7 de Febrero de 2006
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Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián
En el nombre de la identidad
En el artículo de este martes hablo sobre la polémica pero nada sorprendente frase de Bargalló sobre la lengua: La lengua no puede dejarse en manos del mercado, ni su elección sólo en las de los individuos, pues es el poder público quien debe garantizar su conocimiento.
El nacionalismo no es más que una fachada ideológica detrás de la que se esconde la sumisión al Estado; al identificar individuo con nación y nación con Estado, el rebaño no tiene más remedio que acatar los designios del buen pastor:
La nación sólo acepta adhesiones inquebrantables y absolutas. No hay espacio para la particularidad y la voluntariedad; cuando un individuo no utiliza el catalán, o lo emplea erróneamente (no sometido al estándar), está contribuyendo a su corrupción y desaparición, esto es, está atentando contra la savia del "pueblo" catalán.
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El nacionalismo no es más que una fachada ideológica detrás de la que se esconde la sumisión al Estado; al identificar individuo con nación y nación con Estado, el rebaño no tiene más remedio que acatar los designios del buen pastor:
La nación sólo acepta adhesiones inquebrantables y absolutas. No hay espacio para la particularidad y la voluntariedad; cuando un individuo no utiliza el catalán, o lo emplea erróneamente (no sometido al estándar), está contribuyendo a su corrupción y desaparición, esto es, está atentando contra la savia del "pueblo" catalán.
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Comentarios
Bargalló debería saber que el estado o la nación política no debería imponer la forma en la que deben comunicarse las personas en las naciones. Bargalló estataliza hasta la lengua. Un disparate. La nación política se construye desde el estado catalán y hablando así demuestra que el estado catalán sería muy intervencionista y no solamente en economía.
"El pensament espanyol és mort. No vull dir que no hi hagi espanyols que pensin, sinó que el centre intel·lectual d'Espanya ja no té cap significació ni eficàcia actual dintre del moviment general d'Idees del món civilitzat."
Joan Maragall (1897). Sin comentarios.
Joan Maragall (1897). Sin comentarios.
Y sin comentarios también la siguiente :" Si se proclama la República independiente de Cataluña, no es nada inverosímil, sino al contrario, que la nueva República sea reconocida por alguna potencia. Después de eso, ¿cómo recuperarla? El invadirla presentaría ya ante Europa como agresión contra un pueblo, que por acto de autodeterminación, se había declarado libre, España tendría frente a sí, no a Cataluña, sino a toda la anti-España de las potencias europeas.José Antonio Primo de Rivera (1934)."
El ser humano es tan inútil y vulnerable que necesita de un Estado poderoso que lo proteja y lo asista. "O Estado o el caos";
Hasta Ayn Rand cree necesario y legítimo un Estado que vele por la seguridad de los ciudadanos:
Si una sociedad no provee protección organizada contra la fuerza, obligaría a cada ciudadano a vivir armado, convertir su hogar en una fortaleza, y disparar a los extraños que se acercasen a su puerta, o a asociarse a una pandilla de ciudadanos para protegerse, quienes pelearían con otras pandillas, formadas para el mismo propósito, y así traería la degeneración de esa sociedad al caos: al dominio por pandilla, es decir, gobierno por fuerza bruta, hacia la guerrilla de tribu típica de salvajes prehistóricos.
El uso de la fuerza física aun en vía de represalia no puede dejarse a la discreción de los ciudadanos individuales. La coexistencia pacífica es imposible si el hombre tiene que vivir bajo la amenaza constante del uso de la fuerza bruta por parte de sus vecinos en cualquier momento. Ya sea que las intenciones de sus vecinos sean buenas o malas, que sus juicios sean racionales o irracionales, que estén motivados por un sentido de justicia o por ignorancia o prejuicio o malicia, el uso de la fuerza contra un hombre no puede dejarse a la decisión arbitraria de otro.
Hasta Ayn Rand cree necesario y legítimo un Estado que vele por la seguridad de los ciudadanos:
Si una sociedad no provee protección organizada contra la fuerza, obligaría a cada ciudadano a vivir armado, convertir su hogar en una fortaleza, y disparar a los extraños que se acercasen a su puerta, o a asociarse a una pandilla de ciudadanos para protegerse, quienes pelearían con otras pandillas, formadas para el mismo propósito, y así traería la degeneración de esa sociedad al caos: al dominio por pandilla, es decir, gobierno por fuerza bruta, hacia la guerrilla de tribu típica de salvajes prehistóricos.
El uso de la fuerza física aun en vía de represalia no puede dejarse a la discreción de los ciudadanos individuales. La coexistencia pacífica es imposible si el hombre tiene que vivir bajo la amenaza constante del uso de la fuerza bruta por parte de sus vecinos en cualquier momento. Ya sea que las intenciones de sus vecinos sean buenas o malas, que sus juicios sean racionales o irracionales, que estén motivados por un sentido de justicia o por ignorancia o prejuicio o malicia, el uso de la fuerza contra un hombre no puede dejarse a la decisión arbitraria de otro.
El uso de la fuerza de represalia requiere reglas objetivas para establecer pruebas de que un crimen ha sido cometido y probar quién lo ha cometido, así como también reglas objetivas para definir castigos y procedimientos para implementarlos. Los hombres que pretenden perseguir crímenes sin tales reglas, constituyen una chusma furiosa. Si una sociedad dejase el uso de la fuerza represiva en las manos de ciudadanos individuales, degeneraría hacia la ley de la jungla y hacia una serie interminable de vendetas y guerras privadas.
Si la fuerza física va a ser excluida de las relaciones sociales, el hombre necesita una institución encargada de la tarea de proteger sus derechos y supeditada a un código objetivo de reglas. Esta es la función de un Gobierno de un legítimo Gobierno, su función primordial, su única justificación moral y la razón por la cual los hombres sí necesitan un gobierno.
http://www.economiaparatodos.com.ar/ver_nota.php?n...
Si la fuerza física va a ser excluida de las relaciones sociales, el hombre necesita una institución encargada de la tarea de proteger sus derechos y supeditada a un código objetivo de reglas. Esta es la función de un Gobierno de un legítimo Gobierno, su función primordial, su única justificación moral y la razón por la cual los hombres sí necesitan un gobierno.
http://www.economiaparatodos.com.ar/ver_nota.php?n...
Como siempre lo has clavado, Rallo. Debe hacerse mucho hincapié en la absoluta incompatibilidad entre nacionalismo y liberalismo. Lo digo para seguidores de Sala i Martín e incluso para algunos que han interpretado,según su interés, la llamada teoría del nacionalismo liberal de Huerta de Soto.
Sobre la incompatibilidad de nacionalismo y liberad individual:
http://www.fundacionfil.org/papers/laenfermedadnac...
http://www.fundacionfil.org/papers/laenfermedadnac...
el nacionalismo peligroso para la libertad es el nacionalismo político estatalista e intervencionista. Ningún liberal defiende dicho "nacionalismo", al igual que tampoco ningún liberal defiende el nacionalismo centralista y estatalista....
Toda ideología antiliberal intentó imponerse con el nacionalismo centralista, el nacionalsocialismo htileriano y el nacionalsocialismo stalinista en el siglo XX , y ahora con los nacionalismos separatistas intervencionistas.
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