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1 de Octubre de 2005

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Todo un hombre de Estado
Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián

El capital, según Alberto García


Alberto se ha dado por aludido, con razón, a mi última respuesta a Tyytdt. Ésta también ha respondido en los comentarios, pero de una manera tan caótica que se hace imposible darle respuesta. Tyytdt, si quieres que te vuelva a contestar (otra cosa es que no quieras, cosa que entendería), organiza un poco mejor los comentarios (con cursivas, comillas o algún sistema para distinguir tus comentarios de los míos) y cuélgalo en algún foro.

Por ahora nos basta con contestar a Alberto García, un autorreconocido ignorante en economía, y sus contribuciones fundamentales a la teoría del capital.

Básicamente Alberto plantea que mi tesis sobre que el empresario adelanta el capital al trabajador es falso en algunos casos, como el de quienes cobran una vez la producción se ha vendido. Sin embargo, ya desde el principio tiene dificultades para entender siquiera qué es el interés: Nadie le pidió al empresario que adelantase nada. Creo que hasta ahí estaremos de acuerdo. Si lo adelantó lo hizo de forma voluntaria, podía no haberlo hecho. ¿Por qué debería entonces cobrar un interés? ¿Quién dice que cobrar intereses sea algo legítimo?.

¿De forma voluntaria? Claro, y también el trabajador presta sus servicios de forma voluntaria y al salario convenido. ¿Por qué entonces criticamos que exista un interés?, cabría preguntarle a Alberto. El sometimiento del trabajador al empresario no es menor que el del empresario al trabajador en estos casos. El empresario necesita adelantar el dinero a los trabajadores para que puedan continuar la producción: pensemos en la producción de automóviles. Si hasta que estos no fueran vendidos y cobrados (pensemos también en las ventas a plazo) los trabajadores no cobraran nada, morirían de hambre. Los procesos productivos necesitan del apoyo del capital, si no no podrían realizarse. También el autonomo o el minifundista ideal del anarquismo necesitarían de un capital para empezar a producir. Imaginemos que cultiva un cereal que sólo dará frutos al cabo de un año. ¿De qué sobrevivirá durante ese año? Tendrá que haber acumulado un stock de bienes que vaya consumiendo hasta que su producción (el cultivo) dé frutos. Ese ahorro es el capital circulante del minifundista.

En este caso, al haberse abstenido él mismo del consumo (ya que para ahorrar un stock de productos en el momento t hay que haberse abstenido de consumirlos en el momento t-1), el interés (esto es, el excedente final sobre el ahorro inicial) será totalmente del minifundista autónomo. Sin embargo, imaginemos ahora que soy un minifundista al que le acaban de regalar una tierra pero no tengo ningún tipo de ahorros. ¿Podré cultivar ese cereal que no obtendré hasta dentro de un año? ¿Y de qué viviré mientras tanto? La única opción que me queda, en caso de que quiera cultivar ese cereal, consiste en pedirle prestado a otro minifundista los ahorros suficientes para vivir durante ese año. En este caso, es el otro minifundista quien está sosteniendo los procesos productivos, absteniéndose de consumir. Por tanto, el interés le corresponderá a él. Cuando nuestro minifundista haya conseguido ahorrar (por ejemplo, consumiendo un poco menos durante el próximo año) será capaz de sostener por sí mismo los propios procesos productivos, quedarse con el interés e incluso prestarlo a otros minifundistas que están empezando.

En otras palabras, por supuesto que el capital se adelanta voluntariamente. De la misma manera que el trabajador presta sus servicios voluntariamente. Pero, de la misma manera que el salario es la contraprestación obligatoria por la prestación de servicios, el interés es el pago necesario e inerradicable de la provisión de capital (en realidad, el interés tiene una perspectiva más básica, de manera que incluso allí donde se ha prohibido el interés, éste ha emergido por otros caminos).

Pero esto no lo entiende Alberto: Yo creo que si el capitalista cobra un interés es porque hay un aparato detrás (una policía estatal o privada) que obliga a que cuando se le devuelva el dinero se le devuelva con un interés en vez lo que prestó y no más.

