25 de Octubre de 2003
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Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián
El doble-pensar de Simancas
Simancas, el genial orfebre de metáforas, es un perfecto ejemplo de la institucionalización del pensamiento totalitario, descrita por George Orwell en su gran obra 1984:
Saber y no saber, hallarse consciente de lo que es realmente verdad mientras se dicen mentiras cuidadosamente elaboradas, sostener simultáneamente dos opiniones sabiendo que son contradictorias ambas; emplear la lógica contra la lógica, repudiar la moralidad mientras se recurre a ella, creer que la democracia es imposible y que el Partido es el guardián de la democracia; olvidar cuanto fuera necesario olvidar y, no obstante, recurrir a ello, volverlo a traer a la memoria en cuanto se necesitara y luego olvidarlo de nuevo; y, sobre todo, aplicar el mismo proceso al procedimiento del mismo.
Es triste observar como los totalitarismos que Orwell combatía siguen hoy en pie con un modus operandi invariado. Esta descripción se acopla magníficamente a la de Simancazares.
Las mentiras del PSOE acerca de la megatrama de corrupción han quedado sobradamente refutadas por los hechos, hechos tan flagrantes como que uno de los ideólogos, José Luis Balbás, tras su fulminante actuación en la comisión de investigación, ha sido eliminado de las quinielas especulativas, hechos como que la inicial trama de Tamayo y Saez ha sido substituida por la de las fotocopias de Romero de Tejada, hechos como que los empresarios Vázquez y Bravo no se sabe muy bien que pintan en todo esto, salvo ser empresarios con carnet del PP.
Simancas ha recurrido con frecuencia a las ideas contradictorias del tipo "transporte gratis sin subir los impuestos"(aunque es posible que en este caso esté causado por una inocente ignorancia de la economía al estilo zapateril), pero, sin duda, la perla de este despropósito la observamos en el slogan electoral del PSOE: Para que gane la democracia. No es necesario deducir qué significa el hecho de que el PSOE pierda las elecciones; ahora bien, Simancas parece que no entiende el slogan por el que se presenta y "ganará la democracia si los ciudadanos van a votar el próximo domingo, voten a quien voten"
Este atentado contra la lógica en nombre de la lógica nos demuestra que Simancas se considera el guardián de de la democracia pero, en realidad, como han reiterado desde verano los dirigentes del PSOE, no cree en la democracia ya que da lugar a situaciones "como la de Tamayo y Saez".
Por último, Simancazares afirma que "el PP no quiere que vayáis a votar" cuando Esperanza Aguirre ha insistido en que no "puede faltar ningún voto en las urnas".
Si Orwell levantara la cabeza, desde luego, podría perfectamente cambiar el título de 1984 por el de "2003. Homenaje a Madrid"
Saber y no saber, hallarse consciente de lo que es realmente verdad mientras se dicen mentiras cuidadosamente elaboradas, sostener simultáneamente dos opiniones sabiendo que son contradictorias ambas; emplear la lógica contra la lógica, repudiar la moralidad mientras se recurre a ella, creer que la democracia es imposible y que el Partido es el guardián de la democracia; olvidar cuanto fuera necesario olvidar y, no obstante, recurrir a ello, volverlo a traer a la memoria en cuanto se necesitara y luego olvidarlo de nuevo; y, sobre todo, aplicar el mismo proceso al procedimiento del mismo.
Es triste observar como los totalitarismos que Orwell combatía siguen hoy en pie con un modus operandi invariado. Esta descripción se acopla magníficamente a la de Simancazares.
Las mentiras del PSOE acerca de la megatrama de corrupción han quedado sobradamente refutadas por los hechos, hechos tan flagrantes como que uno de los ideólogos, José Luis Balbás, tras su fulminante actuación en la comisión de investigación, ha sido eliminado de las quinielas especulativas, hechos como que la inicial trama de Tamayo y Saez ha sido substituida por la de las fotocopias de Romero de Tejada, hechos como que los empresarios Vázquez y Bravo no se sabe muy bien que pintan en todo esto, salvo ser empresarios con carnet del PP.
Simancas ha recurrido con frecuencia a las ideas contradictorias del tipo "transporte gratis sin subir los impuestos"(aunque es posible que en este caso esté causado por una inocente ignorancia de la economía al estilo zapateril), pero, sin duda, la perla de este despropósito la observamos en el slogan electoral del PSOE: Para que gane la democracia. No es necesario deducir qué significa el hecho de que el PSOE pierda las elecciones; ahora bien, Simancas parece que no entiende el slogan por el que se presenta y "ganará la democracia si los ciudadanos van a votar el próximo domingo, voten a quien voten"
Este atentado contra la lógica en nombre de la lógica nos demuestra que Simancas se considera el guardián de de la democracia pero, en realidad, como han reiterado desde verano los dirigentes del PSOE, no cree en la democracia ya que da lugar a situaciones "como la de Tamayo y Saez".
Por último, Simancazares afirma que "el PP no quiere que vayáis a votar" cuando Esperanza Aguirre ha insistido en que no "puede faltar ningún voto en las urnas".
Si Orwell levantara la cabeza, desde luego, podría perfectamente cambiar el título de 1984 por el de "2003. Homenaje a Madrid"
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