12 de Noviembre de 2007
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Bitácora de Juan Ramón Rallo Julián
Franco no ha muerto
Pues no, sigue vivito y coleando en la actuación diaria de nuestros políticos. Este lunes publico en Negocio un reportaje donde analizo la legislación económica y social que proviene directamente de los principios franquistas. Podéis leerlo en las páginas 26 y 27 de la edición de hoy. Así mismo, el editorial (página 3) también está dedicado al asunto.
Comentarios
Hola! estaba visitando blogs y me encontré con el tuyo. Estoy muy contenta con una página nueva que encontré y quería compartirla con los demás. Podés descargar música en mp3, ver videoclips, fotos y lyrics de un montón de artistas. Además tiene radio y televisión en línea.
Te dejo la dirección por si te interesa, a mi me pareció muy buena:
http://www.ofertilandia.com/musica/
espero no te moleste mi recomendación
que tengas un lindo día =)
Dios bendito la cuña publicitaria ésta, y encima q tengamos un lindo día jaja
A mí lo q me ha gustado es la noticia del periodico Negocio de q podrán abrir los centros comerciales de Madrid (un punto para Esperanza) hasta las 12 todos los días :D
A mí lo q me ha gustado es la noticia del periodico Negocio de q podrán abrir los centros comerciales de Madrid (un punto para Esperanza) hasta las 12 todos los días :D
Despues de esos cariñosos saludos que te dedican en la Red, Rallo, paso a felicitarte. Me parece un excelente primer resumen para divulgar entre el público cuestiones fundamentales cuyo origen se oculta por una izquierda que tiene su agenda muy definida por su defensa de esas instituciones franquistas y una derecha que no se ha reconvertido para ser un poquito -digo solo un poquito- más liberal.
Solo quiero comentarte una anécdota que me ocurrió hace años en la Escuela de práctica jurídica del ICADE de Madrid, ilustrativa de la aversión profunda instalada en la mayor parte de la academia española -con todas sus tribus incluidas- hacia las reformas liberales del mercado del trabajo.
En unas jornadas sobre la que luego sería la cosmética reforma laboral de 1994, se hallaba entre el plantel de ponentes Rafael Martínez Emperador, magistrado de la llamada Sala de lo Social del TS, quién tiempo después -febrero de 1997- sería asesinado vilmente de un tiro en la nuca por los pistoleros de la ETA. En el turno de preguntas le pregunté, a propósito de unas recomendaciones planteadas en el Foro Económico de Davos de flexibilizar los mercados de trabajo para conseguir el pleno empleo, si no pensaba que sería conveniente volver a la libertad de pactos regulada en el Código Civil para superar el problema anterior. No olvidaré la ira con la que me contestó que eso era imposible porque la legislación laboral era una "conquista irrenunciable para los trabajadores" (recuerdo perfectamente que empleó esas palabras. Pues bien, aquel magistrado era el perfecto enlace entre la tradición intervencionista de la "intelligentsia" franquista y los abogados laboralistas de los "cocos". CCOO.
Coda: El papel de casi todos los catedráticos del Derecho del Trabajo, incluido Sagardoy, que pasa por ser el "defensor" de los grandes empresarios en el "foro", y supuestamente más proclive a reformas liberalizadoras, me ha parecido siempre como una coartada para que el sistema no evolucione nunca.
Solo quiero comentarte una anécdota que me ocurrió hace años en la Escuela de práctica jurídica del ICADE de Madrid, ilustrativa de la aversión profunda instalada en la mayor parte de la academia española -con todas sus tribus incluidas- hacia las reformas liberales del mercado del trabajo.
En unas jornadas sobre la que luego sería la cosmética reforma laboral de 1994, se hallaba entre el plantel de ponentes Rafael Martínez Emperador, magistrado de la llamada Sala de lo Social del TS, quién tiempo después -febrero de 1997- sería asesinado vilmente de un tiro en la nuca por los pistoleros de la ETA. En el turno de preguntas le pregunté, a propósito de unas recomendaciones planteadas en el Foro Económico de Davos de flexibilizar los mercados de trabajo para conseguir el pleno empleo, si no pensaba que sería conveniente volver a la libertad de pactos regulada en el Código Civil para superar el problema anterior. No olvidaré la ira con la que me contestó que eso era imposible porque la legislación laboral era una "conquista irrenunciable para los trabajadores" (recuerdo perfectamente que empleó esas palabras. Pues bien, aquel magistrado era el perfecto enlace entre la tradición intervencionista de la "intelligentsia" franquista y los abogados laboralistas de los "cocos". CCOO.
Coda: El papel de casi todos los catedráticos del Derecho del Trabajo, incluido Sagardoy, que pasa por ser el "defensor" de los grandes empresarios en el "foro", y supuestamente más proclive a reformas liberalizadoras, me ha parecido siempre como una coartada para que el sistema no evolucione nunca.
Tanto que presumen las izquierdas (en especial la sindical y la extrema) de su defensa de las conquistas sociales y resulta que se trata de legislación franquista, es decir, proveniente de su principal "coco", sí, ese al que le quieren ganar la guerra de forma retroactiva.
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