21 de Agosto de 2007

Un terremoto como el que ha sufrido Perú es una de las mayores catástrofes a las que se puede enfrentar un ser humano y como en las guerras, saca del ciudadano, nativo y foráneo, lo mejor y lo peor que lleva dentro. A nadie le extraña las muestras de solidaridad (estas sí) de la población, bien en forma de materiales indispensables o dinero para comprarlos, bien a través de ayuda directa de miles de voluntarios y espontáneos que se dirigen hacia las ciudades afectadas a echar una mano.

Pero junto a ellos también concurren ladrones, personas sin ningún tipo de escrúpulo que roban lo que aún es aprovechable, que saquean a todos, víctimas y voluntarios, timadores, aprovechados, cuatreros y demás calaña. Dentro de esta basura humana podemos incluir aquellos aspirantes a dictadores universales que ven una oportunidad, no para ayudar, sino para hacer propaganda de su abyecto régimen.

Me refiero, como no, a el ínclito Hugo Chávez que ha mandado latas de comida (Dios sabe en qué estado) con su cabeza y la del candidato a la presidencia peruana y protegido suyo, Ollanta Humala, con el lema: “Ante los saqueos, desesperación y caos. Solidaridad con nuestros compatriotas”.

El Gobierno venezolano niega que las latas sean suyas, pero dado el carácter de este televisivo presidente y sus tretas, dudo que desconozca y no haya aprobado semejante ejercicio de marketing dictatorial. Lo que si está claro es que aparato bolivariano juega en dos partidas muy diferentes, en una de ellas, los afectados verán y pensarán que la ayuda viene directamente de Venezuela, ajenos a esta polémica en medio de tanta destrucción y desesperación; también que los venezolanos y los peruanos pueden ser “compatriotas”, lo que beneficia la política imperialista que Hugo Chávez empezó a diseñar nada más sentirse seguro en el poder.

La segunda partida es la que se juega a nivel internacional y de la que éste incidente sólo es una jugada más, el de jser la víctima inocente. La responsable de comunicación del PNP, Cynthia Montes, ha insistido en que Chávez “no ha querido obtener réditos políticos con la entrega de la ayuda” y que “no sabemos quién ha podido entregar esas latas con las fotos, creemos y suponemos que hay una mano oscura detrás que ha elaborado ese material para perjudicar al partido”.

Y ya que estamos con el líder bolivariano, sería bueno recordar que Hugo Chávez ha iniciado una política de rearme a todos los niveles, evidentemente no con la entidad como para dar un disgusto a ninguna potencia militar, léase EEUU, pero sí lo suficiente como para desestabilizar una zona como Latinoamérica, con un equilibrio político tan débil. Hoy mismo se puede leer en ABC que ha comprado rifles rusos para ¡¡¡defenderse del gringo!!! Concretamente ha ordenó a su ministro de Defensa, Gustavo Rangel Briceño, que reparta los 100.000 fusiles Dragunov, adquiridos a Rusia, a la milicia popular y ha confirmado que comprará a Rusia 5.000 fusiles con mira telescópica. “Son potentes. No les voy a decir su alcance, y además aquí estamos inventando algo, que tampoco lo voy a decir, para incrementar el alcance. Serán para la guerra de guerrillas, desde las montañas, desde los cerros”.