liberalismo.org
Portada » Bitácoras » Todo un hombre de Estado » Respondiendo a Escolar

13 de Enero de 2005

« Con un tsunámetro se pudo evitar la existencia de cien mil víctimas humanas, por Antonio Muñoz Ballesta | Principal | Pregunta »

Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

Respondiendo a Escolar


Como ya habréis notado últimamente tengo escaso tiempo libre. En cualquier caso, por lo visto en la discusión de Escolar.net sobre el Salario Mínimo el autor me ha planteado unas preguntas que, por no haberlas leído a tiempo, se han perdido en la rueda de comentarios. Como juzgo que pueden resultar interesantes, le expongo aquí mi respuesta:

¿Desde cuándo los empresarios deciden los sueldos en función de los ingresos que genere el trabajador? ¿Cómo cuadras eso con el hecho de que los beneficios empresariales crezcan y no así lo sueldos?

Creo que esta pregunta ya está suficientemente contestada. El trabajo es escaso; de la misma manera que algunos recursos o bienes de capital pueden quedar inutilizados en tanto para emplearlos sería necesario detraer recursos complementarios de otras finalidades más valoradas, el trabajo no cumple ese requisito, ya que el factor trabajo genera por sí sólo esos bienes de capital que la estructura productiva necesita. Nunca habrá escasez de trabajo; por ello, siempre habrá demandas potenciales de trabajo. Si un trabajador cobra menos de aquello que está produciendo, otro empresario ávido de beneficios empresariales la contratará. Ya lo ha explicado José Carlos, si la productividad de un trabajador es de 500 € y un empresario le paga 100 €, otro empresario pagándole 200 € obtendrá un beneficio de 300 €.

Por otro lado, la pregunta que me planteas sobre el beneficio y los salarios adolecen de un problema fundamental, y es la confusión entre beneficio e interés.

Los bienes de consumo son necesariamente más valorados que los factores de producción que han ayudado a obtenerlos. En tanto la mesa está más cerca de satisfacer las necesidades del consumidor que la madera, el trabajo, la cola, o las máquinas que ayudan a fabricarla, el consumidor estará dispuestoa pagar más por la mesa de lo que el empresario puede estar dispuesto a pagar por los elementos aisladamente. Existe una diferencia irreductible de precios entre el bien de consumo y los factores de producción, y a esa diferencia se la conoce como interés.

Otra cosa muy distinta es el beneficio, que surge como un fenómeno de interrelación productiva y, en concreto, de los errores empresariales ajenos. Por ejemplo, si un empresario descubre que las aspirinas que está produciendo permiten subsanar el cáncer, el valor de sus productos (y por tanto de la productividad de sus trabajadores) se incrementará notabilísimamente. Los beneficios del empresario se incrementarán sobremanera, si bien es muy posible que ello no se traduzca en un correspondiente y total aumento de salarios de sus trabajadores. En realidad, estamos ante una ganancia empresarial pura, que corresponde por entero al empresario y a su genialidad. Digo que este beneficio procede de los errores empresariales ajenos porque nadie había descubierto con anterioridad esa aplicación de las aspirinas (con lo cual, retrospectivamente estaríamos ante un error)

Los beneficios perdurarán hasta que nuevas empresas entren en la producción de aspirinas anticáncer (si no entreran estaríamos ante errores empresariales ajenos). Los beneficios no son irreductibles; cuando el número de compañías se incremente muchas empresas pasarán a percibir el simple interés, la diferencia entre el valor de los factores y el valor de los productos finales.

