18 de Abril de 2005

Cuando esta mañana me levanté con los resultados definitivos de las elecciones vascas de 2005, dudaba cuál iba a ser el camino que seguiría el nuevo gobierno salido de las urnas. Sólo me planteaba dos posibilidades con mayoría lo suficientemente amplia como para gobernar. Si el PNV decidía gobernar con el PSE, el Plan Ibarretxe hubiera sido el gran ganador pues dice la experiencia cercana que el PSOE de ZP y por tanto el de López, pacta y cede lo que haya que ceder para tocar poder, aún cuando ese poder no se pueda ejercer y sólo sea el papelón de las relaciones públicas. Tal es el poder que tiene el PSC en Cataluña y de rebote en Madrid, siempre en las manos de sus 'socios' de Gobierno. En este sentido y a otra velocidad, desconozco si mayor o menor, el Plan Ibarretxe se hubiera cumplido del primer al último artículo con un poquito de de ese maquillaje cuyos principales ingredientes son el diálogo y el talante.

La segunda posibilidad, y última para mí, era que el PNV negociara con los cachorros de ETA y con una posición sumisa (los terroristas no esperan otra de sus amigos nacionalistas) de los socios y compañeros de Ibarretxe, el que saliera ganando fuera el Plan ETArretxe, es decir un proceso mucho más salvaje hacia la independencia. Independencia que a todas luces degeneraría en un estado más cercano a la Cuba de Castro que a la idílica nación que nos venden entre algodones y panfletos turísticos. Quizá con un PP combativo y un PSE más gris pero con alguna vergüenza, el Plan ETArretxe, tuviera los suficientes obstáculos para que no todo fuera tan oscuro como parecería.

El problema es que el PSE con ZP a la cabeza ha descubierto sus cartas cuando el daño ya estaba hecho. Creo que desde el principio y ha sabido taparlo hasta el último momento, Zapatero pretendía negociar con ETA e iba a hacerlo llegando a un acuerdo de gobierno con el PNV pero con la complacencia de ETA y sus cachorros del PCTV.

José Blanco y Otegui han dejado muy claro hoy que el uno quiere dialogar con quién sea y el otro ya ha dialogado con el primero. En definitiva, que el Plan ETArretxe va a contar desde el principio con un inesperado aliado, inesperado para cientos de miles de españoles que aún confiaban en este hijo de las circunstancias. ZP va a ser una aliado útil para el terrorista. A través de todos los medios a su alcance, es decir PRISA y compañía, va a maquillar de diálogo, de búsqueda de la paz y de otros bonitos términos que la demagogia invita a usar, todo este proceso servil hacia el terrorismo, inmoral y traidor.

Me temo que ZP pretende pasar a la historia como el que terminó con ETA pero lo va a hacer a cualquier precio, incluso el alma. ¡Y si sólo fuera la suya!.