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22 de Mayo de 2008

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1812
Bitácora de Daniel Rodríguez Herrera

¿Leyes contra la sodomía?

Reconozco que hacía tiempo que no leía en Red Liberal la justificación de una propuesta tan políticamente incorrecta y, al tiempo, tan absurda como eso de las leyes contra la sodomía. Supone, además, cruzar una línea que nunca debe cruzarse, y que todo liberal debería tener por sagrada: la que separa la moral de la ley.

Una persona puede tener opiniones morales completamente repulsivas para la mayoría. Puede ser homófobo, judeófobo o anticlerical, posturas morales que personalmente encuentro repugnantes. Sin embargo, eso no impide que al mismo tiempo se pueda ser liberal, precisamente porque el liberalismo no es una doctrina que pretenda regularlo todo, como pueda ser el socialismo. Se limita a proponer un sistema que reduzca o elimine conflictos, y parte muy importante del mismo es el respeto a la propiedad privada y, con ella, a toda una serie de derechos como los de expresión, privacidad o el de hacer con el cuerpo de uno lo que desee.

Es decir, se puede ser homófobo y liberal si no se quiere que el Estado encarcele a los homosexuales o les ponga traba alguna, como esto de las leyes contra la sodomía. Se puede ser judeófobo y liberal si odiando a los judíos no desean recluirlos en ghettos o reducirles sus derechos como ciudadanos por el hecho de su religión o su origen. Se puede ser anticlerical y liberal si aborreciendo a los curas, monjas y frailes no se pretende quemar conventos ni negar los derechos de expresión o asociación por el mero hecho de ser católicos y formar parte de la Iglesia. Es cierto que es difícil conciliar estas posturas, porque a todos, incluyendo a los liberales, nos resulta muy difícil deslindar la moral de nuestras opiniones políticas. No hay más que ver, por ejemplo, la incapacidad de algunos de diferenciar entre una cosa y otra. Pero eso no significa que no sea posible, por lo que la crítica política debe ir por los intentos de imposición de una moral determinada, no por la moral en sí.

Ahora bien, es cierto que no existe un derecho a la sodomía, porque para ello hacen falta dos y no se puede obligar al otro a que consienta. Existe, eso sí, la libertad, que nadie utilice la coacción o la amenaza de coacción para impedir esos actos, siempre y cuando quienes los hacen no lo hagan obligados. Pero claro, es algo tan evidente que no aparece en ningún manual. O al menos es evidente para los liberales; no tanto en esta sociedad nuestra tan socialdemócrata.

En lo que no debemos engañarnos es en que el argumento principal de Alfredo Coll es perfectamente equivalente a los empleados por Elena Salgado y el Gobierno Zapatero en contra del tabaco o el alcohol. O una próxima ofensiva, que no dudo que llegará, contra la comida con demasiadas grasas. No dudo que probablemente los actos homosexuales tengan más riesgo de transmisión de enfermedades que los heterosexuales, aunque sólo sea porque al ser estériles se tomen menos precauciones. Por tanto, siguiendo la lógica socialista actualmente en el Gobierno, debería irse limitando ese derecho a hacer lo que cada uno desee con su propio cuerpo. No prohibiéndolo, necesariamente, pero poniéndole pegas, como por ejemplo el cierre de locales "de ambiente", ya que el Estado se ha arrogado el derecho de conceder o no licencias de apertura. Si se sigue de forma coherente el principio de que el Estado debe evitar que nos hagamos daño a nosotros mismos, es un paso lógico.

¿Por qué no lo hace? Porque moralmente a los socialistas les parece muy bien (ahora) la homosexualidad, pero no fumar o beber. Apoyar leyes contra la sodomía es antiliberal, como lo es la ley del tabaco. En ambos casos es convertir una moral particular en ley, con la excusa de la sanidad pública y los gastos extra que le suponen.

Quienes amamos la libertad defendemos que cada cual haga con su cuerpo y su propiedad lo que le plazca. Aunque hagan cosas que no nos gusten.

ACTUALIZACIÓN: Ya pueden volver a comentar.


