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15 de Septiembre de 2005

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Areopagítica
Bitácora de Alberto Illán Oviedo

La defensa del menor

Hace unos días la ONG ''Save the Children'' presentó un estudio sobre los patrones de castigo físico y psicológico en las diferentes culturas. Como está de moda eso de machacar a la cultura occidental para demostrar que los otros puede que sean malos pero más lo somos nosotros, los ponentes no dudaron en sacar los colores a los españoles y analizar la manera en que los padres educan a sus hijos. Parece ser que una de las cosas que más les ha escandalizado ha sido que casi un 60% de los encuestados ven bien que se use la violencia con los hijos, además citando como fuente otro estudio del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, el 47,2% de los adultos que conviven con sus hijos considera que pegar es imprescindible algunas veces. Y claro, estos datos son inaceptables.

Acompañando a la panda estaba también Pedro Núñez Morgades, Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid que no sólo les bailó el agua sino que hizo sus propias reflexiones al respecto. Según el amigo, el Código Penal español aún legitima el castigo físico ya que el artículo 154 recoge la siguiente sentencia los padres podrán corregir moderadamente a sus hijos pero no prohíbe el castigo físico y humillante por lo que propone añadir: siempre que no sea con castigo físico o dañe la dignidad del menor.

Resulta preocupante pero me temo que algunos han perdido el sentido de la medida. El rechazo hacia TODO tipo de violencia, llega a meter en el mismo saco un simple cachete y los más abominables malos tratos que nos podamos imaginar. Quien más quien menos se ha ganado una bofetada de sus padres a lo largo de la infancia e incluso de su juventud pero no por ello ha terminado convertido en un delincuente asocial y problemático. El propio defensor del menor no atina cuando propone el cambio en el Código Civil puesto que cualquier golpe, un simple capón o un castigo que el niño considere humillante (y ése puede ser simplemente no dejarle ver la televisión si luego tiene consecuencias perniciosas) puede terminar con los padres entre comisaría si se denuncian los malos tratos, lo que me lleva a recordar la lectura de ''''1984'''' de Orwell.

El mismo estudio que presenta la ONG es parcial, se ha hecho entre 2003 y 2004 en 14 países, además de España, Perú, Bolivia, Argentina, Venezuela, Nicaragua, Panamá, Costa Rica, India, Tailandia, Vietnam, Camboya, Hong Kong y Laos en una serie de talleres montados al respecto y en el que 3.300 personas aportaron sus testimonios para la elaboración del informe. Aunque se dice que en todos los países se pega de la misma manera y las formas de violencia son idénticas, la globalidad del estudio es una quimera (como mucho, iberoamericano y asiático) y 3.300 entrevistas en países que deben contar con 1.500 millones de habitantes se me antojan escasas y poco relevantes. Además que los que asisten a estos talleres seguro que se sienten maltratados, no creo que alguien ''''bientratado'''' tenga mucho tiempo para asistir por lo que la metodología no es demasiada científica. Los valores que maneja cada sociedad son diferentes incluso en regiones del mismo país (India por poner un ejemplo de los países que se mencionan) por lo que la generalización que supone ''''Save the Children'''' es cuanto menos arriesgada y manipuladora.

Otro asunto que tratan indirectamente es la manera que tienen los padres de educar a los hijos y con esto no quiere decir que se deba educar a los vástagos a base de golpes. De nuevo las buenas intenciones y la superioridad moral progresista va más allá de lo prudencial. Cada padre debe tener la libertad de educar a su hijo como piense que es mejor y si cualquier sopapo o cualquier situación que humille al joven es punible por ley, es el Estado el que se erige de alguna manera como tutor de los menores de edad. Si a todo esto unimos las nuevas asignaturas de ''''educación para la ciudadanía'''' y otro tipo de lindezas de las normas que legislan la educación pública, el panorama se pone bastante negro. El enseñar que el Estado lo soluciona todo, que lo que se haga no tiene consecuencias y que si las tiene no se tiene responsabilidad no es la mejor manera de educar a nadie salvo si lo que se quiere es una sociedad manejable. Al final, mejor dar a los bebes a algún tipo de comuna gestionada por el Estado, será lo mejor.

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