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8 de Febrero de 2006

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Orden Natural
Bitácora de Juan Fernando Carpio

Viaje de una española a Cuba



Este escrito salió en El Pais, de España.

VIAJE LITERARIO
Cuba, ciudad amargura

ISANE APARICIO BUSTO

Llegamos a La Habana sin intención de pisar Varadero. Creíamos que ir equipados únicamente con una mochila de menos de 9 kilos nos iba a permitir conocer el otro lado de la Cuba turística. Sin prejuicios políticos, sin planes predeterminados, y con alojamiento en casa de una amiga española que trabaja en la capital como cooperante en un organismo de Naciones Unidas.

Pero Cuba es demasiado complicada para tratar de conocerla de paso, y el choque ha sido tan enorme que muchas cosas, desde nuestra percepción del turismo, hasta nuestros principios sociales y políticos, han quedado tambaleantes.

Para llegar de la zona residencial de Vedado a la popular Habana Vieja hay dos rutas posibles: o paseas por el malecón, o te das un baño de realidad por Habana Centro.

Caminábamos sin rumbo hasta que se nos acercaron los primeros jineteros. Mareados por el calor y su discurso nos dejamos arrastrar por las calles más sórdidas de la ciudad. Podían habernos sacado hasta las uñas, pero tuvimos suerte y nuestro primer contacto con la picaresca caribeña solo nos costó 5 pesos convertibles - CUC (poco menos de 5 euros). A cambio, y sin ser la intención de nuestros improvisados guías, tuvimos una primera impresión del día a día habanero que condicionó el resto de nuestras percepciones sobre la realidad de la Revolución más institucionalizada de la historia.

Conocíamos los cinturones de pobreza que rodean México D.F, y los ranchos de Caracas. pero nunca habíamos visto favelas con escalinatas de mármol. Ninguno de nuestros conocidos que habían visitado Cuba antes que nosotros había hablado de otra cosa que no fuera la alegría cubana, la salsa, el ron, la fiesta, el Caribe. También es cierto que nadie había mencionada el sexo, así que deberíamos haber sospechado que nos ocultaban datos.

Caminamos en medio de un olor pestilente, observados por gente que bebía en las puertas de los "solares", mansiones ruinosas donde habita una familia por cada cuatro paredes - incluyendo lo que en un pasado fue un descansillo al mejor estilo colonial- y donde se comparten hornillos y retretes. Nos dejamos arrastrar hasta el edificio donde se rodó Fresa y Chocolate, al que nuestros "guías" nos llevaron convencidos de que era eso lo que queríamos ver como buenos Europeos con Mochila. Mientras ellos se esforzaban en asociar las distintas estancias con los decorados de la película nosotros veíamos el interior de las casas/cuarto, preguntándonos donde coño ha estado toda esa gente que dice que no hay miseria en Cuba.

Llegar a la Habana Vieja fue como llegar a un parque temático. Casas majestuosas, calles limpias, vigilancia policial que pretende limitar el trato entre cubanos y turistas. Porque los cubanos son las víctimas caribeñas del apartheid del siglo XXI. Hoteles para turistas, autobuses para turistas, tiendas para turistas. un mundo aparte al que los nacionales tienen prohibida la entrada. Y ni siquiera es cuestión de poder adquisitivo, con todo lo rechazable que es el clasismo. Es algo aún peor. Los cubanos a los que les preguntamos sobre lo que suponía para ellos esta separación justificaban los privilegios turísticos asumiendo que "el cubano es pendenciero", "hay gente que sólo se dedica a molestar a los extranjeros, mejor que limiten el acceso". ¿Es eso lo que se entiende por hospitalidad y buen trato en Europa? ¿Qué todo un país trate con reverencia al visitante blanco?