Dejando la caridad al margen (y no la dejo porque sea poco importante, sino porque en ella no se da un interés monetario sino psíquico, pero no quiero complicar a Alberto), la policía en este caso tiene poco que ver. Vayamos al ejemplo de los dos minifundistas, ¿qué incentivos tendría uno en prestarle al otro hortalizas para que coma durante todo un año (y así pueda producir ese cereal), si no es a cambio de un interés? Si yo presto 100 y dentro de cinco años me devuelven 100, ¿para qué prestarlas?

Además, no estamos hablando solamente de usura. Sin interés la producción y la estructura de capital se desvanece. Sabemos que beneficia más a los consumidores invertir el capital allí donde el interés sea más elevado (y al invertirlo, el interés se reducirá) y desinvertilo de allí donde sea más bajo (de manera que éste aumentará). Además, sin interés no podemos conocer si una inversión es rentable o no. Imaginemos que yo le presto al minifundista fondos para seis meses cuando su cultivo madura en un año. ¿De qué le servirían? De nada, sólo los habría dilapidado (ya que le siguen faltando fondos para seis meses más), en lugar de invertirlos en otros negocios en los que los cultivos maduren en seis meses. Y, por supuesto, si creemos que el interés debe ser 0, entonces TODAS las inversiones serían rentables.

Imaginemos que Juan le presta 100 euros a Pedro, a devolver a un año. Al cabo de un año, Pedro se ha gastado los 100 euros y no puede devolvérselos. Por ello le pide prestados 100 euros a Miguel, para devolvérselos a Juan. Al cabo de otro año, y de habérselos gastado, Pedro le pide otros 100 euros a Jaime para devolvérselos a Miguel. Pedro podría vivir siempre de este modo, cancelando las deudas con unos a través del préstamo de otros. En realidad, lo que haría sería consumir bienes y no producir ninguno. El interés provoca, en cambio que a Juan le tenga que devolver 105 euros (y por tanto 105 le deberá pedir prestados a Miguel), 110,25 a Miguel, y 115,76. En otras palabras, la deuda de Pedro va aumentando y, por tanto, encontrará cada vez menos gente dispuesta a prestarle esa cantidad creciente de fondos.

Trasladado al ámbito empresarial, ¿para qué nadie debería invertir en maquinaria, o adelantar el salario íntegro a los trabajadores, si, como mucho, una vez vendidos los productos obtendrá el mismo dinero que antes? De hecho, en realidad, nada sería más rentable que invertir en estadios cada vez más alejados del consumo: eliminado el interés, la única fuente de ganancia empresarial sería el beneficio y la única manera de obtener beneficios es evitando la competencia. Así, cada empresario se pondría a producir productos que nadie produce y que sólo dentro de muchos años madurarían. Por supuesto, la consecuencia de todo esto sería una mala inversión absoluta y la inmovilización del capital, hasta el punto de que deberíamos abandonar los métodos de producción indirectos y volver a recolectar frutas de los árboles.

Luego Alberto avanza su argumento principal: su argumento no veo que siempre pueda ser verdad. Vamos a ver, si yo hago piezas de céramica para usted y me paga a final de mes (o del día) por ese trabajo, según su argumento me estaría prestando dinero pues yo cobraría antes de que usted vendiese las piezas de cerámica que yo hice para usted. Bien. Pero aparte de que cuando usted venda las piezas de cerámica no es problema mío si no suyo, pues mi responsabilidad no incluye el ser comercial de su empresa a menos que lo haya firmado, pudiera ser que esas piezas de cerámica las venda usted antes de que me pague.(...) En ese caso, ¿qué dinero me estaría usted prestando ahí señor Rallo?.

Pues obviamente se lo estaría prestando. Como trabajador usted dispone de una maquinaria, unas materias primas e incluso un mostrador para producir y vender. ¿Han aparecido de la mano esa maquinaria, materias primas o escaparate? No, en absoluto. El empresario ahorró y adquirió maquinaria, materias primas y un local, lo cual no es rentable en sí mismo. Imaginemos que después de hacer estas inversiones, el gobierno obliga al empresario a cerrar, pudiendo retenerlas. ¿Sería rico el empresario? No, porque sus inversiones sólo son útiles en tanto que se produzcan bienes y servicios y éstos sean adquiridos por los consumidores.

