6 de Enero de 2004

La política de alianzas de los socialistas (BNG, IU, ERC, conglomerado balear, Los Verdes en Andalucía) ha dado una nueva vuelta de tuerca. Ahora están en conversaciones con Los Verdes para llegar a un acuerdo de carácter programático de cara a las próximas elecciones generales.

La iniciativa ha venido de los propios ecologistas que se han percatado, como tantos otros partidos de toda índole, que para obtener poder fáctico es necesario coaligarse con el aliado más débil. La debilidad del PSOE, que no duda en prometer lo imposible con tal de llegar al poder, es una lacra que ha convertido a los populares en el único partido de carácter nacional en España. Cualquier organización o corpúsculo con aspiración a mandar, se fijará en ellos antes que en el PP para conseguir más concesiones y ERC es el ejemplo más claro. Es una pena que los dirigentes socialistas no quieran percatarse que es su propia debilidad y no que su programa sea atractivo, la razón por la cual consiguen tantos 'amigos' interesados.

Dentro de las concesiones que el PSOE estaría dispuesto a dar a Los Verdes se halla una nueva fiscalidad verde (una especie de ecotasa pero con más alcance), una Fiscalía específica para delitos ecológicos, como si las que hay no pudieran actuar y medios para dar a conocer y acceder a tecnologías menos contaminantes, lo que se traduciría en más subvenciones o leyes liberticidas. En definitiva, medidas que suponen o un mayor presupuesto público o que atentan contra la libertad de decidir de los individuos y de la empresa o ambas cosas.