Callejeábamos en busca de un taxi para volver a casa cuando nos topamos con La Bodeguita de en Medio, a rebosar de turistas plenamente satisfechos y creyendo confraternizar con cubanos que sólo buscaban, y no les juzgo por ello, sus dólares o sus pasaportes. Y digo sinceramente lo de no juzgarles por buscar la oportunidad de mejorar en cada uno de los extranjeros que encuentren por la calle. Si yo fuese cubana, sería balsera o jinetera. Nunca había sentido tanta angustia por un país en tan poco tiempo. Pero esa apatía, ese dejar escurrir la vida entre los dedos (¿no era aquí donde si que sabían disfrutar?), esa mutilación de las aspiraciones personales. el pueblo cubano se levanta cada día pensando cómo va a llegar al siguiente. Sin ningún proyecto a medio o largo plazo. Critican a Fidel, pero no le nombran, porque Fidel ya no es un hombre. Es un dios al que no se le conoce familia ni residencia. Y miran de reojo. Porque nadie se fía ya de nadie. Ese es el poder de la Revolución.

Volvemos a casa cansados y desmoralizados por lo que nos espera en los próximos días. Nadie va a quitarnos ya la impresión de que todas las historias de alegría y hermandad extranjero - cubana tienen un precio en dólares.

Nos espera la casera del edificio con un café. Durante los próximos días hablaremos mucho en su cocina: ella contesta nuestras preguntas y nosotros le suponemos una novedad en su rutina diaria. La casera se llama Mari, y como todos los cubanos es ingeniera en alguna materia.

Mari nos habla de sus viajes por Europa y por Rusia como empleada del gobierno cubano a principios de los 90.

1990 marca el inicio del sarcástico "Periodo Especial en Tiempos de Paz". Sarcástico, porque lo que realmente comienza en la década de los 90 es el camino en solitario de la Revolución Cubana, una vez deja de ser colonia rusa y ya no puede seguir vendiendo azúcar a precio de petróleo.

Es la época que refleja Pedro Juan Gutiérrez en "Trilogía Sucia de la Habana" o en "El Rey de la Habana", mucho más crudo que Zoe y su "Nada Cotidiana". Son los años de esconder cerdos en las azoteas y tirar los desperdicios a la calle. De usar la bañera como criadero de pollos. Es el inicio del proceso de muerte por desnutrición al que se enfrenta lentamente una gran parte de la población habanera. Puede que las noticias no recojan el número de personas que mueren de hambre, pero tampoco recogen el número de abortos y se barajan cifras de hasta el 40% de los embarazos. No mueres de hambre, al menos no en pocos días ya que puedes tardar toda una vida, pero el concepto alimentación incluye más que el rancho de arroz con frijoles en que consiste el plato diario de una familia cubana.

En uno de esos viajes Mari se divorció de su marido para casarse con un argentino con residencia legal en España. Cuando ya esta todo a punto, el corralito frustra los planes y ambos regresan a sus países encerrados en sus respectivas crisis personacionales. Así que a día de hoy, la casera vive con el que legalmente es su exmarido, también ingeniero, también en casa las 24 horas del día porque le cuesta más dinero ir a trabajar que quedarse en casa. Ella es pura rabia. Él es pura apatía. Les pregunto que creen que pasará cuando Fidel muera. Y ella contesta: "Nos mataremos". Le consuelo pensando que al menos no se ve que la población tenga armas, como vimos en Venezuela, y ella me mira seria y matiza: "Armas no, pero tenemos machetes".

Buscando un manual de historia cubana contado por cubanos en uno de los múltiples puestos de libros de la zona vieja conocemos a Guadalberto. Provocamos su conversación para tener otra perspectiva. Hasta ahora sólo hemos tenido contacto con un sector marginal, y con personas de mediana edad. Puede que toda su crítica y desesperación estuviera teñida de búsqueda de piedad (o sea, dinero) o de cansancio vital.

Guadalberto estudió económicas. Pero gana más dinero como vendedor ambulante. Es lógico, si comparamos los 15 CUC del sueldo medio nacional con los 8 CUC que pide a los "yumas" por cada libro de segunda mano que vende. Nos dice que el no se va por su bebé. Nos dice que lee lo que los extranjeros le envían porque en Cuba los libros no se censuran de primeras, pero se retiran o se publican por partes. Nos dice que su libro preferido es 1984, de George Orwell.