Por tanto, la adquisición de maquinaria o materias primas no enriquece al empresario a menos que la inversión termine liberándose o desinmovilizándose (amortizándose, vamos). Usted, como trabajador, no tiene que haber ahorrado todo lo necesario para producir esa maquinaria o comprar las materias primas. Por tanto, la inversión del empresario, de la que el trabajador es sólo una parte, le reporta un interés futuro. Es más, la inversión no es estática, no se realiza una vez en la vida y punto. ¿Ha oído hablar de la depreciación? El capital va depreciándose y necesita reponerse. Por ello, el empresario tiene que volver a ahorrar y a reinvertir. Imaginemos que el empresario no adquiere interés. El capial iría depreciándose y, cada vez, la productividad del trabajador (y por tanto su salario) sería menor. Cuando el capital estuviera continuamente depreciado, el trabajador sólo dispondría de sus manos para producir. Tendría que empezar a fabricar máquinas (¿y de qué comería mientras las fabrica?), convencer a otros trabajadores para que le vendan barro (¿y cuándo pagará ese barro? ¿en el momento de la compra o una vez haya vendido sus mercancías? en este último caso, ¿por qué yo, propietario de barro, tengo que darle barro ahora para cobrar dentro de varios meses?) y construir un local con escaparate (para lo cual requeriré varios años, ¿de qué comeré si aún no estoy vendiendo?).

Por tanto, el ahorro y reinviersión empresarial son continuos. El empresario adelanta fondos o factores productivos, sin los cuáles sería imposible producir. Aunque, claro está, el interés será mayor cuando el empresario adelante también el salario que en caso de que no lo haga.

Luego hace una serie de consideraciones del tipo: Esto no es economía (quizás), es simple sentido común (quizás). (Por algo dicen que el sentimo común es el menos común de los sentidos) o que No creo que a muchos obreros les engañe usted con eso del prestamo, señor Rallo. Si les cueta eso posiblemente se reirán de usted. Vaya usted a hablar con un campesino de este país un poco mayor (como por ejemplo mi padre) que le tocase trabajanr de sol a sol. (Puedo hablar con mi familia, gracias). Es decir, apelaciones demagógicas en lo que debería ser un debate científico, muy propio de la carestía de ideas.

Más tarde, sigue mostrando su completa ignorancia con respecto al capital: Por otra parte no analiza usted el porqué los capitalistas tienen capital. Se lo digo yo: por la intervención del Estado que robó sus tierras a los campesinos.

Esto es una estupidez. La tierra no es capital, sino recursos permanentes. El capital se caracteriza por ser un recurso no permanente, que se deprecia y que debe ser reinvertido, la tierra no. Es más, la tierra, como ya hemos visto, es inútil sin capital. No niego que el Estado haya robado, en ocasiones, las tierras a sus legítimos propietarios (que no poseedores), pero obviamente la solución no pasa por abolir la propiedad privada, sino por devolvérsela a su auténtico propietario.

De la misma manera: Pero hasta algunos de ustedes reconocen que en un mundo sin Estado, se tendería al autoempleo. Los trabajadores serían capitalistas entonces. No sería fácil que alguien trabajase por un salario y entonces la forma de asociar capitales individuales sería a través de cooperativas.

Mire, su disociación de los papeles es lamentable. Muchos trabajadores ahorran y capitalizan sus rentas: son trabajadores y capitalistas. Y la manera en que capitalizan sus rentas es prestándoles el dinero (y cobrando intereses) a los empresarios que posteriormente los contratarán. Pocos economistas sensatos pueden sostener que el autoempleo, que a usted parece agradarle, tendría algún efecto positivo. Los procesos productos se basan en la cooperación y en la DIVISIÓN DEL TRABAJO. Usted propone atomizar la sociedad y cargarse ambos. Por otro lado, creer que la existencia de capital supone automáticamente la abolición del trabajo por cuenta ajena es una nadería. Tener capital no significa que todo el mundo se convierta en empresario, entre otras cosa porque entonces serían necesarios los trabajadores. ¿Qué sucedería pues? Si nadie quisiera trabajar y todos quisieran vivir del interés de su capital, la oferta de capital sería tan enorme y la de trabajo tan baja, que los salarios aumentarían sobremanera y, en consecuencia, los tipos de interés caerían. Por ello, una parte de los que capitalizaban rentas decidirán ponerse a trabajar.