Con respecto al salario es perfectamente posible que algún empresarios obtenga beneficios, por ejemplo, infravalorando a algún trabajador. No niego que esa sea una posibilidad factible; ese beneficio, de hecho, se mantendrá hasta que otro empresario observe esa situación (si no lo hace constituirá un error) o el trabajador encuentre otro puesto de trabajo (si no lo encuentra constituirá un error)

El problema del salario mínimo no es que permita subsanar estas puntuales infravaloraciones, sino que muchos trabajos no podrán existir. No aumenta los salarios (ya que, en cualquier caso, el error hubiera sido subsanado por el arbitraje empresarial), sino que ilegaliza cantidad de ocupaciones. Si la productividad de un trabajador es 400 €, el empresario, aún queriendo pagarle su entera productividad, no podrá contratarlo a 500 €, a menos que esté dispuesto a consumir parte de su capital (circulante) en el negocio. Pero de la misma manera que contrata a ese trabajador, podría dar dinero a la caridad.

¿Qué opinas del empleo infantil? ¿Es función del estado garantizar que los niños se dediquen a estudiar en lugar de coser balones o sacar carbón de las minas o el sacrosanto libre mercado soluciona el problema sin necesidad de intervención estatal? ¿Acaso es un problema o es una simple operación económica en la que ni el estado ni nadie más que los directos implicados (el empleador o el niño... o su padre) es quién para intervenir?

Te recomiendo este artículo de Thomas DiLorenzo. La educación no es más que otra forma de capital, si bien, generalmente, otra forma poco productiva de capital; en especial, si no se ve combinada con el capital "físico". No olvidemos que buena parte del capital educativo incluye también la experiencia laboral en el uso del capital. Si Mozambique se convirtiera ipso facto en la nación más culta del mundo, no por ello se enriquecería; si no tienen herramientas con las que producir, no serán capaces de elevar su producción.

La alternativa al trabajo infantil allí donde se requiera es la pobreza de la familia. Si los padres llevan a ese hijo a trabajar será porque necesiten de su salario para subsistir; obligar a los hijos a que asistan a la escuela cuando la familia no puede soportar su coste de oportunidad, me parece una crueldad innecesaria. Sólo cuando los salarios empezaron a crecer por los aumentos de la productividad y las familias pudieron enviar a sus hijos a las escuelas, el Estado certificó esa situación de hecho.

¿es admisible la esclavitud? ¿Me puedo vender de por vida al mejor postor? (...) Siguiendo el dogma liberal, el problema de los pobres es que son públicos y no privados.

La esclavitud consiste en una enajenación de la voluntad futura. Por tanto es una contradicción de terminos; dado que mi voluntad futura es tan libre como la actual, no puedo venderla dado que no sabré que desearé en el futuro. El contrato de trabajo consiste en enajenar el trabajo, el contrato de esclavitud en vender tu voluntad. Es decir, un contrato de esclavitud es revocable en cualquier momento por el esclavo. La esclavitud voluntaria es una contradicción, porque la voluntad no es enajenable, y mientras el esclavo quiera seguir siéndolo, obviamente no estaremos ante esclavitud. Rothbard lo explica perfectamente aquí.

El problema de los pobres es que reciben un trato público y no privado; no que sean públicos, porque no lo son. Los pobres, como dices, no son público dado que no son propiedad ni del Estado ni de nadie. Son sus propios propietarios y por tanto, ya son privados.

Comentarios

 
Me ha gustado mucho lo de los esclavos.

Clap, clap, clap, clap.