Un solo ojo no puede verlo todo, Big Brother no es tan poderoso. Pero si lo son las "little sister". Y lo sentimos cuando llegamos a casa.

La vecina de Mari pertenece al Comité de Defensa de la Revolución. Existe un CDR cada 20 cuadras y su función es similar a la que Chávez quiere dar a sus Círculos Bolivarianos. Puede que su primera intención ideal fuera el trabajo comunitario. Pero a día de hoy son órganos de control de la vida vecinal.

Esta vecina alquila habitaciones a los turistas, como casi todos los cubanos con una habitación libre en una casa digna. Por el hecho de poner una habitación a disposición de los turistas,( nunca de un cubano, ni de un extranjero con un cubano), tienes que pagar una cuota inicial que ronda los 100 euros (recordando que el sueldo base no supera lo 15 mensuales), a lo que hay que añadir una cuota mensual de alrededor de 150 euros, tengas o no ocupada la habitación.

Mari alquila un cuarto de forma ilegal: no paga por el ninguna cuota, ni está registrada, lo que permite a mi amiga pagar 200 euros en vez de los 700 que puede costarle a un extranjero alquilar una habitación para residir en La Habana.

Su vecina, la del CDR, tiene 3 habitaciones, de las cuales sólo una es legal. Ha visto que en casa de Mari entra y sale mucho extranjero, y da por hecho que no somos invitados, si no que está haciendo negocio con nosotros, por lo que le advierte: o le paga determinada cantidad, o le denuncia al partido. Una denuncia puede suponer que te requisen la casa en la que vives.

Mari paga, y nosotros tenemos que irnos. No queremos dar complicaciones a otros conocidos, así que nos vamos a una habitación legal, que nos cuesta unos 30 euros por noche. Es difícil salirse del circuito establecido a los extranjeros: por desconocimiento y por no querer meter a nadie en problemas. Gastamos una cantidad de dinero considerable en comparación con otros viajes, no sólo por Sudamérica, si no incluso por Europa. Si a nosotros nos parece cara la vida en La Habana, ¿Cómo lo hacen los cubanos?

No es picardía, ni realismo mágico. Es miseria, mendicidad moral y abuso. Abuso hasta vomitar, porque el turismo deja millones de euros que no llegan a la gente de la calle, porque se desperdician los recursos, porque sesgan el acceso a la información de tal manera que no dejan la más mínima opción de elegir. Porque no te dejan irte y te asfixian lentamente si te quedas. Porque consiguieron venderse a la juventud del mundo como el paradigma de la lucha por la libertad y la igualdad. Porque la izquierda de mi país no dice DICTADOR con todas las letras y la derecha lo critica mientras su fundador brinda con la familia Castro, con el dueño controlador de todas las empresas turísticas cubanas. Porque venden populismo y demagogia como solidaridad. Porque el bloqueo es responsable, pero Castro es culpable. Porque los campos están sin cultivar y matar una vaca está más penado que matar una persona. Porque los datos oficiales niegan la incidencia del SIDA pero follar es lo único al alcance de la mano. Y los condones no están incluidos en la cartilla de racionamiento.

Guadalberto nos preguntó si era la primera vez que estábamos en Cuba. La primera y la última, le respondimos. Claro, dedujo, ustedes prefieren regresar al Soma.

No le desmentí. Pero no es mi mundo material lo que echo de menos. Es su imposibilidad de cambiar su vida lo que me provoca angustia. Es más fácil asumir la vergüenza de vivir en un Mundo Feliz en el que nadie es consciente de las oportunidades que tiene. Simplemente por poder elegir

Comentarios

 
Renegm...

Enviado por el día 8 de Febrero de 2006 a las 12:27 (1)
Lo de las calles "más sordidas" es una visión muy occidental. Quizás sea más probable ser víctima de un atraco en una calle poco sórdida, los ladrones no son tontos e intentan robar donde esperan conseguir algo, y por otro lado, los jineteros son bastante seguros. Ganan más y con menos riesgo satisfaciendo a las personas que robándoles. En Cuba se reconocen dos tipos de "mochileros" los cultos y la "guerrilla". Si Isane no tenía puesta una camiseta del che, era un mochilero culto y por eso se ganó ese paseo por escenarios. Marcel Cordech encontró una familia dignísima con interés en libros. Los cubanos son corteses y tratarán de complacer a su visitante, sobre todo, si este paga :).

