7 de Octubre de 2005

Los sabios reunidos en Oslo han determinado otorgar este año el Premio Nobel de la Paz al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y a su director, el egipcio Mohamed El Baradei, por razones que se escapan a mi escaso entendimiento. Gracias a Dios, las ciencias no se suelen, repito no se suelen prestar a la manipulación política por lo que poco o nada se sabe de las ideas y éxitos de los que han ganado los premios de Química, Física o Medicina. Generalmente importa un pimiento, no así con los de Economía, Literatura o el de la Paz que se lleva la palma y el resto de la palmera si se descuida uno. Si el año pasado fue a la ONU, (creo que fue el año pasado) donde Kofi y Kojo (sólo falta otro familiar amigo de lo ajeno cuyo nombre empiece por K para crear una banda de los KKK) se lo llevan crudo, en 2005 se lo han dado a un trozito del monstruo.

Tengo la ligera sensación de que los verdaderos y grandes méritos para obtener este galardón son simplemente ser antiamericano, antioccidental o haber trabajado con ahínco a favor de los totalitarismos más salvajes que se han conocido. La OIEA cumple las dos primeros requisitos y sospecho que el tercero. La OIEA ha trabajado duramente para permitir que Irán o Corea del Norte tengan no ya sólo un programa teórico sino uno en pleno desarrollo. Sus inspecciones y sus medidas rozan lo esperpéntico y no impiden nada y sólo las amenazas y la disuasión unida al potencial uso de la fuerza por parte de Estados Unidos y Gran Bretaña han impedido que estén más avanzados. Sólo habría que escarbar un poco con la uña para descubrir casos de corrupción salvaje como se ha hecho en la ONU. ¿Acaso no conoce el egipcio El Baradei el supuesto proyecto nuclear de su país de nacimiento? Sospechoso, muy sospechoso.

Pero es que además el amigo es un tanto imbécil y engreído, dicho sea sin animo de ofender. Navegando en Internet encuentro unas referencias a una entrevista de enero de 2004 aparecidas en el semanario alemán Der Spiegel. Las frases que se destacan son de traca.

Parece que según el sujeto el peligro de guerra con armas atómicas "no había sido nunca tan grande" lo que incluye a la Crisis de los Misiles cubana supongo yo. Evidentemente lo de Irak le dejo marcada huella o fue algún maletín nuclear de los que hicieron los soviéticos que al amigo Mohamed se calla. En cuanto al tráfico de armas nucleares, que recordamos es fruto del desmembramiento del Estado soviético, dice que "expertos nucleares con ganas de hacer negocios, empresas sin escrúpulos y posiblemente también órganos estatales". Si es bastante posible, quizá algo han tenido que ver los órganos estatales que se han pasado por el forro de sus atributos sexuales sus obligaciones. También advierte que "en los últimos años, los controles internacionales de exportación han fracasado por completo", lo que es reconocer implícitamente que ha la OIEA ha fallado. En una empresa privada estaría fulminado por incompetencia en la ONU se le renueva el cargo. Pero lo más genial lo deja el resumen para el final, copio textualmente:

Critica a Estados Unidos por vigilar los programas de desarme de otros países, porque "de eso es responsable mi organización y nadie más", subraya.

Pues gracias a Dios que los vigila Estados Unidos porque si lo llegan a hacer, estos inútiles habrían ayudado a volar por los aires más de una ciudad occidental. Aunque dudo que alguna de esas fuera suiza porque en algún lugar hay que guardar esos dineros que pierden con tanto manejo. Yo propongo para el próximo Nobel de la Paz a Saddam Husein, con dos cojones.