Cuando se va a enterar la gente de que si te estan explotando en una empresa: Lo que tienes que hacer es buscar otro trabajo en mejores condiciones, cuanto antes!
Enviado por el día 13 de Enero de 2005 a las 20:18 (1)
O crearte uno propio. O apropiarte de tierras (asi como los japoneses o mongoles, sin lloriqueos) que por duras e inhospitas que sean, no tengan dueño, y trabajarlas. O hacerte monje mendicante y vivir de los demás. O ser izquierdista con cargo, y vivir de los demás.
Enviado por el día 13 de Enero de 2005 a las 21:39 (2)
Sí sanders, pero aún así el problema que tienen muchos es que con la imposición del SMI no les dejan buscarse un trabajo mejor.
Enviado por el día 13 de Enero de 2005 a las 22:18 (3)
EL problema es que en la actualidad uno no es más que una pieza más en un complicado engranaje donde son irrealizables esos calculos.
¿Que produce realmente un conductor de autobus en comparación con otro? Uno podrá ser más amable o mejor conductor pero realmente esto no parece determinante ni facilmente cuantificable.
Yo sigo viendo más determinante la oferta/demanda que la productividad. Si hay muchos profesionales para un puesto el suelo desciende independientemente de la producción y viceversa. Los ajustes en el mercado llevan su tiempo.
Enviado por el día 13 de Enero de 2005 a las 23:37 (4)
El valor es un valor esperado, nada objetivo. Está en la mente del empresario; Hülsmann lo llega a describir como una jerarquía. ¿Qué valora más el empresario el rendimiento esperado del conductor o el salario del que tendrá que desprenderse? Al final es un tema de utilidad, todo es utilidad; los precios determinados por costes son una ilusión neoclásica.
Enviado por el día 13 de Enero de 2005 a las 23:42 (5)
Gracias Eaco, utilidad me parece más acertado que productividad.
Enviado por el día 13 de Enero de 2005 a las 23:50 (6)
Claro, pero la utilidad se suele basar en la productividad esperada. El medio a través del cual el empresario espera realizar sus fines es la cuenta de resultados, por tanto la contribución del trabajador a esa cuenta (la productividad) determinará su utilidad.

En todo caso, ésta señala el límite máximo a partir del cual comenzará a consumirse capital. Otra cosa es que el empresario altruistamente acepte esa consunción de capital.
Enviado por el día 13 de Enero de 2005 a las 23:59 (7)
Ah, no te lo he dicho, eaco, pero gracias, porque me había comprometido a responder a Escolar a esas preguntas, pero mesabíaolvidao.
Enviado por el día 14 de Enero de 2005 a las 00:05 (8)
Walter Block considera que los derechos son alienables y que por tanto los contratos de esclavitud son legítimos y vinculantes. Está un poco solo defendiendo esta tesis entre los liberales, tesis que me parece errada en lo sustancial, aunque quizás tenga algunos méritos.

No deja de resultar paradójico que los más ardientes defensores de la prohibición por decreto del trabajo infantil sean los primeros en propugnar la obligatoriedad escolar, que encierra durante una década a millares de niños en colegios e institutos con independencia del consentimiento de los implicados y de sus padres.

Vetar por decreto el trabajo infantil es pernicioso (para muchas familias pobres se trata de una cuestión de mera supervivencia), cuando no simplemente estéril (el trabajo infantil no se erradica por ley, y allí donde no existe, esta ley es innecesaria) y arbitrario (¿por qué no puede trabajar un niño de 12 años? ¿por qué es lícito obligarle a asistir a una escuela pública varias horas al día y no es lícito que labore recogiendo hortalizas en el huerto de su padre?)

Saludos
Enviado por el día 14 de Enero de 2005 a las 01:06 (9)
Juan Ramón, yo no acabo de entenderlo como productividad, ni siquiera esperada.

Puede que no lo entienda bien, pero yo lo diría así:
-el empresario paga un salario si cree que, en conjunto, le conviene la función de ese trabajador por ese salario.
-a nada que la empresa sea medianamente grande, calcular la productividad de cada trabajador puede ser muy difícil o imposible.
-debido al mercado laboral, los aumentos en la productividad en un determinado sector tienden, con el tiempo, a producir una elevación generalizada de los salarios en todos los sectores, incluso aquellos en los la productividad no haya aumentado.

Es decir, que los salarios van en función de la productividad global, no de la de cada puesto de trabajo en concreto.

saludos
Enviado por el día 14 de Enero de 2005 a las 01:20 (10)
Pues para mí es un tema muy confuso y en absoluto clarificado por Rothbard. De hecho, Block me parece muy sugerente.
Es cuestión de seguir analizándolo.
Enviado por el día 14 de Enero de 2005 a las 01:24 (11)

No se admiten ya más comentarios.