Comentarios

 
"...es cierto que no existe un derecho a la sodomía, porque para ello hacen falta dos y no se puede obligar al otro a que consienta. Existe, eso sí, la libertad, que nadie utilice la coacción o la amenaza de coacción para impedir esos actos, siempre y cuando quienes los hacen no lo hagan obligados. Pero claro, es algo tan evidente que no aparece en ningún manual. O al menos es evidente para los liberales; no tanto en esta sociedad nuestra tan socialdemócrata."
Lo suscribo por completo, y añado el comentario que dejé en el blog en cuestión respecto a semejante sugerencia:
"No veo yo mucho liberalismo por aquí… demasiada letra y malas ideas.
La Libertad, señores, como ausencia de coacción, procedente, claro está, de otro ser humano.
Si alguien les sodomiza o introduce cualquier objeto por la boca, oído u orificio nasal sin su consentimiento, defiéndanse!
Lo demás, palabrería, discursos puritanos y estériles… mucho bizantinismo… sinceramente.
Saludos y LIBERTAD!"

http://lalibertadylaley.wordpress.com/2008/05/21/l...
Enviado por el día 22 de Mayo de 2008 a las 11:56 (1)
Hola de nuevo, supongo que tampoco querrás publicar esto, ¿pero qué te parece que Alfredo vaya por ahí diciendo que va a contar lo que hace uno, quien es otro, donde trabaja un tercero...? Sé lo que te parece, pero no estaría de más que aplicaras el mismo rasero a todo el mundo.
Enviado por el día 22 de Mayo de 2008 a las 12:04 (2)
Yo siempre pensé que la libertad consiste en el derecho a equivocarse. Eso les recordaban los liberales a los jacobinos y a los socialistas en el siglo XIX. Pero supongo que eso ya no cuenta.
Enviado por el día 22 de Mayo de 2008 a las 12:06 (3)
Daniel permíteme felicitarte por este magnífico artículo, yo soy antireligioso, o antiastrólogo, pero no pretendo emplear el monopolio coactivo del estado para obligar a los demás a abrazar mi postura ante el fenómeno de la existencia, o a desechar las suyas, por muy irracionales y perniciosas que las considere.

Creo que te admiro.
Enviado por el día 22 de Mayo de 2008 a las 12:35 (4)
Tienes razón Daniel, pero el pueblo quiere expulsiones.
Enviado por el día 22 de Mayo de 2008 a las 12:37 (5)
Daniel, la tuya me parece una entrada brillante que secundo muy a gusto. ¡Lástima que no te prodigues con más extensión en este tipo de opiniones!
Enviado por el día 22 de Mayo de 2008 a las 14:10 (6)
Solicito una rectificación o una disculpa.

http://kill-lois.blogspot.com/2008/05/la-incapacid...

Se me esta atribuyendo algo que simplemente no es cierto.

Stewie
Enviado por el día 22 de Mayo de 2008 a las 15:00 (7)
"Pero eso no significa que no sea posible, por lo que la crítica política debe ir por los intentos de imposición de una moral determinada, no por la moral en sí".

Ahora bien, si alguien es un homofobo asqueroso, tenemos el deber de respetarlo físicamente y tolerarlo. No aceptar todo lo que se nos presente. El boicot voluntario es una herramienta totalmente legitima para potenciar el ostracismo de quien tenga opiniones inmorales a nuestro juicio.

El respeto al derecho a discriminar pacíficamente va en ambos sentidos.

Stewie Griffin
Enviado por el día 22 de Mayo de 2008 a las 15:26 (8)
Puse un mensaje anoche, pero me temo que se perdió... Suscribo lo que dice Policronio. Mi opinión sobre estas cosas ya se la he dejado a Valcárcel en su blog. Me parece increíble que un libera apueste por "criminalizar" la "sodomía". Alucinante, en fin.
Enviado por el día 22 de Mayo de 2008 a las 15:37 (9)
Personalmente, Daniel, y con todo el respeto que me mereces me suena a que te han engañado. Este blogger era "una cosa" y ha resultado "otra", aunque en su blog en ingles ya se mostraba tal cual era.
Enviado por el día 22 de Mayo de 2008 a las 15:58 (10)
¿Alfredo Coll? ¿No estábamos hablando de Alfredo Valcárcel?
No entiendo qué pinta Alfredo Coll en esto.
Enviado por el día 22 de Mayo de 2008 a las 18:24 (11)
Son el mismo.
Enviado por el día 22 de Mayo de 2008 a las 18:30 (12)
Mientras en un país hayan más leyes para controlar y regular a los ciudadanos que para controlar y regular al estado, viviremos en una dictadura.
Enviado por el día 22 de Mayo de 2008 a las 18:41 (13)
Dejo aquí un comentario que hice antes y veo contesta perfectamente a este post:

