20 de Mayo de 2006

Reproduce hoy la prensa sin apenas atisbo de crítica o lamento la casi finalización del megalómano y según algunos, inútil proyecto de la presa de las Tres Gargantas que la China Comunista ha bautizado como presa de Sandouping. 13 años de trabajo, 2.309 metros de longitud, 185 de altura, 28 millones de metros cúbicos de cemento, 26 turbinas de 700.000 kilowatios cada una, son las cifras de un proyecto que al menos en el papel pretende "contener las aguas del río Yangtsé, el más largo de China y causante de las cíclicas inundaciones que han asolado al país durante milenios". Riámonos a mandíbula batiente de las obras de ampliación de la M-30. El Gallardón chino tiene mucho más presupuesto que su homólogo madrileño, y para que negarlo, mucho más poder y de carácter más totalitario. Otro ejemplo del ''capitalismo chino'' que tanto alabamos en nuestra ''kulta Uropa''.

Cifras, no menos importantes pero poco destacadas, cuando no justificadas, son las del millón oficial de desplazados o los 40.000 millones de euros que ha costado según los observadores extranjeros, el doble de lo previsto.

Otros asuntos en estos gozosos días que disfruta el gobierno chino, ya un poco alejados en el tiempo, son los que reproduce este enlace y que es bueno destacar:

"La obra ha recibido diferentes críticas, entre ellas la de la periodista Dai Ching, quien fue encarcelada durante 10 meses en 1989 -1990 por haber criticado el proyecto, liderado por Li Peng, el ex primer ministro chino, y además ingeniero graduado en la Unión Soviética. Dai dice que Tres Gargantas es ''el proyecto más destructivo del mundo en términos sociales y ambientales''. También reclama que se paralice su construcción y respalda la idea de una serie de proyectos menores y menos agresivos en los tributarios del Yangtsé. ''Al seccionar este río poderoso y detener el flujo de sus aguas, la represa provocará que la contaminación de fuentes industriales y residenciales se concentre en el río, en vez de ser arrastrada hacia el mar'', escribe el periodista chino Jin Hui en ''¡El río dragón ha llegado!''".

Tampoco puedo dejar de señalar este interesante, antiguo y a la vez actual artículo (formato .pdf) de Martin Stein, del que destaco los siguientes párrafos:

"El gobierno lleva a cabo prácticas de persecución política que conducen a desplazamientos controlados en el interior de sus fronteras, pero muchos de estos casos probablemente no son denunciados. Además, cuando el desplazamiento tiene una causa oficialmente benigna, como en el caso del desplazamiento por causa del desarrollo, el resultado puede ser políticamente coercitivo".
[...]
"Durante los últimos años, la media ha crecido de manera indudable, ya que la actual operación que desplazará a 1.200.000 personas o más de la zona de la presa de la Tres Gargantas es el mayor reasentamiento de la historia debido a la construcción de una presa. En el reasentamiento involuntario, el recurso frecuente del Gobierno al Ministerio de Seguridad Pública intimida a los desplazados, de manera que las operaciones parecen ordenadas".
[...]
"El desplazamiento de la presa de las Tres Gargantas es cuatro veces mayor que el último gran desplazamiento de población causado por el desarrollo a nivel mundial, que también se produjo en China. La operación desplazará la población de 17 ciudades grandes y 109 núcleos urbanos más pequeños, obligando a 1.200.000 de personas o más a cumplirlo sin poder recurrir la decisión. Las evaluaciones del Banco Mundial de otros reasentamientos a gran escala provocados por la construcción de presas en China indican una pauta constante de fracasos".

Así que estamos de enhorabuena, el totalitarismo tiene un nuevo icono victorioso, incluso con críticas y algún que otro logro ecologista. Más de uno nos lo echará a la cara, si la cosa va bien, porque el socialismo triunfa, si la cosa va mal, porque el capitalismo ha pervertido el buen hacer del gobierno chino.