16 de Marzo de 2005

La Secretaria de Estado americana ha iniciado un interesantísimo viaje por Asia que le va a llevar a zonas especialmente conflictivas. La primera parada ha sido en Nueva Delhi donde se ha reunido con el ministro de Asuntos Exteriores indio, Natwar Singh. Aparentemente y así lo han tratado los medios que he consultado, pretende abrir un proceso de diálogo entre India y Pakistán, enemigos irreconciliables, en conflicto permanente por la región de Cachemira. Si bien es cierto que parece haber habido algún avance entre ambos gobiernos, recientemente se ha abierto una línea regular de autobús que atraviesa la zona, entre los dos países, la situación no deja de estar a años luz de lo aconsejable. Los buenos deseos es algo en lo que se quedan los 'moratinos' del mundo.

Rice tiene que explicar a Pakistán porque quiere vender armas estadounidenses a la India. Cazabombarderos F-16 y las baterías antimisiles "Patriot" no son precisamente armas de andar por casa. Pakistán también ha recibido apoyo militar americano no hace mucho tiempo y ello llevaría a un curioso rearme que aparentemente no llevaría a ningún sitio. Rice no está buscando una escalada militar entre ambos países sino otro objetivo menos evidente y más necesario. Para ello debemos mirar en otras direcciones.

Una de ellas sería hacia Pekín, donde hace poco ha entrado en vigor la ley por la que si en el futuro Taiwán decide independizarse, la China continental puede impedirlo con todos los medios disponibles. China no tiene hoy fuerza suficiente para hacer una desembarco que permitiera tamaña invasión. En estas cosas, no sólo basta con el número, sino que cuenta mucho más la calidad, la logística. Pero el interés francés por terminar con el embargo de armas al gobierno de Pekín, y apoyado por el pacifista ZP, todo hay que decirlo, cambia la situación. Una India amiga de los americanos, un Pakistán relativamente tranquilo sería un contrapoder adecuado que disuadiría de aventuras no deseadas. Porque no debemos olvidar que entre estos países hay y habrá conflictos. Nepal, por poner uno con cierta actualidad, no deja de atraer el interés de ambos gobiernos.

Pero por otra parte, la India, como China, han entrado en una etapa económica en la que la necesidad de combustible es más que vital. Rice ha pedido al gobierno indio que no construya un oleoducto con Irán o lo que es lo mismo, que no den a Irán medios económicos para que sigan financiando el terrorismo internacional, que sigan financiando una serie de actividades que no buscan precisamente la paz mundial. Es una decisión difícil ya que entre Irán e India no existen conflictos significativos, a pesar de su condición de musulmán, y a ambos les interesa lo que el otro tiene. Precisamente un deshielo entre Pakistán e India favorecería esta infraestructura que discurre por el primero.