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5 de Abril de 2010

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

Ni siquiera la ventana rota

Hoy publico en Libertad Digital un artículo en el que reflexione sobre algunos disparates recientes (y no tan recientes) de los keynesianos a propósito de la falacia de la ventana rota:
Los economistas –por llamarlos de alguna manera– keynesianos parecen estar inmunizados contra la lógica y el sentido común. En su mundo de fantasía, donde sólo es necesario desear que las piedras se conviertan en pan para que opere el milagro, la destrucción de riqueza es sinónimo de... creación de riqueza. ¡El doblepensar al poder! Lean si no al Premio Nobel de Economía Paul Krugman analizando las consecuencias las consecuencias económicas del 11-S apenas tres días después del atentado: "Por horrible que pueda parecer decir esto, el ataque terrorista podría incluso ser beneficioso desde un punto de vista económico (...). De repente hemos pasado a necesitar unos nuevos bloques de oficinas (...). La reconstrucción generará un aumento de la inversión empresarial".

Ni siquiera los razonamientos más elementales, aquellos que sólo con altas dosis de maldad o de ignorancia pueden negarse, están a salvo de sus disparates. Se preocupan por la formalidad matemática pero se olvidan
de las esencias de los problemas. ¿Cómo convertir a la economía en una ciencia si sus principales representantes salen a la palestra a proclamar disparates como que derrumbar dos rascacielos puede llegar a enriquecer no sólo a la sociedad sino a sus propietarios? ¿Cómo pretender que los economistas en general no sean vistos como una calamidad, como una plaga bíblica, si el Estado se sirve de sus disparates para organizar coactivamente las vidas de los ciudadanos? No, esto no es ciencia, es pura propaganda.
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Comentarios

 
Cuando vi el título pensé en las ventanas rotas de James Q. Wilson, pero tras leer el artículo veo que te referías a algo bien distinto.

Ciertamente no es de extrañar que en mentalidades progresistas la idea de destrucción sea atractiva. Si no sueñan con barrerlo todo para construir sobre las ruinas alguna utopía es porque se conforman con destruir capital poquito a poquito en una sociedad a la que dejan ser medianamente próspera.

¿Y qué mejor forma de destruir capital que hacerlo físicamente? Ay, que bonito espectáculo, decía Nerón con su arpa mientras Roma ardía. Mientras pensaba en la reconstrucción de la ciudad, que incluiría un gran palacio para él, la Domus Aurea.



Enviado por el día 5 de Abril de 2010 a las 14:59 (1)
Krugman (septiembre 2001):
"the destruction isn't big compared with the economy, but rebuilding will generate at least some increase in business spending."

Significa que una destruccion mas grande hubiera sido mucho mejor. Solo faltaba que se gane el nobel!
Enviado por el día 5 de Abril de 2010 a las 15:26 (2)

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