Yo estoy a favor de la ley antitabaco porque defiende mis derechos. Me alegro que nadie me pueda fumar encima en un lugar donde estudio/trabajo. Para eso está el Estado, para proteger los derechos (y la integridad física lo es) de los que no queremos fumar. Evidentemente, alguien podría decir “pues si no quieres que te fumen en la Universidad, no estudies”. ¿Tendría que elegir entre mi educación y mi salud?

Pero matizo: me parece mal obligar a los hosteleros a elegir si quieren ser un local de fumadores o de no fumadores: les obligas a elegir la clientela a la que dirigirse y les perjudicas notablemente. Casi todos los bares son “para fumadores”, con lo que en la práctica no cambia mucho, pero en pura teoría me opongo.

Lo que quiero decir es que hay intervenciones del Estado que son buenas y necesarias (proteger la salud de los no fumadores, que no pueden elegir dejar de ir al trabajo si les fuman a la cara), y otras que son gratuitas e innecesarias (regular el tabajo en lugares de ocio, donde uno acude si quiere).

No lo metamos todo en el mismo saco. De la misma manera, puede regularse el consumo de drogas: hay sustancias que son peligrosas no sólo para el que las consume (allá él) sino para terceros, debido a las reacciones que pueden provocar en el consumidor. Estoy hablando en pura teoría, porque desconozco los efectos de cada sustancia concreta. Lo mismo se podría decir de los anabolizantes.

La contrapartida de legalizar estas sustancias es, necesariamente, la información. Para que los ciudadanos puedan elegir, deben tener información sobre qué les puede pasar si toman esa sustancia. Y eso es posible que deba hacerlo el Estado (recordad que lo queremos para proteger nuestros derechos, y eso puede implicar avisarnos de que algo puede causarnos mucho daño).
Enviado por el día 22 de Mayo de 2008 a las 20:22 (14)
Por qué está enlazado kill-lois como quien no diferencia entre moral y ley si justamente ha sido el autor de ese blog quien ha levantado la voz en pos de mantener esa separación -colgando oportunamente además un texto de Spooner y dos videos de South Park para ilustrar mejor-, debería estar allí ese blog fundamentalista conservador y filofascista de un tal Alfredo.

Sería bueno una rectificación por parte de esta bitácora. Saludos.
Enviado por el día 22 de Mayo de 2008 a las 21:27 (15)
"Una persona puede tener opiniones morales completamente repulsivas para la mayoría. Puede ser homófobo, judeófobo o anticlerical, posturas morales que personalmente encuentro repugnantes. Sin embargo, eso no impide que al mismo tiempo se pueda ser liberal, precisamente porque el liberalismo no es una doctrina que pretenda regularlo todo, como pueda ser el socialismo."

No creo que la homofobia o la judeofobia sean posturas morales, sino fobias. Claro que hay que distinguir a quienes consideran un pecado las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo de quienes sienten un odio visceral hacia determinado grupos de personas, entre ellos, los homosexuales. Son distintos, sí.

Creo que un liberal no debería sentir fobias hacia nadie, pero sí mantener posturas morales. Bueno, si tiene una fobia, qué le vamos a hacer... ¿no? Pero me parece muy poco liberal racionalizar una fobia, que sería una posición romántica o paranoica, en vez de defender una posición moral. Creo que debería disociarse la fobia de la moral para no caer en la falacia de que todos los que rechazan la homosexualidad son necesariamente homófobos.

Pocas posturas morales pueden adquirirse con respecto a los judíos, que al fin y al cabo nacieron judíos. Pero con respecto al clero o la homosexualidad no sucede lo mismo.

Un saludo.
Enviado por el día 23 de Mayo de 2008 a las 00:29 (16)

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