2 de Octubre de 2004

El pasado 28 de septiembre pude leer en El Mundo una pequeña noticia que nos contaba que:

"Más de 10.000 personas trabajan como esclavos en Estados Unidos"

La fuente, la Universidad de Berkeley que ha publicado el informe "Esclavos encubiertos: labor forzada en EEUU". Sostiene dicho informe que esta deplorable actividad se da principalmente en industrias y sectores poco regulados y que requieren mano de obra barata donde muchos trabajan contra su voluntad. Entre los sectores más afectados está el del sexo, el doméstico, la agricultura, las fábricas de ropa y la hostelería. Los principales afectados son inmigrantes de China, Vietnam o México y así hasta un total de 38 países. En fin, que en palabras de Laurel Fletcher "la esclavitud existe" [...] "la gente piensa es un problema que se solucionó hace mucho tiempo, pero de hecho, continúa vivo. Simplemente ha tomado una nueva forma".

Pues vaya informe más poco novedoso, sinceramente. Esta situación creo que suena a todo habitante de un país occidental, sea americano, francés o alemán. Casi todos los meses nos desayunamos con algún taller clandestino cerrado, muchos inmigrantes sin papeles explotados por empresarios sin escrúpulos o peones agrícolas viviendo en barracones inmundos en cualquiera de nuestros campos, sin olvidar los numerosos y muy televisivos casos de prostitutas, algunas de ellas menores, descubiertas en nuestros clubes de alterne, algunos de gran categoría.

Yo personalmente, si fuera responsable de la sección de internacional del periódico, donde está situada la noticia, ni me hubiera molestado en publicarla. No tiene mucha fuerza informativa, a lo más algún artículo de fondo en el dominical o en alguna otra sección más humana o social. No digo que este tema no sea importante, digo que no es noticiable. A no ser que lo que quisiera es tirar un dardo envenenado a esta tierra gobernada por Marte que es Estados Unidos de América, cuna de la esclavitud más descarnada (sobre todo desde que los ya talluditos vimos la serie Raíces y su Kunta Kinte) y del egoísmo más obsceno.

Creo que se confunde, interesadamente, la esclavitud con la explotación mafiosa y delictiva que determinados colectivos o individuos hacen con estas personas. Aunque es cierto, sobre todo en el caso de la prostitución que se producen compras y ventas de mujeres, en todo caso no estamos en el caso de la esclavitud "legal" que existía en la segunda mitad del siglo XIX, cuando poco a poco los países de occidente fueron aboliéndola.

Así pues, El Mundo ha decidido molestar pero se olvida de un pequeño detalle que no sé si se recoge en este informe. Aunque la cifra de 10.000 esclavos en EEUU pueda parecer muy grande, si lo vemos en términos relativos a suena a poco, a muy poco. En EEUU se estima que hay 280.562.489 habitantes. Esto supone que los 10.000 esclavos representan el 0,003564% de la población. Realmente, para el que la sufre le supone todo un horror pero no creo que con los resultados que pone Berkeley estemos ante una situación límite. Es más, sin tener ningun dato a mano y en virtud de lo mucho que sale en la televisión a lo largo del año, debemos preocuparnos mucho más en España, donde apenas superamos los 40 millones de habitantes. Ahora para esclavitud, la de los concejales no nacionalistas del País Vasco, esos sí que viven esclavos del miedo y de la situación pero siempre con la cabeza alta.