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16 de Abril de 2006

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

Ya lo dijo Bastiat


La figura resultante representa el coste de cumplimiento del impuesto federal sobre la renta, que según la Tax Foundation será de 279 billones este año. Esto equivale a un coste de 22 céntimos por cada dolar recaudado.


Más aquí.

¿Qué debemos pensar de un pueblo donde no parece sospecharse que el pillaje recíproco no es menos pillaje porque sea recíproco, que no es menos criminal porque se ejecute legalmente y con orden, que no se ajusta para nada al bienestar público, que lo disminuye por el contrario tanto como cuesta este intermediario dispendioso que llamamos Estado?

El Estado de Bastiat

Lo cierto es que el Estado no sólo es una ficción malvada, sino que por su propia existencia distorsiona la búsqueda de conocimiento valioso por parte de los individuos. En lugar de incrementar nuestra riqueza aprendemos a defraudar, a rellenar declaraciones de la renta o a adquirir información conceptual sobre el impuesto, y a su vez el Estado incrementa la búsqueda de la información destinada a perseguir el fraude y reprimir a los que no quieran someterse a su control:

La cuestión es diferente en el caso de una agencia coactiva. Aquí, por definición, hay un conocimiento distinto al conocimiento con valor productivo que, al menos en ocasiones, es más importante (la extensión de este "en ocasiones" depende del rango de actividades y de la permanencia de esta agencia coactiva). Se crea, por ejemplo, el conocimiento sobre cómo rapiñar los frutos del trabajo de otra persona sin que se resista. Se crea también el conocimiento de cómo conseguir el control de la agencia coactiva. Y se crea el conocimiento de cómo persuadir a los vecinos de uno acerca de la utilidad del sistema. Uno puede añadir un número infinito de ejemplos a esta lista. El resultado, en términos generales, es el mismo: una agencia violenta necesariamente afecta la estructura de conocimiento de la sociedad sobre la que se impone.

Más aquí.

No deja de ser inquietante la cuestión de cuál sería nuestro bienestar en caso de que tantos recursos y talentos no se destinaran a hacer el mal, sino a servir al prójimo a través de la producción y el intercambio voluntario. Por supuesto el Estado no nos dejará adivinarlo, de ahí su ficción engañosa.

Comentarios

 
"¿De quién es esta imagen e inscripción? Es del César. Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios".
Enviado por el día 16 de Abril de 2006 a las 16:32 (1)
Eso es, al César lo que es del César, pero me temo que el robo no engendra propiedad.
Enviado por el día 16 de Abril de 2006 a las 16:42 (2)
"el Estado no sólo es una ficción malvada". Yo diría que el Estado es una realidad manifiestamente mejorable.
Enviado por el día 16 de Abril de 2006 a las 16:46 (3)
El estado debe ser la ficción, la historia más larga jamás contada. Encuentro bastante peregrina esa teoría que afirma que el estado no es una institución. Si no lo es... va camino de serlo.

Asimismo, pongo muy en duda que el robo no genere propiedad. De hecho muchas propiedades descienden en su titularidad de robos y usurpaciones. El estado es un robo ancestral tal vez necesario en una dosis razonable y legitimado por el tiempo, como cualquier ocupación o roturación.

Enviado por el día 16 de Abril de 2006 a las 16:58 (4)
Juan Ramón:

La complejidad en el pago de impuestos es un problema con solución factible, por lo que no representa una objeción invencible contra el Estado.

Sí es cierto que el Estado es una ficción, de tipo jurídico, digamos. Lo que hay son funcionarios.

La gente por lo general no asocia los impuestos con el robo por que consideran que el Estado es necesario para el buen funcionamiento de la sociedad, y el conocimiento económico convencional nos confirma eso.

Ni siquiera Mises y Hayek pretendieron eliminar el Estado, por lo que la crítica al cálculo económico socialista no los llevó al anarquismo.
Enviado por el día 16 de Abril de 2006 a las 21:03 (5)
Además, si el Estado es una ficción jurídica, lo mismo cabe decir de la propiedad. La propiedad es una convención jurídica que depende del reconocimiento de otros.

La propiedad privada no es un derecho natural ya que para la supervivencia es suficiente con la posesión y el usufructo. Fuera de ficciones jurídicas, ni yo mismo tengo propiedad sobre mi persona.
Enviado por el día 16 de Abril de 2006 a las 22:55 (6)
ardegas: la supervivencia es suficiente con la posesión y el usufructo
Puede ser, aunque la experiencia muestra que la posesión y el usufructo no consiguen garantizar ni mínimamente la supervivencia. Y esta es la meta más ambiciosa que puede proponerse.

ardegas: Fuera de ficciones jurídicas, ni yo mismo tengo propiedad sobre mi persona.
Vaciar de contenido a las palabras no es un argumento.
Enviado por el día 16 de Abril de 2006 a las 23:37 (7)
Puede ser, aunque la experiencia muestra que la posesión y el usufructo no consiguen garantizar ni mínimamente la supervivencia. Y esta es la meta más ambiciosa que puede proponerse.

Pero entonces estarías razonando desde la sociedad al individuo. Dirías que la propiedad privada es buena por que mantiene a la sociedad. Lo cual es un argumento utilitarista.

Vaciar de contenido a las palabras no es un argumento.

