8 de Septiembre de 2007

Interesante entrevista en El Mundo al Gobernador de Tokio, Shintaro Ishihara, que analiza el papel de Japón en el presente y en el futuro, así como la situación económica y política de Asia y el papel que las grandes potencias juegan en la región asiática: Ishihara es partidario de que su país no depende de EEUU en diversos aspectos políticos y militares. También analiza la situación que se plantea en Irak, de una manera crítica hacia los americanos. Pero una de las cosas que más me llama la atención es su opinión sobre el papel y el futuro de China. En una época en el que el snobismo político y económico ven a China como el futuro del planeta (papel que ya le adjudicaron en alguna ocasión, sin éxito), el político japonés se permite augurar los siguiente:

Pregunta: Precisamente ahora el mundo está asistiendo a la emergencia de China, que aspira a convertirse en la próxima potencia económica, política y militar. ¿Piensa que se trata de una amenaza o de una oportunidad?.

Respuesta: En la actualidad, es más una molestia que una amenaza. Los chinos exportan tranquilamente alimentos tóxicos, roban patentes y copian productos. Es terrible que el 17% del PIB de China esté formado por la venta de productos copiados o que han sido fabricados a raíz de patentes robadas. Por eso estoy convencido que la economía china se derrumbará después de los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008, lo que supondrá un gran problema para los mercados financieros de todo el mundo. Europa ha decidido situarse ante China de perfil y no de frente. Es una opción muy sensata, pues les permitirá darles la espalda cuando lo crean necesario.