24 de Abril de 2006
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Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián
Libertad de oportunidades
En mi artículo para el Instituto Juan de Mariana critico el concepto de igualdad de oportunidades por basarse en un concepto superficial de oportunidad y por, en definitiva, adoquinar el camino al socialismo.
Una oportunidad es toda posibilidad de acción exitosa por parte del actor. Cuando una persona sabe cómo alcanzar un fin estamos ante una oportunidad. La oportunidad, de este modo, es una creación de la acción humana; depende de las percepciones, de los juicios y, sobre todo, de los fines del actor. A cada fin le corresponden diversas oportunidades potenciales en tanto sean creadas por el actor.
No se pueden igualar las oportunidades de dos individuos porque tanto sus fines como su conocimiento acerca de cómo satisfacerlos son distintos. Igualar las oportunidades significa necesariamente igualar los fines y establecer un modo óptimo de satisfacerlos ex ante; en otras palabras, la igualdad de oportunidades requiere eliminar la libertad y establecer un sistema de planificación centralizada.
Pero si rechazamos la igualdad de oportunidades, ¿qué nos queda? Pues volver a nuestros valores fundacionales: la libertad de oportunidades
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Una oportunidad es toda posibilidad de acción exitosa por parte del actor. Cuando una persona sabe cómo alcanzar un fin estamos ante una oportunidad. La oportunidad, de este modo, es una creación de la acción humana; depende de las percepciones, de los juicios y, sobre todo, de los fines del actor. A cada fin le corresponden diversas oportunidades potenciales en tanto sean creadas por el actor.
No se pueden igualar las oportunidades de dos individuos porque tanto sus fines como su conocimiento acerca de cómo satisfacerlos son distintos. Igualar las oportunidades significa necesariamente igualar los fines y establecer un modo óptimo de satisfacerlos ex ante; en otras palabras, la igualdad de oportunidades requiere eliminar la libertad y establecer un sistema de planificación centralizada.
Pero si rechazamos la igualdad de oportunidades, ¿qué nos queda? Pues volver a nuestros valores fundacionales: la libertad de oportunidades
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Comentarios
¡Excelente! Paisano, si no existieras habría que inventarte. Casi siempre consigues darle significado a ese sinsentido llamado "sentido común", ese al que todos recurrimos cuando estamos pensando en nada más y nada menos que en la LUCIDEZ, nada común por otra parte.
Una vez más, gracias por explicar de esa manera lo que personas como yo sólo podemos intuir. Lamento no escribir mejor para piropearte como mereces.
Saludos
Una vez más, gracias por explicar de esa manera lo que personas como yo sólo podemos intuir. Lamento no escribir mejor para piropearte como mereces.
Saludos
Rayo, últimamente tus textos se vuelven mucho más sofísticados y dado que no soy economista me cuesta seguirte. Lo cierto es que, de lo que logro deducir, en general estoy plenamente de acuerdo contigo. Sin embargo, en esta ocasión no acabo de entender cual es tu posición. La duda está en si consideras que es 'perjudicial' que el estado embargue una parte mínima de nuestros bienes para favorecer un acceso similar al mercado laboral o no. Sé que detestas el estado y todo eso, pero aceptarás al menos que, sin una mínima regulación, habría muchos que no podrían tener acceso a estudios mínimos que les permitan ser competitivos a la hora de buscar un empleo. Entiendo que cada uno debe 'librar su propia guerra', pero me gustaría entender hasta donde pretendes llegar con esa afirmación.
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