18 de Abril de 2006

Tras varios meses mareando la perdiz, el Ministerio de Medio Ambiente ha hecho públicas las cifras sobre nuestro cumplimiento del Protocolo de Kyoto y no podían ser peores. Nuestro máximo permitido, un 15% más sobre las cifras de CO2 de 1990 están muy lejos de lo actual. El Ministerio de Medio Ambiente esperaba que se situara en un 45,61% pero al final se ha disparado hasta un 47,8% según los datos del estudio de Worldwatch y CCOO.

Como oficialmente la cosa no puede ser un desastre el secretario general para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático, Arturo Gonzalo Aizpiri, se ha apresurado a declarar que tan elevado porcentaje es consecuencia de un "cambio metodológico", también asegura el secretario que este exceso se ha debido a que al ser un año tan seco la energía de origen hidroeléctrico se ha tenido que compensar con otro tipo de energías, todo muy lógico, todo muy planeado. A pesar de todas las disculpas, somos el país industrializado que más se aleja de sus objetivos y todo pese a todos los "esfuerzos" de la ministra y de su Ministerio por cumplir este engañabobos que es el Protocolo de Kyoto.

Sin embargo, esto no desanima a nuestros políticos, por eso de que sus desatinos los pagamos todos. Este exceso de 8,5 millones de toneladas de gases nos supondrá una cifra que ronda entre los 40 y los 80 millones de euros. Desconozco quién hace las cuentas para tanta diferencia, pero lo que sí estoy seguro es que al final estaremos hablando de mucho más de 80 millones. El Plan General de Asignación de Derechos de Emisión que se está redactando para el periodo 2008-2012 será sin ninguna duda especialmente duro para las empresas y de rebote para todos, bien en forma de cliente, bien en forma de contribuyente, bien en forma de parado porque no debemos olvidar que las empresas que no puedan adaptarse al nuevo cupo de misiones deberán cerrar y aquellas que se lo puedan permitir pero con una disminución de costes, tendrán que poner a alguien en la calle. ¿Este tipo de estudios se ha planteado o es cosa de la derecha reaccionaria y capitalista?

El Gobierno sigue apostando por las energías renovables, muy en la línea de los grupos ecologistas y ni se plantea la alternativa nuclear pese a que ya son muchas las voces que abogan por esta alternativa rentable al precio al que está el petróleo, más de 71 euros el barril. Me temo que pesa aún mucho el accidente de Chernobil, pese a que su principal culpable fuera el sistema soviético, siempre tan preocupado de sus ciudadanos.

A partir de ahora vamos a asistir, un mes sí y el otro también, a una ristra de medidas intervencionistas de todo tipoy condición. Desde el propio Plan de Asignación, pasando por el Plan de Energías Renovables, la Ley para la Protección de la Atmósfera que se anuncia para antes del verano, el Plan Nacional de Impactos, Vulnerabilidad y Adaptación al Cambio Climático o el Plan de Eficiencia Energética y el Código Técnico de Edificación por nombrar unos cuantos, todo sea por el ¿bien? del medio ambiente y el mal de nuestros sufridos bolsillos. Habrá que ir ajustándose el cinturón.