Los disparates, con todo, se suceden: Después de todo, todas las teorías económicas son capitalistas, señor Rallo. Incluso la Unión Soviética era capitalista con empresarios y trabajadores asalariados desde cierto punto de vista.

No diga memeces. El capital no existe al margen de las relaciones jurídicas que se establezcan: sin propiedad privada no hay capital, sino sólo máquinas que trabajan descoordinadamente y que no sirven para satisfacer ninguna finalidad. Léase este artículo, quizá aprenda algo.

Por último, me resulta gracioso el reconomiento de su incapacidad para discutir: Sinceramente ni siquiera leí sus respuestas a mis artículos al completo. Lo siento, quizás no hice bien, pero cuando le vi tan obcecado pensé que no merecería la pena discutir con usted, pues consdieré que acabaríamos en un flame demasiado surrealista. ¿No los leyó, pero contestó a ellas(I, II)? ¿Qué clase de honradez y decencia intelectual es ésta? Supongo que debe ser la norma de la casa entre los socialistas, por eso siguen pensando como piensan.

Comentarios

 
Eaco: Creo que estás gastando munición intentando matar a un muerto.

Toda esta discusión la tuve yo con Alberto hace algún mes. Y te puedo decir que su capacidad de escuchar es nula. No le interesan para nada tus respuestas y ni siquiera les presta atención. Repite una y otra vez lo mala que es la jerarquía, sin definir lo que es jerarquía y sin explicar por qué es mala. Si le demuestras un error, lo ignora y vuelve a repetir que la jerarquía es mala.

Si crees que esta discusión puede ser útil para el resto de la gente, me parece bien. Pero si estás intentando convencer a Alberto, mi experiencia me dice que mejor dediques tus esfuerzos a otros menesteres ;).

Además, siempre se agradece cuando atacas a gente más cercana a tu nivel. Abusar de esa forma no me parece elegante :)

Un saludo
Enviado por el día 1 de Octubre de 2005 a las 20:29 (1)
No, el convencimiento de mis oponentes no suele ser el objetivo, aunque sería un resultado no buscado muy satisfactorio.
Enviado por el día 1 de Octubre de 2005 a las 20:49 (2)
Me parece bien Eaco, pero entonces tal vez sería conveniente obviar determinados tipos de comentarios... Porque tú sabes que el discutir con gente de nivel bajo hace que te puedan confundir con ellos.

Aprovecho para decir que a pesar de mi anterior post, Alberto me parece un buen chaval. Creo que tiene una idea preconcebida, basada en buenas intenciones, aunque claramente incorrecta, aparte de por su base poco fundamentada, porque es contradictoria en su forma. Y muchas veces todos somos muy reacios (yo el primero) a cambiar aquellas ideas que en algún momento nos parecieron geniales, incluso aunque esto nos lleve a rechazar argumentos convincentes (buscando siempre el contraargumento que nos haga mantener nuestra idea original o ignorándo el argumento incluso involuntariamente). Alberto, quizá tenga este defecto más pronunciado, por lo que es muy difícil el diálogo con él. Pero creo que no me equivoco si digo que es buena gente ;)

Un saludo



Enviado por el día 1 de Octubre de 2005 a las 21:02 (3)
No dudo de que lo sea, pero como digo no intento convencerlo a él. Si vence a su irracionalidad ya lo hará. En esa batalla tengo poco que hacer.
Enviado por el día 1 de Octubre de 2005 a las 21:17 (4)
Enviado por el día 1 de Octubre de 2005 a las 23:07 (5)
Enviado por el día 1 de Octubre de 2005 a las 23:13 (6)

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