15 de Agosto de 2007
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Tenemos Maleni para rato
Muchos son los que quieren la destitución de la ministra de Fomento, la reportera más dicharachera de barrio Polanco. Pero me temo que tenemos Maleni para unos cuantos meses, por muy quemada y acabada que parezca estar. Magdalena Álvarez ha descartado dimitir y ha dejado su cargo en manos de Zapatero y no creo que éste esté por la labor.
Zapatero tendrá muchas carencias en política, pero tiene una visión a corto plazo que para sí la quisieran algunos. Mientras Maleni siga acaparando críticas y capones de la oposición y de los que hasta hace bien poco eran socios del gobierno socialista, le dejarán tranquilo para corretear por el Parque Nacional de Doñana o comerse unos pescaditos en Sanlúcar de Barrameda. Al fin y al cabo, estamos en verano y si media España está de vacaciones, ¿qué le importará a la otra media? A Zapatero lo que menos le interesa ahora es una crisis con los calores veraniegos porque vete a saber que efecto tendrá en las inminentes elecciones generales. Si es posible que le de credibilidad entre algunos potenciales votantes, pero también es posible que desencadene una tormenta de desconocidas consecuencias. Maleni puede que sea un cadáver político pero aún puede hacer un servicio a su señor.
Aunque son muchas las incapacidades y torpezas que carga sobre sus hombros, a Maleni sólo parece preocuparle que la llamen “señorita andaluza”, tal es su soberbia, su arrogancia. De ejercicios de humildad, de la posibilidad de que no todo se haya hecho como era deseable, de la posibilidad de que su ministerio, esté mandado por ella o por otro cualquiera, sea incapaz de dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos, tan cambiantes y caóticas, nada de nada. La culpa siempre es de otros, de los políticos del Gobierno anterior, de los afectados por no ir preparados, del que pasaba por ahí, de sus ayudantes si es menester. Qué descansado se debió quedar Manuel Chaves cuando la empaquetó para Madrid.
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