Pero el análisis del significado de las palabras sí es un argumento. Te permite ser consciente de tus propios supuestos.
Enviado por el día 17 de Abril de 2006 a las 00:40 (8)
Quizas mi frase no está completa. Corrijo: Y esta (la supervivencia) es la meta más ambiciosa que puede proponerse (mediante posesión y usufructo)

Demos algún sentido a las palabras. Posesión y usufructo significa carencia de decisión última sobre un bien. Propiedad significa poder de decisión última. Sólo puedes eliminar la propiedad sobre todos los bienes y sustituirla por usufructo por la fuerza, esto no suprime la propiedad, solo la coloca en otras manos, convirtiendo a todos los expropiados en precaristas. Los intentos extremos más conocidos son los de China (la de Mao), Cambodia, Cuba, URSS, etc. Los medianamente agresivos son los estados de bienestar. Ligeramente agresivos hay unos pocos ejemplos como Hong Kong.

La única propiedad es la propiedad privada, de ella derivan acuerdos entre partes más o menos complejos, como dentro del seno de una familia, o en una sociedad anónima. La propiedad social es una entelequia.

Puesto que las acciones de apropiamiento (comerse un plátano, cortar un árbol social) que ejecutan los individuos solo pueden ser consumo del recurso, única acción mediante la cual se obtienen beneficios, no sorprende la destrucción de tales recursos, ni lo caro de su conservación.

Sobre la legislación impositiva puede decirse lo que se quiera, que es buena, mala, benigna, maligna. Pero siempre es un acto de expropiación basado en la fuerza.
Enviado por el día 17 de Abril de 2006 a las 02:09 (9)
iracundo: El estado es un robo ancestral tal vez necesario en una dosis razonable y legitimado por el tiempo, como cualquier ocupación o roturación

Muy amplio el "cualquier ocupación y roturación". Según ello, cada inspiración constituye un "robo ancestral" "legitimado por el tiempo". La idea de Iracundo es clara si se suprime esta parte.

Antole France lo dijo algo mejor: "El robo es punible. El producto del robo es sagrado. Toda la mecánica social descansa en estos axiomas"
Enviado por el día 17 de Abril de 2006 a las 14:05 (10)
Renegm:

Veo que estamos básicamente de acuerdo en la definición de las palabras posesión, propiedad y usufructo. También estoy de acuerdo en lo que apuntas de la situación precaria que esa situación provoca. Sin embargo mi crítica va más por el lado de la reflexión ética sobre lo que es o no "derecho natural".

Y cabe destacar entonces que lo más "natural" es una mentalidad "colectivista" que habría surgido en los primeros grupos humanos.

Dices:

Sobre la legislación impositiva puede decirse lo que se quiera, que es buena, mala, benigna, maligna. Pero siempre es un acto de expropiación basado en la fuerza.

Pero para defender la propiedad privada muchas veces hay que hacer uso de la fuerza. Hay libertarios que defenderían que le metieras un balazo en la cabeza a alguien que quisiera robar tu coche. Y es posible imaginar un escenario ancap en el que el caos resultante de la desaparición del Estado vuelve el recurso a la fuerza mucho más común y descontrolado.
Enviado por el día 18 de Abril de 2006 a las 01:32 (11)
No estoy de acuerdo con la idea de «que lo más "natural" es una mentalidad "colectivista" que habría surgido en los primeros grupos humanos.»
La información de primera mano con que contamos hoy, esto es los grupos más primitivos de humanos que hoy subsisten, no son nada colectivistas, antes bien, tienen fuertemente desarrollado el sentido de propiedad. Más correcto es decir que valoramos distinto. Lo valioso para un occidental, (una parcela de tierra por ejemplo) no lo fue para los primeros grupos humanos. La evolución de la idea de lo que es valioso, viene dada por el ensanchamiento del conocimiento y la posibilidad de relacionar las cosas con la satisfacción de una necesidad. Los subsiguientes actos de apropiamiento tienden a convertir estos bienes en escasos. El aparente "colectivismo" no es más que reflejo del modo de valorar. Dudosamente un miembro de uno de estos primeros grupos accediera mansamente a entregar "colectivistamente" el hacha de piedra o el arco en cuya construcción consumió tiempo valioso sin ninguna compensación. La entrega de la obra de sus manos a cambio de participación en los productos de la caza no es un intercambio "colectivista", sino el inicio rudimentario de la división del trabajo, en que cada miembro se esfuerza en aplicarse al area donde goce de mayor ventaja competitiva, procurarando a los demás mayores satisfacciones y obteniendo mayor retribución.
Enviado por el día 18 de Abril de 2006 a las 05:32 (12)
Es cierto que el uso de la fuerza defensiva puede ser excesivo. Es posible imaginar un escenario ancap caótico, con un uso de la fuerza más común y descontrolado que en presencia del estado, pero creo que al afirmar esto se introduce de contrabando una premisa del todo gratuita: "Puesto que el estado tiene como fin introducir orden, el estado consigue este orden". Puede añadirse que este comportamiento violento no es habitual ni anhelado. Son raros los casos en que ante un error en un cambio, el afectado prorrumpa en insultos, no creo que en una sociedad ancap la reacción sea incendiar el establecimiento.
Nuestro anfitrión en esta bitácora escribió un excelente y recomendable ensayo: "El Estado contra el Derecho" donde, entre otros, trata este tema. Pero no me creo autorizado a disponer por mi cuenta.
Enviado por el día 18 de Abril de 2006 a las 05:37 (13)

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