Los CDR son 1 por cuadra no 1 cada 20 cuadras. En el artículo dice de la vecina que pertenece al CDR dando la impresión de que es posible elegir y que la misma Mari no pertenece al CDR. Esto no es así. Pertenecer al CDR es casi-obligatorio, las únicas personas que no son cederistas son quienes han elegido una confrontación directa con el régimen. Yo vivo alquilado(ilegalmente), presentándome como familiar lejano de mi casero y estoy inscrito en el CDR porque hospedar un opositor declarado y activo sería visto como un peligro por mi casero. Para tener trabajo en Cuba es imprescindible presentar una carta del CDR entre otros, así que es difícil hallar cubanos fuera de este engendro. Una descripción completa de esto excede este post y no lo intentré aquí.
Menciono esto porque la presentación del chantaje de la vecina, además de este error, me sorprende bastante. Aunque puede ser, me resulta más fácil pensar que es una versión modificada de la realidad, máxime que se trata de información de segunda mano. Lo de la requisa de la vivienda es un peligro real al que todos están expuestos.
Enviado por el día 8 de Febrero de 2006 a las 13:54 (2)
En una bitácora anterior mencioné la cifra de 95% de abortos y la mantengo. Quizá la diferencia de cifras sea por el modo de contar, a los abortos dentro del primer mes se les llama aquí "regulación menstrual" y no se cuentan como abortos. Me tomé la molestia de hacer una encuesta al respecto entre mis conocidas. La única mujer con más hijos que abortos resultó ser mi esposa: 2-1; en el resto habían cifras de hasta 0-8. Mi cifra la obtuve de los registros médicos de varios hospitales y policlínicos y puede que sea inexacta a la baja: todos los niños se registran pero los abortos y regulaciones menstruales no necesariamente.
No quisiera hacer comentarios más largos que el artículo:)
¿Alguna pregunta?
Enviado por el día 8 de Febrero de 2006 a las 13:59 (3)
Ninguna, sino que me parece espantoso, sobre todo el tema de los abortos que todo el mundo considera como el culmen del progreso.
El otro elemento a destacar es el de delator, algo que ya ha llegado aquí en forma de sanción lingüística. Paraíso Catalán.

Por cierto, si mando la carta a El País, deduzco que es lectora del mismo por lo que eso explica el porque todavía no se había enterado de lo que pasa en Cuba.
Enviado por el día 8 de Febrero de 2006 a las 15:23 (4)
Este fin y principio de año tuve la opurtunidad de estar dos semanas en Cuba, hospedado donde un amigo n en 10 de Octubre, el municipio más poblado de La Habana, según me dijeron.
Es increíble como hasta el derecho de ser hospitalario con el viajero les ha sido arrebatado a los cubanos. Mi amigo me dijo que para hospedarme hubiera tenido que sacar un permiso, pero que no lo hizo porque es su casa y cómo es posible que no pueda tomar ese tipo de decisiones en su propia casa. Y al frente estaba ubicada la casa del CDR, pero me dijo que entre los vecinos era tanta la amistad, que no iba a tener problemas con tener a un foráneo en su casa, o sea, que nadie iba a llamar a la policía.
Enviado por el día 8 de Febrero de 2006 a las 16:14 (5)
Cuba podría seguir el camino de China y las imágenes serían como estas
http://images.google.es/imgres?imgurl=http://plane...
Enviado por el día 8 de Febrero de 2006 a las 16:28 (6)
Hay que pinchar en No Comments...
Enviado por el día 8 de Febrero de 2006 a las 16:32 (7)
Bueno ahora hay que pinchar en 1 Comment...
Enviado por el día 8 de Febrero de 2006 a las 19:37 (8)

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