14 de Diciembre de 2004

Últimamente no paran de llegar noticias sorprendentes del Este de Europa. Esta vez la sorpresa llega desde Rumanía. El alcalde de Bucarest y candidato del Partido Liberal Demócrata, Traian Basescu, ha ganado las elecciones presidenciales al favorito, el candidato socialdemócrata Adrian Nastase. A pesar de que el Partido Humanista Rumano y la Unión Demócrata Magiar habían apoyado a este último, el elegido quiere conseguir una mayoría suficiente entre los tres en las dos Cámaras para formar un gobierno estable durante los próximos cinco años. A diferencia de lo ocurrido en Ucrania, el candidato derrotado ha invitado al ganador a la cumbre que se llevará a cabo en Bruselas los días 17 y 18 de diciembre y en el que Rumanía ratificará el acuerdo de adhesión a la UE. Por lo que vemos el buen talante es más propio de esos fríos que de la cálida España.

Pero lo más interesante viene en una entrevista hecha al ganador y que incluye la edición en papel de El Mundo. Dice Basescu que: "Buscaremos una alianza con Londres y Washington, el mismo eje de poder utilizado por el presidente Aznar en España" y no contento con ello subraya: "La UE tendrá que entender nuestra alianza con EEUU". A buen entendedor...

Basescu forma parte de un fenómeno que se está dando en los países del este de Europa y que no estoy seguro que los europeos del oeste lleguen a entender. Tras décadas de sufrimiento bajo doctrinas totalitarias, las primeras de derechas, en el caso rumano del general Ion Antonescu, y luego la sofocante bota soviética, estos países han recorrido un camino que les ha llevado primero a deshacerse de la vieja guardia de comunistas disfrazados de demócratas, luego buscar la tranquilidad que les da la OTAN ante el amigo ruso y por último el ingreso en la UE y la transformación de su sociedad en una más de la civilización occidental. Bulgaria y Rumanía, en unos años miembros de pleno derecho de la UE, son de los que más han tardado en hacerlo y se encuentran inmersos en la tercera fase.

Pero en este difícil camino Rumanía y sus compañeros de viaje no han buscado como socios a sus colegas europeos, han buscado el abrigo de su principal valedor, los Estados Unidos de América. Europa es sólo un compañero de piso con el que tiene que convivir y por ello ingresarán en la UE pero no quien les sacará las castañas del fuego si alguna fuerza intenta que pierdan de nuevo su libertad. Fue la América de Reagan la que se dio cuenta que el gigante soviético era un enano grande y fue esa América la que luchó por la libertad de estos pueblos. Fue la Europa de Mitterrand, González y Kohl la que intentó convivir con este terror a pocos metros sin importarles los que allí sufrían. Es lógico que los políticos que vivieron el final de esa pesadilla, Basescu tiene 53 años, miren hacia el otro lado del Atlántico y busquen la alianza que Aznar consiguió y Zapatero ha tirado a la alcantarilla. Los políticos del este de Europa saben quienes son sus amigos y quienes sus vecinos. La UE es un excelente mercado y pertenecer a ella es importante económicamente hablando. El ingreso de Rumanía en la UE es una prioridad pero fijémonos que la primera prioridad para todos fue la entrada en la OTAN.

Algo parecido está pasando en las ex repúblicas soviéticas. Ucrania y los acontecimientos que estamos viviendo estos últimos días son una muestra práctica de lo que puede ocurrir cuando alguien desafía al totalitarismo del nuevo zar. Rumanía sabe bien de lo que se ha librado y sabe quien le va a proteger. Chirac y los intereses franceses, nunca; ZP y su diálogo de civilizaciones, jamás.