con el desarrollo sostenible ya hasta se creen liberales completos.
Dos propuestas para ese debate.
Yo propongo referirnos (la mayor parte del tiempo) a los oponentes de los liberales como «políticos» y a la «política» como el oponente del liberalismo.
Al fin y al cabo, la contienda es entre los productores y los políticos.
Esa sería la estrategia suave (términos como «socialismo», «intervencionismo», «totalitarismo», o los «progres», tendrían que darle el espacio necesario).
La otra ha sido mencionada antes. Hay que revivir el pensamiento económico de Hitler y unirlo al estatalismo (este término resume muy bien) actual porque se parecen mucho.
¿Cuántos políticos que usted conoce estarían en desacuerdo, en principio, con esta frase crítica de Hitler (1919, carta a Herr Gemlich)?
«The value of the individual is no longer decided by his character or by the significance of his achievements for the totality but exclusively by the size of his fortune, by his money.»
¿Y qué dirían los políticos como Zapatero, que admiran a Fidel Castro y Hugo Chávez, sobre esta afirmación de Hitler (cuando declaraba la guerra a los bolcheviques en 1941)?
«I, on the other hand, have been striving for twenty years with a minimum of intervention and without destroying our production, to arrive at a new Socialist order in Germany which not only eliminates unemployment but also permits the worker to receive an ever greater share of the fruits of his labor.
The success of this policy of economic and social reconstruction of our people, which by systematically eliminating differences of rank and class, has a true peoples' community as the final aim of the world.»
La verdad sea dicha, todos los estatalistas presentes, o sea todos los que quieren que la política administre a la economía, tienen un pensamiento económico demasiado parecido al de Adolph Hitler. Son fanáticos del control político, son gente muy agresiva.
Yo propongo referirnos (la mayor parte del tiempo) a los oponentes de los liberales como «políticos» y a la «política» como el oponente del liberalismo.
Al fin y al cabo, la contienda es entre los productores y los políticos.
Esa sería la estrategia suave (términos como «socialismo», «intervencionismo», «totalitarismo», o los «progres», tendrían que darle el espacio necesario).
La otra ha sido mencionada antes. Hay que revivir el pensamiento económico de Hitler y unirlo al estatalismo (este término resume muy bien) actual porque se parecen mucho.
¿Cuántos políticos que usted conoce estarían en desacuerdo, en principio, con esta frase crítica de Hitler (1919, carta a Herr Gemlich)?
«The value of the individual is no longer decided by his character or by the significance of his achievements for the totality but exclusively by the size of his fortune, by his money.»
¿Y qué dirían los políticos como Zapatero, que admiran a Fidel Castro y Hugo Chávez, sobre esta afirmación de Hitler (cuando declaraba la guerra a los bolcheviques en 1941)?
«I, on the other hand, have been striving for twenty years with a minimum of intervention and without destroying our production, to arrive at a new Socialist order in Germany which not only eliminates unemployment but also permits the worker to receive an ever greater share of the fruits of his labor.
The success of this policy of economic and social reconstruction of our people, which by systematically eliminating differences of rank and class, has a true peoples' community as the final aim of the world.»
La verdad sea dicha, todos los estatalistas presentes, o sea todos los que quieren que la política administre a la economía, tienen un pensamiento económico demasiado parecido al de Adolph Hitler. Son fanáticos del control político, son gente muy agresiva.
En la primera cita Hitler se queja de que a las personas se las mida por su dinero y no por lo que han hecho por la totalidad (o comunidad, se entiende).
En la segunda cita, se despacha como un socialista moderado. Anuncia un nuevo socialismo (¿no se acabarán nunca los «nuevos» socialismos?) y dice que terminará con todas las distinciones de clase y rango, para que seamos todos una verdadera comunidad, la famosa equidad de la que tanto escuchamos en todo lado.
En la segunda cita, se despacha como un socialista moderado. Anuncia un nuevo socialismo (¿no se acabarán nunca los «nuevos» socialismos?) y dice que terminará con todas las distinciones de clase y rango, para que seamos todos una verdadera comunidad, la famosa equidad de la que tanto escuchamos en todo lado.
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