6 de Junio de 2008
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Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián
¿Nueva debacle en los mercados?
Un nuevo caso Bear Stearns. Y no, no me refiero a los cada vez más insistentes rumores de que Lehman Brothers va a tener que ser rescatado. Ayer, Standard and Poor's recortó el rating crediticio de las dos agencias monoline, Ambac y MBIA, desde triple-A a doble-A.
Tenía que pasar tarde o temprano. De hecho, si acaso, lo sorprendente es que haya tardado tanto y que sólo se le haya quitado una A. En el segundo boletín del Observatorio de Coyuntura Económica del IJM ya lo predijimos:
Sorprendentemente, Moody's ratificó el rating de las monoline este miércoles, si bien les advirtió de que podría degradarlo en la segunda mitad del año. Después de que S&P's haya recortado, la rebaja de Moody's es casi una certeza apodíctica.
En principio, esto debería dar una nueva puñalada al sistema financiero. La degradación tiene varios efectos, todos ellos nocivos.
Primero, la degradación de las monoline provoca automáticamente la degradación de todos los productos que estaban asegurando. Así que si, por ejemplo, una hipoteca subprime seguía teniendo rating AAA gracias a las monoline, ahora pasará a AA.
Segundo, obviamente esto reduce el valor de los activos asegurados por las monoline, de modo que sus tenedores verán reducir seriamente sus patrimonios. Entre sus tenedores destacan los bancos, cuya exposición podría superar los 600.000 millones de dólares (el 60% del PIB español), si bien hay que matizar que varios bancos ya habían empezado a provisionar contra estos activos dudosos.
Tercero, muchas instituciones (también los bancos) tienen reguladas sus reservas y su capital mínimos en función del riesgo de sus activos. Dicho de otra manera, cuanto más arriesgado se vuelva el activo, más capital o más reservas (margen de apalancamiento) deberán poseer. La actual degradación supone que todas estas instituciones tendrán que captar más capital y más liquidez, lo que resulta enormemente complicado en los mercados financieros actuales.
Cuarto, buena parte de la expansión crediticia de la Reserva Federal se ha realizado contra estos activos, de modo que ahora la Fed pedirá a los bancos que incrementen el colateral que respaldaba los préstamos. Y, en todo caso, cuando el préstamo termine, la capacidad de la Fed para expandir el crédito se reducirá aun más, ya que los bancos habrán perdido buena parte de sus activos descontables. Eso el supuesto más optimista, el peor que los bancos no sean capaces de aportar más colateral y el activo de la Fed se degrade aun más.
Quinto, otras instituciones (como los fondos de pensiones) tienen establecido en sus estatutos que sólo pueden poseer deuda calificada como AAA. Por tanto, tras esta degradación tendrán que vender masivamente todos estos bonos (lo que aun reducirá más su precio y amplificará los efectos anteriores).
Tenía que pasar tarde o temprano. De hecho, si acaso, lo sorprendente es que haya tardado tanto y que sólo se le haya quitado una A. En el segundo boletín del Observatorio de Coyuntura Económica del IJM ya lo predijimos:
A finales de 2007, Ambac aseguraba bonos hipotecarios subprime por valor de 8.800 millones de dólares y CDOs de 29.200 y MBIA tenía una exposición a CDOs por importe de 30.600. Si comparamos estas cifras con unos tímidos fondos propios de 5.650 millones y 6.960 millones respectivamente, puede uno comprender la magnitud del riesgo en el que ambas monoline incurrían. De hecho, una conservadora estimación de JP Morgan sostiene que las monoline acumulan pérdidas de 29.000 millones de euros por su exposición al sector hipotecario, de modo que ya estarían técnicamente quebradas.
Otro asunto relacionado, no obstante, es cuánto tiempo piensan mantener las agencias de calificación unos ratings disparatados, que parecen más destinados a engañar a los inversores que a arrojar luz sobre cuál es la verdadera situación del mercado.
Sorprendentemente, Moody's ratificó el rating de las monoline este miércoles, si bien les advirtió de que podría degradarlo en la segunda mitad del año. Después de que S&P's haya recortado, la rebaja de Moody's es casi una certeza apodíctica.
En principio, esto debería dar una nueva puñalada al sistema financiero. La degradación tiene varios efectos, todos ellos nocivos.
Primero, la degradación de las monoline provoca automáticamente la degradación de todos los productos que estaban asegurando. Así que si, por ejemplo, una hipoteca subprime seguía teniendo rating AAA gracias a las monoline, ahora pasará a AA.
Segundo, obviamente esto reduce el valor de los activos asegurados por las monoline, de modo que sus tenedores verán reducir seriamente sus patrimonios. Entre sus tenedores destacan los bancos, cuya exposición podría superar los 600.000 millones de dólares (el 60% del PIB español), si bien hay que matizar que varios bancos ya habían empezado a provisionar contra estos activos dudosos.
Tercero, muchas instituciones (también los bancos) tienen reguladas sus reservas y su capital mínimos en función del riesgo de sus activos. Dicho de otra manera, cuanto más arriesgado se vuelva el activo, más capital o más reservas (margen de apalancamiento) deberán poseer. La actual degradación supone que todas estas instituciones tendrán que captar más capital y más liquidez, lo que resulta enormemente complicado en los mercados financieros actuales.
Cuarto, buena parte de la expansión crediticia de la Reserva Federal se ha realizado contra estos activos, de modo que ahora la Fed pedirá a los bancos que incrementen el colateral que respaldaba los préstamos. Y, en todo caso, cuando el préstamo termine, la capacidad de la Fed para expandir el crédito se reducirá aun más, ya que los bancos habrán perdido buena parte de sus activos descontables. Eso el supuesto más optimista, el peor que los bancos no sean capaces de aportar más colateral y el activo de la Fed se degrade aun más.
Quinto, otras instituciones (como los fondos de pensiones) tienen establecido en sus estatutos que sólo pueden poseer deuda calificada como AAA. Por tanto, tras esta degradación tendrán que vender masivamente todos estos bonos (lo que aun reducirá más su precio y amplificará los efectos anteriores).
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